Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
26 de abril de 2024
Seguinos en
Las cardiopatías congénitas y los bebés
En Argentina, cada año nacen 7 mil bebés con problemas cardíacos. Debido a la fragilidad de sus pulmones y conductos respiratorios, corren mayores riesgos de sufrir otras complicaciones como bronquiolitis o neumonía.
13 de febrero de 2015
Las Cardiopatías Congénitas son una de las principales causas de muerte en menores de un año de vida, por eso, al conmemorarse el 14 de febrero el Día Mundial de esta afección, es preciso generar conciencia sobre la importancia del diagnóstico temprano durante el embarazo, la realización de cirugías correctoras lo más temprano posible y los riesgos asociados a enfermedades respiratorias.

Considerada como la anomalía congénita más común en todo el mundo, nacen más de un millón de bebés por año con CPC.

Las medidas preventivas y los cuidados que deben tener los padres de bebés con problemas cardíacos desde su nacimiento, resultan esenciales para brindarles una buena calidad y expectativa de vida.

Riesgos ante infecciones respiratorias

La cardiopatía congénita es una anomalía en la estructura y el funcionamiento del corazón debido a una malformación del mismo, o de los vasos sanguíneos cercanos, durante el desarrollo embrionario. Esta afección debilita el sistema cardiopulmonar de los bebés, exponiéndolos a contraer severas infecciones respiratorias por el virus sincicial respiratorio (VSR), virus influenza, neumococo, bordetella pertussis y otros agentes infecciosos que afectan a la población general y que se manifiestan a través de una neumonía o bronquiolitis. De este modo, los bebés con problemas del corazón requieren más del doble de internaciones que las habituales por su afección cardíaca, a causa de estas infecciones.

El Dr. Pablo Marantz, Jefe de Servicio de Cardiología Pediátrica del Hospital Italiano, asegura que “la infección por el virus sincicial respiratorio complica el normal tratamiento de bebés con cardiopatías congénitas. En el 7 por ciento de los casos el virus puede demorar, e incluso suspender, la cirugía”.

En este sentido, una cirugía cardíaca realizada cuando un bebé muestra signos de infección respiratoria, en general, se asocia a un elevado riesgo de complicaciones post-operatorias. Luego de la intervención, la posibilidad de infección puede continuar siendo elevada durante la recuperación.

Cómo reducir el riesgo de infecciones respiratorias
Desde el seno familiar es posible proteger a los bebés con cardiopatías congénitas de las infecciones respiratorias, a través de las siguientes medidas preventivas:
Promover y sostener la lactancia materna, ya que de esta manera el bebe recibe protección a través de anticuerpos.
Lavarse las manos con agua y jabón.
Evitar la contaminación ambiental con humo (ej.: humo de cigarrillo).

Evitar el hacinamiento.
• Realizar controles mensuales con el pediatra de cabecera.
Promover el cumplimiento del programa de vacunación e inmunización.

Detección temprana y cuidados especiales
Si bien para la mayoría de los defectos congénitos no se ha identificado una causa, el Dr. Marantz indica que “durante el embarazo se pueden evitar situaciones que los provoquen, tales como el consumo de alcohol y drogas, y la ingesta de medicamentos que no estén indicados por el obstetra”.

La principal medida preventiva es el diagnóstico prenatal mediante la ecografía cardíaca fetal, es decir, cuando el bebé aún se encuentra en el útero materno. “Es importante que el ecografista obstétrico intente sospechar la presencia de una cardiopatía ya que de esta manera se podrá organizar el parto en el centro adecuado con las facilidades cardiovasculares para prestarle al recién nacido las medidas necesarias evitando la insuficiencia cardíaca aguda, inestabilidad metabólica e infecciones”, asegura el especialista.

A su vez, es necesario realizar un examen de sangre para detectar la inmunidad contra la rubéola y controlar el nivel de azúcar en sangre, especialmente en las mujeres con diabetes.

“Un aporte nutricional balanceado, la atención de un especialista para prevenir episodios graves por medio de medicación específica, y tomar medidas higiénicas son cuidados esenciales que deben tener los padres de bebés que padecen estas afecciones cardíacas”, señala el Dr. Marantz. Entre estas últimas medidas, se destaca el aislamiento del bebé en el período invernal, cuando se presentan los picos más altos de virus sincicial respiratorio.

Tratamiento
El 70 por ciento de los bebés que nacen con cardiopatía congénita deben atravesar por una sola intervención quirúrgica, mientras que el 30 por ciento restante, identificado como el grupo de pacientes con cardiopatía congénita tipo ventrículo único, se somete a dos intervenciones en el primer año de vida.

El experto en cardiología pediátrica agrega que “el 95 por ciento de estos niños sobrevive luego del tratamiento quirúrgico oportuno”. Y concluye: “No todas las cardiopatías congénitas requieren cirugía. Algunas no presentan repercusión hemodinámica y permiten realizar una vida totalmente normal, e incluso pueden llegar a desaparecer con el tiempo”.