Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
29 de marzo de 2024
Seguinos en
La cirrosis no siempre es alcohólica
La Obesidad, junto con la edad mayor a 50 años, la insulino resistencia y la Diabetes tipo 2, son factores de riesgo establecidos para padecer Enfermedad de Hígado Graso No Alcohólico (EHGNA).
16 de octubre de 2015
La Obesidad, junto con la edad mayor a 50 años, la insulino resistencia y la Diabetes tipo 2, son factores de riesgo establecidos para padecer Enfermedad de Hígado Graso No Alcohólico (EHGNA). Dicha afirmación está comprobada científicamente ya que dentro de la población de obesos mórbidos, el 95% presenta EHGNA y el 12% presenta cirrosis al momento del diagnóstico.

Según la Dra. María Inés Alonso, hepatóloga del Programa de Obesidad y Cirugía Mini Invasiva, el hígado graso se caracteriza por ser una enfermedad asintomática en la mayoría de los pacientes, pudiendo manifestarse muy pocas veces por un lado, como pesadez en el lado derecho del abdomen o por hepatomegalia (aumento patológico del tamaño del hígado); y por otro lado, mediante estudios de laboratorio algunos pacientes presentan aumento leve de las enzimas hepáticas (transaminasas), que puede estar asociado a alteración del metabolismo de los lípidos (dislipidemia) , insulino resistencia o diabetes.

Para el diagnóstico de la enfermedad suele realizarse una ecografía abdominal, pero esta pierde sensibilidad en los pacientes obesos. La única forma que existe hasta el momento de diagnosticar la severidad de la enfermedad, es la biopsia hepática. A través de ella podemos evaluar si existe infiltración grasa, si hay presencia de inflamación y lo más relevante, conocer el grado de fibrosis a nivel hepático el cual definirá si el paciente presenta cirrosis hepática.

En un estudio llevado a cabo por el Programa de Obesidad y Cirugía Mini Invasiva, en el que se analizaron datos de 256 biopsias hepáticas realizadas durante cirugías bariátricas, el 13 % presentaba cirrosis, sin antes haber detectado anomalías en estudios de laboratorio o en diagnósticos por imágenes.

Para la Dra. Alonso, el descenso de peso y la actividad física son la base para el tratamiento de la enfermedad: “es sabido que existe mejoría histológica con una pérdida del 10% del peso corporal”, y asegura además que “para un óptimo tratamiento del paciente este debe ser abordado por un equipo multidisciplinario donde hepatólogo, clínico, cardiólogo, endocrinólogo, nutricionista y equipo de salud mental trabajen juntos para su bienestar y salud integral”.