19 de abril de 2024
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CAEME firmó un convenio clave con la Academia Nacional de Medicina
Es para promover la investigación clÃnica en el paÃs, que es una actividad esencial para el desarrollo de la innovación farmacéutica. En qué consiste y cuánto se investiga en la Argentina
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Por Leonardo Coscia
¿El Sida como enfermedad crónica?
30 de noviembre de 2007
El HIV dejó de ser potencialmente mortal y se ha transformado gracias a los tratamientos que combinan varias drogas en una enfermedad crónica. Sin embargo, los pacientes infectados sufren el riesgo de desarrollar algunas complicaciones potencialmente serias.
Según estimaciones del Organismo de Naciones Unidas para la lucha contra el SIDA (ONUSIDA), en América Latina, 1,7 millones de personas conviven con el HIV y se estima que las dos terceras partes de las mismas viven en los cuatro países más grandes de América Latina: Argentina, Brasil, Colombia y México. En la Argentina 130.000 personas padecen de esta enfermedad.
Al conmemorarse el 1 de diciembre el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, se destacó que la importante evolución en el tratamiento del HIV, vino asociada al riesgo de padecer otro tipo de enfermedades, principalmente, cardiovasculares. Si bien se sabe que las causas pueden ser múltiples, se recomienda mantenerse bajo control del especialista para supervisar el tratamiento, evitar el cigarrillo, realizar ejercicio físico, prevenir la diabetes y evitar la obesidad.
Como medida preventiva estos pacientes deben estar atentos a cualquier cambio durante el tratamiento, tales como modificaciones en el nivel del colesterol y aumento de la grasa corporal, evitando su acumulación en el abdomen.
Recientemente se presentó el diseño de un nuevo estudio desarrollado para reducir la incidencia de eventos adversos potencialmente serios relacionados con el tratamiento: las reacciones de hipersensibilidad.
Bajo el nombre de PREDICT 1, este estudio –al que accedió Asteriscos.Tv- realizado por GlaxoSmithKline (GSK) será el primero en determinar la utilidad de un test para predecir eventos adversos en pacientes HIV positivos tratados con Abacavir.
Este avance forma parte de la denominada investigación farmacogenética que permitirá desarrollar técnicas que podrían predecir qué individuos presentarán una forma de reacción de hipersensibilidad seria.
De esta manera, pacientes hipersensibles a esta droga no se verán expuestos a sufrir riesgos evitables, y su tratamiento será diseñado acorde a su perfil de tolerancia.
Por otro lado, el Sida, el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM) advirtió que durante los dos últimos años se duplicaron las consultas recibidas en su línea gratuita (0800 888 CELSAM) sobre infecciones de transmisión sexual (ITS) y el HIV.
Del total de las llamadas recibidas en el año 2006, el 2.8 % se remitieron a este tema, mientras que en lo que va del año las llamadas ascendieron al 4.4%.
“La mayoría de las consultas recibidas se refieren a donde realizar el test del VIH y cuan eficaz puede resultar el preservativo como método de prevención de las ITS. Es de vital importancia recodar el uso correcto del preservativo en todo tipo de contacto sexual, se trate de la vía vaginal, anal u oral. La OMS recomienda cómo método anticonceptivo ideal, el uso de pastillas anticonceptivas, para prevenir embarazos no deseados, y el uso de preservativos, para evitar infecciones por enfermedades de transmisión sexual y VIH”, asegura Karina Iza, ginecóloga miembro del Comité de desarrollo del CELSAM.
De acuerdo con el último estudio realizado por el CELSAM, acerca del uso de métodos anticonceptivos se concluyó que un bajo porcentaje de adolescentes conoce como usar correctamente un preservativo.
Según lo expresado por las adolescentes, es el varón quien debe comprarlos, llevarlos y utilizarlos. Si ellas exigen que el varón se lo ponga podrían ser tildadas de “chicas rápidas”.
En varias oportunidades las respuestas fueron: “Si lo conozco, por ahí no uso” o “sé que no tiene VIH porque me dijo que con otras chicas se cuidó”. Al respecto, los adolescentes manifestaron que el preservativo les quita sensibilidad, masculinidad y en algunas ocasiones ante la toma de alcohol se olvida su uso.
“Estas expresiones alarman, ya que aún hoy, el conocimiento que los jóvenes tienen sobre el VIH no parece ser suficiente para cuidarse. Siguen considerando que a ellos no les va a pasar y que el conocer a la persona de alguna manera les garantiza el NO contagio. Concepciones absolutamente erróneas ya que una persona pudo haber contraído ésta u otra infección y no ser conciente de ello porque nunca se realizó el test ni concurrió a un examen médico. Todavía hoy el VIH sigue asociado a un tipo especial de personas y de conductas sexuales”, afirmó Andrea Gómez, psicóloga miembro del comité de desarrollo del CELSAM.
La falta de educación sexual integral y temprana, la ausencia de diálogo y de un rol activo dentro de la familia, los roles de género que marca la sociedad, los mitos sobre los métodos anticonceptivos y de prevención de infecciones de transmisión sexual, el desconocimientos de los Derechos Sexuales y Reproductivos, atentan día a día con el derecho de las personas a cuidarse y evitar el contagio de VIH.
