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26 de abril de 2024
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Hay falencias en el patrón de alimentación infantil
20 de diciembre de 2006
El patrón de alimentación lácteo de los bebés durante el primer año de vida muestra falencias importantes que impactan en su adecuada nutrición, según indicaron los resultados de un estudio multicéntrico realizado por la Escuela de Nutrición de la UBA en Capital y Conurbano.

Si bien la OMS recomienda la lactancia materna como alimentación fundamental hasta los primeros seis meses de vida y contempla la incorporación de fórmulas infantiles cuando aquella no es posible, de acuerdo con este estudio local el abandono de la lactancia materna se produce entre los tres y cuatro meses de edad. Entre los sustitutos utilizados, el 51% de los lactantes es alimentado con leche de vaca sin modificar, un 40 % con fórmulas adaptadas para los lactantes en los primeros 6 meses y solo un 28% con fórmulas adecuadas para el segundo semestre de vida.

El estudio, elaborado por la Escuela de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, contó con una población constituida por madres e hijos nacidos a término, entre 12 y 18 meses de edad, que concurrieron a los consultorios externos de servicios asistenciales públicos y privados de Capital Federal y Conurbano Bonaerense. El grupo de estudio fue dividido según su cobertura de salud: sin obra social, con obra social y con prepaga.

María Elena Torresani, directora del estudio “Patrón Lácteo en el primer año de vida” realizado en la UBA, destacó que “si bien el uso de la leche de vaca sin modificar no es recomendable antes del año de vida, debido a que es un alimento de riesgo para el lactante, este estudio demuestra que se introduce en la alimentación de la mitad de todos los lactantes de la muestra (51%), predominantemente en el grupo sin cobertura y con obra social”.
Con respecto a los otros sustitutos, las fórmulas infantiles para los primeros seis meses de vida son incorporadas después de los tres meses de vida (un 40% de la muestra total las introduce en su alimentación, preferentemente en su presentación fluida), y las adaptadas para después de los seis meses y hasta el año, se integran a partir del sexto mes (sólo el 28% de la muestra las incluye en su patrón lácteo).
Los resultados del estudio demuestran además que el pediatra es el referente más consultado por los padres acerca de cuál es la mejor forma de alimentar a sus hijos, mientras que el 20.7% del total de la muestra nunca recibió asesoramiento nutricional y sólo un 7.2% acudió al nutricionista por asesoramiento en la alimentación de los bebés.
Otro dato resultante de la investigación es que el 84.8% del total de niños incluidos en la muestra recibieron “suplementación con hierro” en algún momento del primer año de vida.

El estudio forma parte de las investigaciones que se realizan desde la Escuela de Nutrición de la Universidad Buenos Aires para advertir sobre las pautas de conducta en la alimentación diaria de los niños en sus primeros años, las que influyen significativamente en la calidad de vida no solo durante la niñez sino también en la edad adulta.