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La amenaza de la obesidad en los niños
12 de septiembre de 2006
Que los niños crezcan sanos es primordial y la obesidad es uno de las principales amenazas con que se enfrenta. Una encuesta realizada por el Ministerio de Salud determinó que en todo el territorio Argentino, entre niños de 6 meses a 6 años de edad, el trastorno más frecuente es la obesidad, con el 10 por ciento de los niños que participaron del relevamiento, mientras que la desnutrición representó sólo el 4 por ciento de la población encuestada.

El exceso de peso favorece el desarrollo del Síndrome Metabólico, una condición con factores de riesgo asociados que pone en peligro la salud, por lo que médicos deben educar a los padres y a los docentes, enfatizando la importancia de la prevención.

La enfermedad cardiovascular, la principal causa de mortalidad a nivel mundial, ya no es un patrimonio exclusivo de los adultos, dado que cada vez son más los niños y adolescentes en riesgo de padecer futuros problemas del corazón debido, principalmente, al exceso de peso.

Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), nivel mundial existen 22 millones de niños menores de 5 años que padecen obesidad. El diagnóstico obesidad infantil se establece, tomando como parámetro el Índice de Masa Corporal (IMC), cuando el peso corporal del chico supera al esperado para su edad en un 20 por ciento. Los médicos destacaron que si el IMC es inferior o igual a 25, el peso es normal, mientras que al exceder esa barrera, ya empiezan a aparecer el sobrepeso, la obesidad y la obesidad mórbida que afortunadamente es poco frecuente.

En Argentina no hay estadísticas, tanto el sobrepeso como la obesidad en niños cada día se vuelven en una preocupación mayor, fundamentalmente como consecuencia de los hábitos de los más chicos, que se alimentan mal y no realizan actividad física.

El Síndrome Metabólico (SM) es una definición es una afección en la cual, a partir del incremento de peso, y la consecuente acumulación de grasa en el abdomen, comienzan a aparecer factores asociados que implican un riesgo para la salud.

Según los especialistas, cuando un adolescente padece SM cuando presenta al menos tres de las siguientes anomalías: nivel de triglicéridos en la sangre de 100 miligramos por decilitro o mayor; lipoproteína de alta densidad (colesterol "bueno") de 40 miligramos por decilitro o más bajo; un azúcar elevado de 110 miligramos por decilitro o más alto; presión sanguínea alta para su edad; y una circunferencia abdominal elevada, siempre considerando la edad y el sexo.

El objetivo de los especialistas en enfermedades cardiovasculares de la infancia ha sido desde hace años, la prevención. Sin embargo, para poder llevarla delante de manera eficaz, es necesario educar tanto a los padres como a los chicos, pero también a los profesionales de otras áreas.

También es fundamental lograr cambios de hábitos tanto en el niño como en la familia, ya que son los padres los responsables de lo que el chico ingiere. Por eso, es recomendable incluir la pirámide alimentos de cada uno de los cinco grupos básicos: almidones; verduras y frutas; proteínas -carnes, quesos y huevos y lácteos- leche y yogures; y sustancias grasas.