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29 de marzo de 2024
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Aprender a caer reduce riesgos de sufrir fracturas
2 de diciembre de 2010
La disminución en la movilidad de las personas mayores, sumada a la pérdida de audición y visión, afecta su equilibrio, la capacidad de respuesta ante una posible desestabilización y aumenta las posibilidades de que sufran accidentes y caídas.

“Considerando que el paso de los años disminuye la calidad de los huesos y su densidad ósea, sobre todo por el avance de los efectos de la menopausia y la osteoporosis, algunas caídas pueden provocar fracturas óseas”, explica el Dr. Aldo Falco, especialista en ortopedia y traumatología y miembro de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano (AACM).

“La gran mayoría de las fracturas se da en las muñecas que por acto reflejo suelen utilizarse como apoyo ante una caída y reciben toda la presión del peso del cuerpo”, agrega el Dr. Falco.

Según cifras aportadas por la Unidad de Geriatría del Hospital Ramos Mejía, sólo el 5% de las caídas en mayores de 65 años producen fracturas. De ese porcentaje, el 44% se genera en las muñecas, el 16% en la columna y el 13% en la cadera. “Aunque casi la mitad de las fracturas de los ancianos ocurre en las muñecas, preocupan más las de cadera porque es un tipo de lesión que inhabilita a la persona y requiere de una recuperación mucho más compleja. En cambio, si uno se quiebra la muñeca todavía puede seguir moviendo y utilizando el resto del cuerpo”, explica el Dr. Miguel Hadid, jefe de la Unidad de Geriatría del Hospital Ramos Mejía.

En dicho hospital se dicta todos los lunes el Taller de prevención de caídas y fracturas en el anciano, al que asisten personas de hasta 96 años para simular caídas sobre colchones e incorporar los movimientos indicados para cuando ocurran en la vida cotidiana. En sus clases, los ancianos aprenden la técnica del “ovillo” que consiste en formar con el cuerpo una figura parecida a una rueda, de manera tal que el cuerpo, al entrar en contacto con el piso, se hamaque y el peso se distribuya en una superficie mayor. Así, el cuerpo gira en el suelo, se evita que toda la presión caiga sobre un solo punto y se absorbe mucho mejor el impacto.

Diferencias entre hombres y mujeres
Según el estudio “Tratamiento quirúrgico en las fracturas del extremo distal del radio en el adulto”, publicado por los especialistas Emilio Delgado Martínez, Mayra Quiñonez Rodríguez y Dania Quiñonez Rodríguez, el 67% de las fracturas de muñeca se registran en mujeres. Uno de los principales factores que favorece las fracturas en las personas de tercera edad es la osteoporosis, caracterizada por la disminución de la masa ósea y el deterioro del tejido de los huesos, que se vuelven cada vez más porosos.

Esta enfermedad se identifica con mayor frecuencia en las mujeres, quienes por naturaleza tienen un 30% menos de masa ósea y, además, están expuestas a los efectos de la menopausia, que suele comenzar alrededor de los 45 años y vuelve más frágiles los huesos.

Consejos para evitar caídas y fracturas
o Hacer actividad física y fortalecer con ejercicios los músculos para prevenir caídas y mantenerse ágil
o Hacer más segura la casa (utilizar dispositivos de ayuda en baños, escaleras y en lugares potencialmente peligrosos)
o Llevar una dieta con alto contenido de calcio y vitamina D
o No cambiar abruptamente de posición, ya que puede generar descenso de la presión y mareos
o Usar calzado con suelas antideslizantes
o No transitar por suelos mojados o superficies resbaladizas
o Detectar desniveles en el terreno y transitarlos con sumo cuidado (escalones, salidas del ascensor, cordones de la vereda)
o Informarse sobre los efectos secundarios de los medicamentos (como mareos)

Síntomas para reconocer una fractura de muñeca
o Dolor, hinchazón y sensibilidad alrededor de la muñeca
o Moretones alrededor de la muñeca
o Amplitud de movimiento limitada en la muñeca o el dedo pulgar
o Deformación visible en la muñeca

Tratamiento
Ante una fractura, la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano (AACM) recomienda concurrir de inmediato a su médico de cabecera o a una guardia de traumatología para recibir la primera atención. Además, sugieren:

o Inmovilizar la zona afectada, entablillar con algún vendaje o tela
o No tratar de acomodar el hueso roto
o Poner el brazo en alto para impedir su hinchazón
o Aplicar hielo envuelto en un trapo o plástico
o Si el dolor es muy intenso, ingerir un analgésico

Para recuperar la zona afectada, será necesaria la inmovilización, ya sea con una férula de yeso o un yeso completo que incluya también el codo. Dependiendo de la gravedad de la fractura y del criterio del médico, podrán realizarse distintos tratamientos, incruento o quirúrgico. El incruento puede ser inmovilizando la zona afectada con un yeso o reduciendo la fractura con anestesia local, que consiste en realinear los huesos, y luego enyesar. En el tratamiento quirúrgico puede reducirse la fractura y realizar una osteosíntesis con clavijas o con placas y tornillos.

Muchos cirujanos ante una determinada fractura, y de acuerdo con el resultado de los estudios, suelen realizar un injerto óseo combinando ambos sistemas de osteosíntesis (clavijas y placas).

En la actualidad, el tratamiento con placas y tornillos es el más elegido por los cirujanos, debido al nivel perfeccionamiento de las osteosíntesis. El diseño de las placas se ha ido sofisticando a tal punto que actualmente cualquier cirujano puede elegir el modelo de acuerdo a la fractura del paciente y su edad.

Caídas seguras
HACIA ADELANTE
Si la caída es hacia adelante, se sugiere flexionar las piernas, caer de manera oblicua (medio perfil) formando con el cuerpo una rueda, apoyar primero el espacio que hay entre el omóplato y el hombro y continuar el movimiento girando en el piso y pasando las piernas flexionadas por arriba del cuerpo.

HACIA ATRÁS
Si la caída es hacia atrás, hay que flexionar las rodillas, levantar los brazos, apoyar primero los glúteos y enseguida continuar el moviendo hacia atrás con la espalda curvada, para que absorba el impacto, y en dirección oblicua, para no golpear la cabeza.