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25 de abril de 2024
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Radioterapia: alternativa en tratamientos oncológicos
25 de mayo de 2006
Los avances técnicos de las terapias oncológicas por rayos permitieron que en la actualidad sean utilizadas, solas o combinadas, en el 60 por ciento de los tratamientos de cáncer.

Incluso, en muchos casos de cáncer de cabeza y cuello o en tumores cerebrales, la radioterapia es la única alternativa de tratamiento posible.

Si bien los rayos X fueron descubiertos hacia a fines del Siglo XIX y casi de manera simultánea se comenzó a explorar el uso de las radiaciones electromagnéticas para tratar tumores, recién en la década del 70 la radioterapia oncológica tomó impulso definitivo con los primeros aceleradores de partículas para uso médico.

Estos aceleradores permiten aplicar dosis de radiación 60 veces más potentes que las de los equipos de rayos X, aunque la utilidad de estas terapias se vio enfrentada a un “cuello de botella”, representado por los efectos de la irradiación en los tejidos sanos vecinos al tumor tratado.

Las respuestas de la tecnología a esta demanda han pasado por las innovaciones que representaron los equipos de radioterapia tridimensional (3D), que permiten, con un detallado estudio hecho por computadora a medida de cada paciente, darle al haz de radiación la forma de la zona que se quiere tratar, mediante la construcción de una especie de molde de material absorbente de la radiación.

Más recientemente, se agregó la radioterapia de intensidad modulada –IMRT, por sus siglas en inglés–, que a esa forma previa le agrega la posibilidad de controlar qué cantidad de radiación recibirá cada punto del tejido a ser tratado.

“Poder controlar desde una computadora y optimizar la cantidad de radiación que se aplica, permite brindar mayores dosis sin dañar el tejido sano”, explicó el doctor David Rice, médico oncólogo estadounidense, especialista en Radioterapia con varios años de experiencia en uno de los centros privados más importantes de su país en la materia.

El oncólogo destacó que si se aumenta la dosis de radiación sobre el tumor “aumenta la posibilidad de cura”, pero advirtió que “como además se procura no afectar a los órganos vecinos, también se logra disminuir las complicaciones”.

De acuerdo a la cifra que proporcionó el especialista, formado e la Universidad de Michigan, la proporción de pacientes oncológicos que en algún momento de su tratamiento pasaban por radioterapia se habría elevado al 60 por ciento.

La elección de esta alternativa por más equipos de tratamiento –un 50 por ciento más que hace pocos años– ha surgido de la mejora de los resultados obtenidos en los diversos estudios clínicos.

“Cada vez son más los tipos de cáncer que se pueden solucionar sin recurrir a la cirugía”, aseguró el doctor Rice durante su paso por la Argentina, a donde llegó para referirse más específicamente a los resultados que técnica de IMRT.

Un estudio realizado en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center, uno de los centros más destacados del mundo en la especialidad, los pacientes con cáncer de próstata tratados con IMRT evidenciaron una tasa de supervivencia a tres años del 92 por ciento cuando fueron tratados en estadíos tempranos, y de más del 80 por ciento en quienes tenían un pronóstico inicial desfavorable.

A pesar de que la tendencia actual en oncología pasa por los tratamientos multimodales, basados en la combinación de las diferentes alternativas de tratamiento (radioterapia, cirugía, quimioterapia u otras), la cual es decidida por cada equipo de tratamiento y en función de cada paciente, existen circunstancias en que sólo se usa radioterapia.

Una, según detalló Rice, la constituyen ciertos tipos de cáncer en los que la radiación se convierte en la única alternativa posible o efectiva.

Es el caso de los cánceres de cabeza y de cuello y los tumores cerebrales.

Otra son los casos de tumores de menor riesgo, que pueden ser eliminados sin necesidad de recurrir a terapias más invasivas, como la cirugía, dado que “la radiación no se siente y no provoca dolor nunca”, aclaró el especialista.

En sus formas multimodales, la radioterapia puede ser usada antes o después de la cirugía: “En estos casos –apuntó el médico estadounidense–, el tratamiento combinado hace que la cirugía sea menos agresiva.

Allí donde hace un tiempo había que extraerle toda la mama a una paciente, ahora se realiza sólo la extracción de un quiste tumoral, irradiar y después evaluar si es necesario aplicar quimioterapia, para lograr resultados equivalentes”.

Por otra parte, aunque se utilice en forma combinada, Rice aseguró que hay tipos de cáncer en los que está mejor documentada la eficacia de la radioterapia, tanto para acabar con el tumor como para reducir los efectos adversos.

En este sentido, especificó, “dentro de las radioterapias, la IMRT es la herramienta mas sofisticada, porque permite regular con mucha exactitud la radiación emitida sobre cada punto del tumor”.