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16 de abril de 2024
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Salud sexual: ellas son las que más se cuidan
Ellas son las que más se ocupan de la prevención de enfermedades y de evitar embarazos no deseados. Los varones que más consultan son adolescentes. El preservativo es el método anticonceptivo que más se pide. Los datos son parte de un balance a 10 años de la creación del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable de la Provincia.
14 de noviembre de 2013
En los últimos diez años aumentó 17 veces la cantidad de bonaerenses que reciben métodos anticonceptivos gratuitos en hospitales y centros de salud: en 2003 fueron 105.808 y el año pasado 1.825.284. Un dato persiste: 9 de cada 10 consultantes sobre salud sexual son mujeres, y de ellas el 29 por ciento son adolescentes. Los varones abarcan sólo el 5 por ciento y de ellos el 42 por ciento tiene menos de 19 años.

El Primer Informe sobre la Situación de Salud de las mujeres en los distritos de la Provincia reveló que, en cuatro años, se incrementó del 31,8 al 42 por ciento la cantidad de mujeres que “siempre” se cuida en sus relaciones sexuales. También, aumentó en 10 puntos porcentuales el uso del preservativo que es, lejos, el método que más solicitan: un 65 por ciento del total, seguido por los anticonceptivos orales.

Estos datos fueron presentados hoy en el hospital El Dique de Ensenada por el ministro de Salud de la Provincia , Alejandro Collia, durante la celebración de los 10 años del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable.

“Ahora nos parece natural que cualquier persona vaya a un hospital o a una salita, se asesore y solicite métodos gratuitos para evitar las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados”, dijo Collia y aclaró que “esto no ocurría antes, es un logro que comenzó a hacerse realidad en 2003, con la sanción de la ley 13.066, que garantizó ese derecho como parte del derecho a la salud”.

En cuanto a la escasa consulta por parte de los varones en materia de salud sexual, la coordinadora del Programa, Marisa Matía, dijo estar “trabajando fuertemente en escuelas y efectores de salud para que la conciencia sobre el cuidado sexual y reproductivo involucre también a los hombres, porque en parejas heterosexuales observamos que la que se ocupa de consultar es, mayormente, la mujer”.

Desde hace dos años el Programa de Salud Reproductiva pasó de la órbita del Programa Materno Infantil al Área de Políticas de Género. Para Matía este pasaje, lejos de ser una cuestión formal, cambia la concepción “conservadora” de la sexualidad que persistía en el Estado: “Antes se pensaba en sexo sólo en términos femeninos y reproductivos, sin embargo, hoy estamos ampliando la visión e incluyendo en las políticas de salud sexual múltiples sexualidades que antes no se contemplaban”.

EL ROTAFOLIO
Cómo abordar a los adolescentes, a las mujeres después de un aborto, a los homosexuales o trans constituye, para muchos médicos y trabajadores de la salud, situaciones novedosas. Por eso, el ministerio de Salud provincial presentó hoy un rotafolio virtual, una herramienta que expone en forma didáctica, con ilustraciones y recomendaciones cómo responder a las inquietudes, cada vez más diversas, que aparecen en los 2.138 establecimientos de salud de la provincia en los que se ofrece consejería y métodos anticonceptivos.

“En el rotafolio, que es un cuadernillo virtual, hacemos hincapié en cuestiones técnicas, por ejemplo en qué método es recomendable para el o la adolescente, pero también incluimos recomendaciones comunicacionales que no expulsen del sistema de salud al que consulta, sino que lo atraiga y lo haga sentir contenido e interpretado en sus necesidades”, detalló Matía.

Por ejemplo, en el rotafolio, se hace hincapié en que no se debe dar por sentada la orientación sexual del que consulta. En ese sentido se sugieren preguntas abiertas, por ejemplo: ¿Tiene relaciones sexuales con hombres, mujeres o con ambos?

También incluye precisiones, desde la perspectiva de género, sobre cómo abordar a los chicos menores de 19 años, a la población trans y a las personas que viven con VIH para que se sientan en ámbitos “confiables y confidenciales” a la hora de hablar sobre “algo tan íntimo, personal y particular como el libre ejercicio de la sexualidad”, concluyó Matía.