La muerte de una niña de 12 años como consecuencia del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) aparentemente como consecuencia de haber comido hamburguesas en una fiesta del colegio al que concurría en el barrio de Saavedra, encendió nuevamente la luz de alarma sobre este mal, que es muy peligroso, pero fácilmente evitable.

El SUH es una patología que puede ser causada por una bacteria llamada Escherichia Coli y cuya principal fuente de transmisión es la carne poco cocida, aunque también fue encontrada en verduras y frutas que no han sido correctamente lavadas.

Según explicaron médicos especialistas a Asteriscos.tv, la mayor parte de las veces la Escherichia Coli es ingerida al comer carne picada, porque es allí la bacteria puede pasar de la superficie al interior del producto y donde es más difícil que alcance la temperatura necesaria para eliminarla.

La bacteria se puede encontrar en el intestino de animales bovinos sanos y otros animales de granjas, y llegar a la superficie de las carnes por contaminación en el proceso de faenamiento o por manipulación del operador.

Ante esta situación, el Ministerio de Salud porteño emitió algunas recomendaciones para evitar el SUH:

- Amamantar a los menores en etapa de lactancia, para reducir el riesgo de manipulación y contaminación de alimentos.
- Beber y cocinar siempre con agua potable.
- Lavarse las manos antes y después de preparar alimentos.
- Lavarse las manos antes y después de ir al baño, y/o del cambio de pañales.
- Los propios alimentos crudos son con frecuencia fuente de contaminantes, pues albergan en circunstancias naturales agentes patógenos o proceden de animales infectados.
- Es importante la rápida refrigeración de los alimentos cocidos (no mantenerlos a temperatura ambiente).
- Cocinar los alimentos de manera homogénea y uniforme, especialmente aquellos de origen animal (no deben quedar partes centrales a medio cocer), de modo de esterilizar a través del calor los posibles agentes patógenos contaminantes, o sus toxinas.
- Recalentar correctamente aquellos alimentos preparados con antelación.
- Limpiar los cubiertos, tablas, y/o mesadas utilizados para cocinar. No utilizar los mismos utensilios (cuchillo, tenedor, cuchara, etc.) para los alimentos crudos y los cocidos.
- Lavar las frutas y verduras con agua segura.
- Evitar consumir productos expendidos en la vía pública o de fabricación casera; jugos, lácteos y bebidas no pasteurizados; embutidos no debidamente controlados por el SENASA; quesillos de cabra, etc.
- Las personas que estén cursando enfermedades dermatológicas, respiratorias agudas, gastrointestinales, y/o parasitarias, pueden transmitir microorganismos contaminantes, a través de la manipulación de alimentos.