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Volvieron las clases, vuelven los piojos
10 de marzo de 2008
El medicamento fue entregado en las sedes de las doce Regiones Sanitarias en las que se divide la Provincia, para su posterior distribución en los hospitales públicos bonaerenses. Es que si bien lo más molesto de los piojos es la intensa picazón, ésta no es su peor consecuencia.
No tratarlos deriva en que “el rascado desesperado de los chicos les provoque microheridas en el cuero cabelludo lo que, a su vez, permite el ingreso de bacterias al organismo procedentes de la materia fecal del insecto, que pueden generar infecciones, irritación excesiva en el caso de las personas alérgicas, costras, supuración y la inflamación de los ganglios”, explica la dermatóloga Alicia Rossitto del servicio de Dermatología del hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata.
El director del Laboratorio Central de Salud Pública Sebastián Marotz, explicó que, además, “se mantendrán en stock unos 20 mil pediculicidas para entregar en forma totalmente gratuita en caso de que haya una mayor demanda a lo largo del año”. Este tratamiento tiene como principio activo una droga llamada permetrina. Se trata de una loción que se debe esparcir en el cabello y cabeza como si fuera un champú, dejarlo actuar cinco minutos y luego lavar o, directamente, pasar el peine fino.
Lavar, planchar y hasta freezar
Si bien el piojo no salta como se suele creer, el contagio es muy simple: se produce por contacto directo de una persona infectada con otra, o bien por compartir elementos que pueden tener piojos, como peines, cepillos, colitas, fundas de almohadas, toallas y hebillas.
“Por eso de nada sirve realizar los tratamientos o sacar los piojos en forma regular con el peine fino, si no se toman medidas con esos objetos en los cuales el parásito puede vivir hasta 48 horas”, agrega Rossito y recomienda que todas las cosas que estén en contacto con la cabeza se laven y, si es posible, se las deje fuera de la casa a una temperatura baja durante un par de noches, “porque los piojos pueden vivir fuera del organismo humano sólo si se dan ciertos niveles de humedad, de entre el 70 y el 90 por ciento, y una temperatura de alrededor de 30 grados”.
Otra de las recomendaciones consiste en lavar y planchar todos días las sábanas y, muy especialmente, las fundas de las almohadas para evitar volver a contagiarse luego de un tratamiento. Pero si se tiene en cuenta el clima poco propicio de estos días y el alto nivel de humedad, que resulta ideal para la supervivencia de estos parásitos, lo mejor es que aquellas familias que tengan freezer lo utilicen para colocar los objetos que están en contacto con la cabeza, “dado que, a bajas temperaturas, el piojo muere” comenta Rossitto.
Por otra parte, la especialista asegura que, más de una vez, los pacientes llegan al Hospital por otras patologías del cuero cabelludo y recién de ese modo indirecto, se llega a la pediculosis como causa primaria de la afección.
En el afán de erradicar al parásito y sus huevos, muchas madres apelan a cualquier tipo de sustancias con tal de que sus hijos se dejen de rascar. No obstante, los especialistas advierten que esto puede resultar altamente tóxico sobre todo si se tiene en cuenta que muchas veces utilizan pulguicidas de uso veterinario, kerosene o insecticidas, sustancias que no sólo carecen de efectos contra los piojos y liendres sino que además pueden provocar serias intoxicaciones.
En este sentido la jefa de toxicología del hospital de Niños de La Plata, Ana María Girardelli, señaló que “esas sustancias producen intoxicaciones agudas e incluso trastornos crónicos de orden neurológico, reproductivo e inmunológico, vale decir: su uso es por demás nocivo”. Frente a eventuales dudas sobre qué productos es factible usar y cuáles son peligrosos para combatir la pediculosis, consultar a la línea gratuita del servicio de Toxicología del hospital Sor María Ludovica, centro de referencia provincial: 0800-222-9911 ó al (0221) 451-5555.
Recomendaciones para prevenir y controlar el contagio
- Efectuar el tratamiento al menos una vez por semana
- Usar el pelo corto o recogido
- Lavarse la cabeza con la mayor frecuencia posible.
- Revisar diariamente el cabello y el cuero cabelludo
- En caso de contagio, dar aviso a los lugares de concurrencia habitual (escuela, jardines, oficinas) para controlar el foco.