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Espasticidad: tratamientos para lograr una mejoría
8 de julio de 2010
En el caso de los accidentes cerebrovasculares la espasticidad es una de las consecuencias más importantes, no solo por su frecuencia sino también por el impacto que produce en todas las actividades diarias que desarrolla la persona. Su principal característica es que cuanto más intenta el paciente movilizar el miembro afectado y cuanta más velocidad se intenta ejercer, más resistencia y endurecimiento presentan los músculos. Actualmente existen tratamientos interdisciplinarios que logran de manera paliativa controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La espasticidad en un brazo o una pierna se acompaña de menor fuerza muscular y de fatiga, es por ellos que una de las consecuencias más frecuentes de este cuadro son: dificultad para controlar la postura, contracturas, deformación de los miembros, movilidad reducida, dolor, mayor incidencia de caídas, dificultades para la higiene y cuidados personales, y fatiga.
Debido a la complejidad del cuadro, en general se requiere la intervención de profesionales especialistas en diferentes áreas que actúan de manera interrelacionada para obtener los mayores beneficios para el paciente. Este trabajo en equipo aliado a las nuevas modalidades terapéuticas permite tratar la espasticidad y actuar sobre todas las áreas afectadas en el paciente.
El equipo está formado por:
- Medico Fisiatra,
- Neurólogo
- Kinesiólogo
- y Terapista Ocupacional
Las mejores opciones
Para los casos de espasticidad, uno de los tratamientos utilizados como primera opción pero no siempre con buena respuesta es la medicación oral, que puede combinarse con otros tratamientos disponibles como colocación de ortesis o yesos, quimiodenervación, rizotomía dorsal selectiva y desde hace ya varios años se usa aplicaciones de toxina botulínica.
El paciente que tiene espasticidad en general presenta Inicio lento del movimiento, disminución de la amplitud del movimiento, fatiga, destreza disminuida, espasmos.
Un paciente espástico presenta una contracción muscular exagerada, la cual puede interferir con la función de un miembro, es decir que es focal o localizada. La aplicación de toxina botulínica en ese grupo muscular disfuncional o comprometido puede lograr su relajación, contribuyendo de esta manera a la posterior rehabilitación.
Al aplicar esta medicación, facilita generalmente la tarea de rehabilitación, porque se disminuye la espasticidad y las contracturas musculares asociadas, y permite el mejor control motor y balance entre músculos agonistas y antagonistas, lo que facilita además la función motora, el equilibrio y la estabilidad.
A la hora de tratar a un paciente adulto espástico: "Existen dos factores de suma importancia: el enfoque interdisciplinario del paciente en rehabilitación y el uso de toxina botulínica como una alternativa útil para el tratamiento de la espasticidad focalizada", explica la Dra. Silvia Mamone Medica Especialista en Rehabilitación.
“Antes de la aplicación de toxina Botulínica es fundamental establecer un programa global de rehabilitación con objetivos, luego de la aplicación el siguiente paso es intensificar el trabajo de los equipos de kinesiología y terapia ocupacional, ya que el efecto relajante de la Toxina Botulinica permite realizar las actividades con menos limitaciones y alcanzar notables mejoras en la función tanto de las extremidades superiores como de las inferiores, disminuye los espasmos, aumenta el rango de movilidad, mejora la marcha , las posiciones y las posibilidades de higiene, disminuye la fatiga y facilita las actividades de la vida diaria del paciente.
Otra ventaja del tratamiento con toxina Botulínica es que también calma el dolor generado por la espasticidad, concluye la Dra Mamone.
La aplicación es local en los músculos afectados, también existe en la actualidad aparatología que nos permite detectar el punto del músculo desde donde se genera esta espasticidad, la duración del efecto es variable entre 3 y 6 meses.
Recomendaciones para el paciente con espasticidad:
1. Consultar con un médico especialista para que indique el tratamiento adecuado.
2. Evitar posiciones que causen o empeoren la espasticidad.
3. Hacer ejercicios con movimientos lentos y continuos.
4. Realizar ejercicios diariamente, sobre todo de estiramiento e inhibición de la espasticidad.
5. Completar el plan global de rehabilitación permite los mejores resultados.
“El objetivo del tratamiento interdisciplinario de la espasticidad es mejorar la calidad de vida del paciente, su independencia diaria, desarrollando el máximo su capacidad para lograr la incorporación a su vida familiar y escolar o laboral” comenta la Dra. Silvia Mamone.