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Los trastornos de la conducta alimentaria
¿Cómo detectar tempranamente los trastornos de la conducta alimentaria?
7 de noviembre de 2013
Omar Amador Alva Lilué, Psiquiatra, MN 89160, Director de CETAL (Centro de Trastornos Alimentarios), Presidente de FUNDAIBA (Fundación interdisciplinaria para la Docencia, Atención e Investigación en Bulimia, Anorexia y enfermedades Asociadas) y Coordinador Asistencial del Servicio de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Argerich explicó que un Trastorno de la Conducta Alimentaria "es un cuadro caracterizado por dos criterios fundamentales que deben cumplirse, a saber: alteración de la conducta alimentaria (por ejemplo: restricción alimentaria, atracones, vómitos autoprovocados, abuso de laxantes, etc.) COMO CONSECUENCIA de excesiva preocupación por la imagen corporal, distorsión de la misma o temor mórbido al aumento de peso. Hoy hay definidos tres Trastornos de la Conducta Alimentaria principales: Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa y Trastorno por Atracones".

"En la Anorexia Nerviosa, junto a los dos criterios mencionados previamente, las pacientes se encuentran adelgazadas, en algunos casos hasta niveles que ponen en riesgo su vida (por ejemplo, una paciente que estuvo internada en el Hospital Argerich por Anorexia Nerviosa, medía 1.70 m y pesaba 29.9 kg), con una negación de la gravedad de dicha enfermedad (esta misma paciente, poco antes de la internación, asistía a la Universidad y no terminaba de entender el motivo por el cual la internábamos). Cabe destacar que la Anorexia Nerviosa es la enfermedad más letal de la psiquiatría. Más letal que la Esquizofrenia, los Trastornos Relacionados con Sustancias (también conocidos como “Adicciones”) y el Trastorno Bipolar", indicó.

En la Bulimia Nerviosa la paciente presenta, en forma regular, atracones (los cuales están caracterizados por el consumo, en períodos cortos, de una importante cantidad de comida), seguidos de conducta compensatoria posterior (con la finalidad de eliminar calorías), caracterizada por ayunos prolongados, excesiva actividad física, vómitos autoprovocados, abuso de laxantes, diuréticos, medicación anorexígena y/o eméticos. La conducta compensatoria posterior produce cambios en el medio interno que pueden poner en riesgo la vida de la paciente.

En el Trastorno por Atracones hay atracones en forma regular, pero los mismos no están seguidos por conductas compensatorias posteriores. Con frecuencia el mismo está asociado al Sobrepeso y la Obesidad.

Se calcula que más de un 5% de la población femenina entre 15 y 34 años presenta algún Trastorno de la Conducta Alimentaria, llegando a casi un 10% en las estudiantes secundarias de los grandes centros urbanos. Además de las complicaciones clínicas previamente mencionadas, las pacientes pueden cometer tentativas suicidas, siendo el suicidio consumado otra causa de muerte de estos graves cuadros.

Debido a todo ello (siendo esto más grave en la Anorexia Nerviosa y en la Bulimia Nerviosa) es fundamental la detección temprana, ya que la misma reduce notoriamente el riesgo de las severas complicaciones ya mencionadas, así como también la frecuente cronificación de estos cuadros. Incluso se puede evitar la instalación completa de cualquiera de ellos, si las acciones de prevención ocurren tempranamente.
Hay muchos estudios acerca de cómo detectar tempranamente la presencia de un Trastorno de la Conducta Alimentaria. A partir de los mismos, en conjunto con el psiquiatra infantojuvenil Sebastián Cukier (con quien hemos publicado varios artículos del tema), hemos seleccionado un listado de síntomas y signos, priorizando los que tienen mayor evidencia y son más simples de detectar. De esta forma, ante la aparición de alguno de ellos es fundamental contactar a un Equipo especializado:

1. Excesiva preocupación por el peso y la figura corporal, de tal forma que se torna un tema central.

2. Realización de uno o varios episodios de ayuno (sólo ingesta de líquido) durante un día o más, para descender de peso.

3. Realización de menos de 3 ingestas diarias.

4. Conducta dietante crónica (prácticas de 3 ó más dietas hipocalóricas al año).

5. Realización de dietas disociadas sin indicación médica y continuarlas a pesar de haberse sentido mal.

6. Ausencia continua en las principales comidas familiares.

7. Presencia de sintomatología gastrointestinal inespecífica postingesta (ejemplo: se queja continuamente de dolor de estómago luego de comer).

8. Selectividad alimentaria (limitación de la elección de alimentos a unos pocos, siendo muy importante cuando aparece en la pubertad y cuando hay tendencia a dejar de ingerir numerosos alimentos con alto contenido de hidratos de carbono y/o grasas, por ejemplo: pan, arroz, pastas, otros cereales, facturas, dulces, aceite natural, frituras, etc.).

9. Amenorrea (ausencia de tres menstruaciones consecutivas) vinculada a la pérdida de peso.