El CELSAM considera que un país maduro y adulto debe tomar estos temas como urgencias sanitarias y proveer a sus habitantes de todos los medios necesarios para prevenir este flagelo y llegar algún día, no muy lejano, a disminuir considerablemente las cifras de nuevos infectados de VIH.
Según estimaciones del Organismo de Naciones Unidas para la lucha contra el SIDA (ONUSIDA), en América Latina, 1,7 millones de personas conviven con el HIV y se estima que las dos terceras partes de las mismas viven en los cuatro países más grandes de América Latina: Argentina, Brasil, Colombia y México. En la Argentina 130.000 personas padecen de esta enfermedad.
Al conmemorarse el 1 de diciembre el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, se destacó que la importante evolución en el tratamiento del HIV, vino asociada al riesgo de padecer otro tipo de enfermedades, principalmente, cardiovasculares. Si bien se sabe que las causas pueden ser múltiples, se recomienda mantenerse bajo control del especialista para supervisar el tratamiento, evitar el cigarrillo, realizar ejercicio físico, prevenir la diabetes y evitar la obesidad.
Como medida preventiva estos pacientes deben estar atentos a cualquier cambio durante el tratamiento, tales como modificaciones en el nivel del colesterol y aumento de la grasa corporal, evitando su acumulación en el abdomen.
Recientemente se presentó el diseño de un nuevo estudio desarrollado para reducir la incidencia de eventos adversos potencialmente serios relacionados con el tratamiento: las reacciones de hipersensibilidad.
Bajo el nombre de PREDICT 1, este estudio –al que accedió Asteriscos.Tv- realizado por GlaxoSmithKline (GSK) será el primero en determinar la utilidad de un test para predecir eventos adversos en pacientes HIV positivos tratados con Abacavir.
Este avance forma parte de la denominada investigación farmacogenética que permitirá desarrollar técnicas que podrían predecir qué individuos presentarán una forma de reacción de hipersensibilidad seria.
De esta manera, pacientes hipersensibles a esta droga no se verán expuestos a sufrir riesgos evitables, y su tratamiento será diseñado acorde a su perfil de tolerancia.
Por otro lado, el Sida, el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM) advirtió que durante los dos últimos años se duplicaron las consultas recibidas en su línea gratuita (0800 888 CELSAM) sobre infecciones de transmisión sexual (ITS) y el HIV.
Del total de las llamadas recibidas en el año 2006, el 2.8 % se remitieron a este tema, mientras que en lo que va del año las llamadas ascendieron al 4.4%.
“La mayoría de las consultas recibidas se refieren a donde realizar el test del VIH y cuan eficaz puede resultar el preservativo como método de prevención de las ITS. Es de vital importancia recodar el uso correcto del preservativo en todo tipo de contacto sexual, se trate de la vía vaginal, anal u oral. La OMS recomienda cómo método anticonceptivo ideal, el uso de pastillas anticonceptivas, para prevenir embarazos no deseados, y el uso de preservativos, para evitar infecciones por enfermedades de transmisión sexual y VIH”, asegura Karina Iza, ginecóloga miembro del Comité de desarrollo del CELSAM.
De acuerdo con el último estudio realizado por el CELSAM, acerca del uso de métodos anticonceptivos se concluyó que un bajo porcentaje de adolescentes conoce como usar correctamente un preservativo.
Según lo expresado por las adolescentes, es el varón quien debe comprarlos, llevarlos y utilizarlos. Si ellas exigen que el varón se lo ponga podrían ser tildadas de “chicas rápidas”.
En varias oportunidades las respuestas fueron: “Si lo conozco, por ahí no uso” o “sé que no tiene VIH porque me dijo que con otras chicas se cuidó”. Al respecto, los adolescentes manifestaron que el preservativo les quita sensibilidad, masculinidad y en algunas ocasiones ante la toma de alcohol se olvida su uso.
“Estas expresiones alarman, ya que aún hoy, el conocimiento que los jóvenes tienen sobre el VIH no parece ser suficiente para cuidarse. Siguen considerando que a ellos no les va a pasar y que el conocer a la persona de alguna manera les garantiza el NO contagio. Concepciones absolutamente erróneas ya que una persona pudo haber contraído ésta u otra infección y no ser conciente de ello porque nunca se realizó el test ni concurrió a un examen médico. Todavía hoy el VIH sigue asociado a un tipo especial de personas y de conductas sexuales”, afirmó Andrea Gómez, psicóloga miembro del comité de desarrollo del CELSAM.
La falta de educación sexual integral y temprana, la ausencia de diálogo y de un rol activo dentro de la familia, los roles de género que marca la sociedad, los mitos sobre los métodos anticonceptivos y de prevención de infecciones de transmisión sexual, el desconocimientos de los Derechos Sexuales y Reproductivos, atentan día a día con el derecho de las personas a cuidarse y evitar el contagio de VIH.
El CELSAM considera que un país maduro y adulto debe tomar estos temas como urgencias sanitarias y proveer a sus habitantes de todos los medios necesarios para prevenir este flagelo y llegar algún día, no muy lejano, a disminuir considerablemente las cifras de nuevos infectados de VIH.