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28 de marzo de 2024
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¿Qué ocurre cuando los niños no quieren comer?
Los trastornos de alimentación en niños tienen variadas causas. Algunas son anatómicas, otras neurológicas y en muchísimos casos de relación con sus padres. Entre el 25 y el 45% de los niños con un desarrollo normal tienen problemas con la alimentación. En general al niño problemático, no le interesa comer y sus padres se desesperan. El enfoque siempre debería ser multidisciplinario.
21 de junio de 2013
Los trastornos de alimentación en niños tienen variadas causas. Algunas son anatómicas, otras neurológicas y en muchísimos casos de relación con sus padres. Entre el 25 y el 45% de los niños con un desarrollo normal tienen problemas con la alimentación. En general al niño problemático, no le interesa comer y sus padres se desesperan. El enfoque siempre debería ser multidisciplinario.

En general, un niño normal tarda aproximadamente 20 minutos en comer, pero hay ocasiones en que los niños demoran mucho tiempo más porque presentan distintos trastornos de la alimentación.

Según explicó el doctor Colin Rudolph, especialista en trastornos en el tema, docente de la Universidad de California en San Francisco, las causas de estos problemas ser las siguientes:
Inhibición del apetito: (problemas de relación con sus padres, medicación, factores hormonales).

Problemas de succión y deglución inadecuada o falta de coordinación con la respiración (trastornos anatómicos y/o funcionales).

Se sabe que entre el 25 y el 45% de los niños con un desarrollo normal tienen problemas de alimentación. Sin embargo, estas cifras aumentan al 80% cuando los pequeños tienen trastornos neurológicos.

Los problemas de relación con los padres, también llamadas “trampas de alimentación”, son muy frecuentes y tienen que ver con una falta de límites claros por parte de los padres. Los niños saben que los adultos se desesperan si no comen lo que ellos quieren, cuando lo quieren y como ellos quieren.

Es así que “estos padres son manipulados por sus hijos por no poder relacionarse adecuadamente, entonces los adultos terminan por comprarle sólo lo que el niño quiera comer, y permitiendo que a la hora de comer se muevan por toda la casa, lloren, etc. No poner límites a esta situación sólo refuerza las actitudes negativas y no llevarán a una alimentación normal. El niño no puede ser quien toma las decisiones”, afirmó enfáticamente Rudolph, durante su conferencia en el Segundo Encuentro Latinoamericano “Temas selectos de nutrición” realizado en Mendoza por Mead Johnson Nutrition.

Muchas veces estas problemáticas sobre los trastornos de la alimentación de un niño tiene que ver con que los padres no prestan la debida atención a los aspectos positivos de sus hijos, entonces ellos perciben que haciendo problema con la comida ellos estarán más atentos.

“Por otra parte, hay ocasiones en que los adultos proyectan sobre los niños sus propias aversiones hacia los alimentos y dicen como a mí no me gusta el brócoli, a vos tampoco te va a gustar”, aseguró el doctor Rudolph.

Las dificultades en el proceso de succión-deglución y la coordinación respiratoria suelen ser una causa bastante frecuente de trastornos de la alimentación en niños con algún tipo de problema neurológico. “También es muy difícil lograr este ritmo cuando hay situaciones como paladar hendido o problemas anatómicos en la laringe” explicó Rudolph. Son múltiples las situaciones que pueden causar problemas en la deglución y por ello debe ser muy bien evaluado.

En todos los casos, el abordaje de los trastornos de alimentación debe ser interdisciplinario. Luego de comentar que el mejor equipo de trabajo que él conoce funciona en Uruguay, el doctor Rudolph afirmó que “lo más adecuado es que este grupo de abordaje esté integrado por profesionales de la psicología conductual, el trabajo social, la fonoaudiología, de la nutrición, terapia ocupacional y medicina”.

Finalmente, el profesional explicó que “a veces el problema puede empezar con una causa anatómica que se corrige con trabajo fonoaudiológico. Pero como a raíz de esa problemática se han instalado conductas inadecuadas con respecto a la comida, llega un punto donde, una vez resuelto lo anatómico, es necesario pasar al tratamiento psicológico conductual, para lograr que el niño acepte la comida sin conflictos. Una vez que lo logra la profesional a solas con el niño, finalmente, se incorporará a los padres con los consejos pertinentes para establecer una nueva relación con la alimentación”, concluyó a modo de ejemplo el profesional extranjero.