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El perfil actual de la ceguera
5 de septiembre de 2008
En los últimos años el perfil de las patologías que ocasionan ceguera está mutando en perjuicio de la población, ya que aumenta progresivamente la aparición de afecciones serias que podrían evitarse con tan sólo controles oftalmológicos de rutina.

Poco a poco, las llamadas enfermedades tropicales, el tracoma y patologías infecciosas en general están disminuyendo mientras que las afecciones no transmisibles como la catarata -principal causa de ceguera en el mundo-, los errores refractivos no corregidos, el glaucoma y la retinopatía diabética crecen rápidamente.

A esta conclusión arribaron expertos de todo el mundo que coincidieron en Argentina esta semana para promover la inclusión de la salud ocular como política pública, así como la oftalmología comunitaria.

De acuerdo a los especialistas, más de dos tercios de la ceguera global es evitable y, en caso de de no desarrollarse acciones urgentes, el número de ciegos y personas con dificultad visual (estimado en 314 millones en 2007) se duplicaría en no más de trece años.

El porcentaje de ceguera debida a catarata varía de región a región. En Europa Occidental, en América del Norte y los países más prósperos de la región del Pacífico Occidental la cataratas afecta al 5 por ciento de su población. Pero trepa hasta el 50 por ciento o aún más en regiones más empobrecidas.

El factor principal, imposible de evitar, es el envejecimiento, mientras que hay factores de riesgo frecuentemente asociados a la ceguera como son los traumatismos, ciertas enfermedades oculares, diabetes, la radiación ultravioleta y el tabaquismo.

Además, se considera que, sin contar la presbicia, hay 153 millones de personas en el mundo con discapacidades visuales debidas a defectos de refracción no corregidos, es decir, que presentan una agudeza visual en el mejor ojo. Y estos defectos de refracción no corregidos son la causa principal de visión disminuida en niños de entre 5 a 15 años.

Alertados por este contexto, los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Agencia Internacional para la Prevención de la ceguera (IAPB)están llevando adelante el programa Visión 2020. El objetivo de la iniciativa es "poder desarrollar sinergias entre los Estados y las organizaciones no gubernamentales para
fortalecer los sistemas de salud, a través de políticas que contemplen la ceguera y la baja visión como problemáticas que por su dimensión afectan la salud pública", recordó el director de enfermedades no transmisibles de la OMS, Serge Resnikoff.

A su turno, Castro Feijoo, de la clínica de ojos Doctor Nano, repasó los datos epidemiológicos relevados por esa institución argentina sobre la prevalencia de la Maculopatía, una degeneración macular relacionada con la edad.

Esta patología ocular, cuyo origen aún es desconocido, afecta a la retina generando una pérdida de la visión en la zona central del ojo. En el inicio, esa pérdida representa una mancha tipo círculo en el medio del ojo, es decir, nada se puede ver con claridad absoluta, ya que la imagen está obstruida por una mancha circular
borrosa que dificulta la visión de los elementos y el entorno. En los casos avanzados, la pérdida genera manchas muy opacas que impiden totalmente la visión central del ojo.

El proceso de deterioro de la agudeza visual es rápido e irreversible, demanda apenas un lapso de entre tres meses a 2 años, advierten los médicos. Sobre 400 mil pacientes vistos en Argentina desde 1996 hasta 2006, Feijoo indicó que el 1,52 por ciento, o sea, unos 6.000 casos, presentaban maculopatía. De ellas, un 87 por ciento fueron maculopatías secas, y un 13 por ciento maculapatías húmedas, tendencia similar al porcentaje mundial, dijo durante su ponencia.

Pero advirtió que esta enfermedad ocular triplicará su incidencia en la Argentina en las próximas tres décadas a causa del crecimiento de la expectativa de vida. En ese sentido, hizo especial énfasis en la necesidad de "investigar" para "brindar mayores posibilidades terapéuticas para tratar la degeneración macular", que aún hoy no tiene cura.