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18 de abril de 2024
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VPH: Un aliado del cáncer de cuello uterino
El 70% de las mujeres sexualmente activas han estado, incluso sin saberlo, expuestas a este virus en algún momento de sus vidas. Sin embargo, muchas mujeres no lo eliminan y corren riesgo de padecer serias lesiones.
20 de marzo de 2015
El 70% de las mujeres sexualmente activas han estado, incluso sin saberlo, expuestas a este virus en algún momento de sus vidas. Sin embargo, muchas mujeres no lo eliminan y corren riesgo de padecer serias lesiones.

El cáncer de cuello de útero es la segunda causa de muerte por cáncer ginecológico en la mujer, luego del cáncer de mama. En nuestro país se diagnostican miles de casos nuevos por año, con un alto índice de mortalidad, en donde más de 1.800 mujeres pierden la vida a raíz esta enfermedad.

La ginecóloga María Virginia Meyorin, miembro del “Instituto de Inmunooncología Dr. Ernesto J.V. Crescenti”, señaló que "uno de los grandes desencadenantes del cáncer de cuello uterino es el Virus del Papiloma Humano".

"El VPH es la infección de transmisión sexual más frecuente que se contagia a través del contacto genital, coito anal y mediante el sexo oral", indicó Meyorin.

El VPH afecta a personas jóvenes sexualmente activas, tanto a hombres como mujeres, aunque a las mujeres en mayor medida. Se estima que el 70% de las mujeres que inicia sus relaciones sexuales adquiere una infección por VPH en algún momento de su vida, en muchos casos sin saberlo.

"Esto se debe a que las infecciones genitales por VPH son muy comunes y en su mayoría transitorias, ocurriendo en forma asintomática y desapareciendo sin dejar evidencias de la infección. Existen una gran cantidad de tipos de VPH que pueden causar desde verrugas genitales hasta cáncer cervicouterino. Las verrugas genitales afectan a ambos sexos por igual y deben ser tenidas en cuenta por su alto grado de contagio. La presencia de verrugas genitales no necesariamente se relaciona con el cáncer de cuello de útero, pero el hecho de tenerlas indica que el virus está presente", dijo la especialista.

La ginecóloga indicó que "el período que transcurre desde la exposición vírica hasta la aparición de las verrugas o enfermedades cervicales es muy variable y el virus puede permanecer latente en algunas personas durante mucho tiempo".

"Por lo tanto, no es posible determinar con exactitud cuándo o de quién se contrajo la infección", añadió.

Consejos para la prevención

Chequeos anuales: Las mujeres que hayan comenzado su vida sexual deben visitar periódicamente al ginecólogo y efectuarse los siguientes estudios:

- Papanicolaou: permite detectar alteraciones incipientes del cuello uterino. Durante la prueba se toma una pequeña muestra de células obtenidas del cuello de útero para examinarlas bajo un microscopio.

- Colposcopia: permite visualizar el cuello del útero para localizar posibles lesiones premalignas.

- Test de Captura Híbrida 2: prueba sencilla e indolora que permite detectar, con una certeza superior al 98,5%, la presencia de lesiones premalignas. Garantiza una identificación más temprana de las mujeres con riesgo de padecer cáncer de cuello uterino.

Vacunación: La vacuna fue incorporada al Calendario Nacional de vacunación en mayo de 2011 y debe aplicarse en forma gratuita y obligatoria a las niñas entre 11 y 16 años que no hayan estado expuestas al virus VPH.

Cuidados: Debido a que frecuentemente no aparecen síntomas obvios es muy difícil decir si alguien está infectado. Siempre debe promoverse el uso de preservativos ya que pueden reducir el riesgo de contraer VPH y otras enfermedades de transmisión sexual. Como así también la realización de estudios preventivos.

"Al ser una infección, en la mayoría de los casos, transitoria y eliminada sin tratamiento alguno, es necesario tomar conciencia de los riesgos que puede provocar y recordar que con la realización de los controles periódicos y una detección temprana, la incidencia de este tipo de patologías puede prevenirse", concluyó.