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Por Leonardo Coscia
El peligro del estrés laboral
8 de noviembre de 2006
El estrés laboral es un mal de nuestros días y tiene consecuencias que gravitan en nuestro bienestar general, ya que incrementa la posibilidad de sufrir complicaciones físicas y psíquicas Caracterizado por una combinación de síntomas que provocan molestia e irritabilidad, el también llamado “síndrome de burn out”, se relaciona con la aparición de complicaciones cardíacas y gástricas, cefaleas, insomnio, molestias musculares y disfunciones sexuales.
Roberto Sivak, psiquiatra y director médico del Instituto Estrés Trauma Buenos Aires (IETBA) explicó que el síndrome de burn out tiene “tiene grados que van desde el desinterés progresivo por la tarea que la persona debe desempeñar, el cansancio emocional o la desconcentración, hasta severos cuadros de irritabilidad, ansiedad, impuntualidad y ausentismo”.
En tanto, según publicó la agencia de noticias Pro-Salud News, Roger Montenegro, presidente de la Fundación Contener, indicó que “para el diagnóstico de estrés laboral, no es válido realizar una lectura lineal, debido a que se trata de un cuadro que es producto del polideterminismo causal”.
En esa línea, Montenegro remarcó que existe “una combinación de factores que, dentro de un contexto determinado, tiene como consecuencia el desarrollo de esta condición. Sin embargo, la problemática predominante que da lugar a la aparición de otras asociadas es, sin lugar a dudas, la laboral”.
Una de las principales características del estrés laboral radica en la desviación del problema más allá del ámbito de lo profesional cobrando injerencia en otros aspectos de la vida como por ejemplo la relación con la familia o los amigos. Al respecto, Sivak, detalló que esta afección “representa el desgaste progresivo del trabajador que repercute en su vida personal a través de la pérdida del placer y el deseo sexual, el sentimiento de inutilidad y la crisis vocacional, por ejemplo”.
“Éstos y otros indicadores pueden llevar a la depresión severa y generar complicaciones con los compañeros y la familia”, detalló el especialista, quien también se desempeña como jefe de trabajos prácticos del Departamento de Salud Mental de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Entre las posibles consecuencias psicológicas, se hallan la ansiedad, las fobias, la depresión, la irritabilidad y el incremento de las posibilidades de caer en algún tipo de adicción.
“El factor laboral es fuerte pero no excluye a otros concurrentes, porque está demostrado que los cuadros psicoemocionales importantes, entre los que se cuenta el estrés laboral, vulnerabilizan al paciente favoreciendo la caída de las defensas, exponiéndolo a la ansiedad, la angustia o el insomnio. El malestar general también puede contribuir al abuso de sustancias”, consignó Montenegro.
Sobre los factores que pueden desencadenar la aparición de este cuadro, Sivak argumentó: “La personalidad del paciente previo al surgimiento de los síntomas siempre debe evaluarse, pero por lo general se evidencia una relación de conflicto con respecto a cuestiones netamente laborares como por ejemplo las tareas, la rutina, la organización, el salario, la falta de rotación o las condiciones ambientales”.
En los últimos meses, los Tribunales Laborales han emitido fallos referidos a esta patología. Cabe destacar que en la mayoría de los casos, éstos han resultado beneficiosos para los trabajadores.
Roberto Sivak, psiquiatra y director médico del Instituto Estrés Trauma Buenos Aires (IETBA) explicó que el síndrome de burn out tiene “tiene grados que van desde el desinterés progresivo por la tarea que la persona debe desempeñar, el cansancio emocional o la desconcentración, hasta severos cuadros de irritabilidad, ansiedad, impuntualidad y ausentismo”.
En tanto, según publicó la agencia de noticias Pro-Salud News, Roger Montenegro, presidente de la Fundación Contener, indicó que “para el diagnóstico de estrés laboral, no es válido realizar una lectura lineal, debido a que se trata de un cuadro que es producto del polideterminismo causal”.
En esa línea, Montenegro remarcó que existe “una combinación de factores que, dentro de un contexto determinado, tiene como consecuencia el desarrollo de esta condición. Sin embargo, la problemática predominante que da lugar a la aparición de otras asociadas es, sin lugar a dudas, la laboral”.
Una de las principales características del estrés laboral radica en la desviación del problema más allá del ámbito de lo profesional cobrando injerencia en otros aspectos de la vida como por ejemplo la relación con la familia o los amigos. Al respecto, Sivak, detalló que esta afección “representa el desgaste progresivo del trabajador que repercute en su vida personal a través de la pérdida del placer y el deseo sexual, el sentimiento de inutilidad y la crisis vocacional, por ejemplo”.
“Éstos y otros indicadores pueden llevar a la depresión severa y generar complicaciones con los compañeros y la familia”, detalló el especialista, quien también se desempeña como jefe de trabajos prácticos del Departamento de Salud Mental de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Entre las posibles consecuencias psicológicas, se hallan la ansiedad, las fobias, la depresión, la irritabilidad y el incremento de las posibilidades de caer en algún tipo de adicción.
“El factor laboral es fuerte pero no excluye a otros concurrentes, porque está demostrado que los cuadros psicoemocionales importantes, entre los que se cuenta el estrés laboral, vulnerabilizan al paciente favoreciendo la caída de las defensas, exponiéndolo a la ansiedad, la angustia o el insomnio. El malestar general también puede contribuir al abuso de sustancias”, consignó Montenegro.
Sobre los factores que pueden desencadenar la aparición de este cuadro, Sivak argumentó: “La personalidad del paciente previo al surgimiento de los síntomas siempre debe evaluarse, pero por lo general se evidencia una relación de conflicto con respecto a cuestiones netamente laborares como por ejemplo las tareas, la rutina, la organización, el salario, la falta de rotación o las condiciones ambientales”.
En los últimos meses, los Tribunales Laborales han emitido fallos referidos a esta patología. Cabe destacar que en la mayoría de los casos, éstos han resultado beneficiosos para los trabajadores.