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29 de marzo de 2024
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Las hormonas y sus efectos en la piel
El aspecto de la piel depende de factores tanto externos como internos. Cuáles son las causas de las alteraciones cutáneas y sus diferentes alternativas para tratarlas.
19 de septiembre de 2014
El buen o mal funcionamiento del aparato endocrino influye en la salud general y se refleja en todos los órganos incluyendo la piel que es el más extenso de todos. Las hormonas determinan ciertas características en la dermis como por ejemplo su coloración, grasitud o grosor por lo que es importante considerar el factor hormonal a la hora de evaluar alteraciones en la piel.

Laura Maffei, directora de Maffei Centro Médico, explicó que las características de la piel "dependen de la genética, la edad, el género, la salud y estado general del cuerpo, la ingesta de medicamentos, las hormonas, la higiene y cuidados que se dan a la piel, la alimentación".

"Por esto la piel cambia en cada etapa de la vida. La piel de la mujer experimenta grandes cambios en tres etapas como son la pubertad, el embarazo y la menopausia", explicó Maffei.

La especialista indicó que "en la adolescencia, la activación de los andrógenos estimulan la actividad de la glándula sebácea y hay una mayor producción de grasa en la piel, que origina acné. En tanto, durante el embarazo se activan los estrógenos y los progestágenos favoreciendo la hiperpigmentación de la cara y la aureola de los senos, las axilas y la línea media del abdomen".

"Incluso lunares y pecas pueden volverse más oscuros y aumentar en cantidad. Y en la menopausia, el cese en la producción de estrógenos provoca cambios notorios como piel reseca, flaccidez, pérdida de elasticidad y afinamiento. La intensidad de estos cambios varía de una mujer a otra, y en el caso de la pubertad y el embarazo, los cambios suelen desaparecer cuando se sale de este momento", añadió la especialista.

En cambio, añadió, "hay alteraciones de carácter hormonal (sin considerar un momento particular del ciclo de la vida) entre las que se pueden destacar el hiper e hipotiroidismo y que es preciso tratar con especialistas para equilibrar la disfunción y mejorar la calidad de vida de la persona".

"En el caso del hipertiroidismo, al tratarse de un desequilibrio producto de un exceso de hormonas tiroideas, tanto la piel como el resto de los órganos sufren un notable aumento del metabolismo celular. En consecuencia se produce un aumento del flujo sanguíneo y la piel se torna colorada, con una temperatura notablemente mayor a lo habitual y con una textura “blanda”. Además se puede manifestar poca tolerancia al calor", remarcó la experta.

Maffei destacó que el hipotirodisimo, por el contrario, "es una insuficiencia de las hormonas tiroideas. Por este motivo disminuye el flujo sanguíneo y la piel se manifiesta pálida, con una temperatura menor y seca. En muchos casos el paciente puede tener la superficie dérmica cubierta de finas escamas e incluso las heridas suelen cicatrizar lentamente".

"Otra alteración hormonal que provoca cambios en la dermis es el Síndrome Hiperandrogénico, que es tratable siempre y cuando sea diagnosticado y tratado por un profesional. Este síndrome representa una de las alteraciones endócrinas más comunes en mujeres en edad reproductiva y se caracteriza por un exceso de andrógenos (hormonas sexuales masculinas). La presencia excesiva de este tipo de hormonas puede ser causante tanto de acné y aumento de la grasitud en la piel, como de otras patologías entre las que se encuentran el hirsutismo (crecimiento excesivo de vello en zonas masculinas como el mentón, cuello, abdomen y alrededor del pezón), alopecia (pérdida anormal del pelo), trastornos del ciclo menstrual, disfunción ovulatoria", dijo.

La experta comentó que "por su parte, la diabetes genera un aumento del azúcar en sangre produciendo cambios cutáneos con mayor predisposición a infecciones micóticas y bacterianas".

"Otras situaciones frecuentes son los problemas de circulación en las extremidades inferiores, el retraso de la cicatrización y la sequedad en la piel junto con la pérdida de vello. Los diabéticos requieren un especial cuidado en los pies, ya que esta zona es propensa a sufrir infecciones a causa de la alteración de la sensibilidad, situación que se presenta en la mitad de los pacientes", comentó.

Ante los primeros síntomas, es importante realizar la consulta con un endocrinólogo. El diagnóstico temprano es fundamental para que el profesional pueda evaluar las condiciones de la paciente y así indicar el tratamiento adecuado. De esta manera se puede tratar en simultaneo la patología de base hormonal acompañada por otros procedimientos externos para obtener una mejora más efectiva. Gracias al avance de la medicina, actualmente existen múltiples procedimientos para poder combatir los síntomas cutáneos y son los siguientes:

*Ozonoterapia: Es un tratamiento natural que consta de propiedades antiinfecciosas, antivíricas y antiinflamatorias. La ozonoterapia produce una activación sanguínea aportando oxígeno y reduce los niveles de colesterol y ácido úrico, eliminando los componentes sólidos de la sangre.

*Radiofrecuencia: Esta alternativa, consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas sobre la piel. Su finalidad es la creación de fibra nueva y colágeno como así también realizar un drenaje a nivel superficial.

*Microdermoabrasión: Este procedimiento consiste en la eliminación de las capas exteriores de células en la piel y es ideal para mantenerla limpia, joven y suave. Es el tratamiento indicado para que la dermis se renueve de manera natural, ya que ayuda a eliminar cicatrices y disminuye notablemente las arrugas.

*Otros: Además de los tratamientos más complejos, dependiendo el caso, el profesional puede aconsejar la utilización de otras alternativas como por ejemplo cremas especiales. Otras recomendaciones pueden apuntar a la incorporación de ciertos hábitos que consistan en una correcta higiene, hidratación y humectación de la piel para acompañar la efectiva recuperación de la paciente.