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20 de septiembre de 2024
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¡Y dale con la jueza!: la eterna y terminal obsesión de Cristina Kirchner
Como si no hubiese urgencias en la Argentina, la vicepresidenta insiste con aprobar un pliego de la jubilada camarista Figueroa, para que la salve de sus causas por corrupción
22 de septiembre de 2023
Parece que la Argentina es Suiza y no hay problemas de pobreza, inflación, corrupción... Al menos para Cristina Kirchner, a quien lo único que parece importarle es que alguien la salve de la cada vez más firme posibilidad de que el año próximo termine en arresto domiciliario, condenada en una causa por corrupción.

Ahora le ordenó a su bloque avanzar con la aprobación del pliego que le otorgaría cinco años más en el cargo a la expresidenta de la Cámara Federal de Casación Ana María Figueroa, cuya jubilación fue confirmada por la Corte Suprema de Justicia hace dos semanas.
El máximo tribunal declaró que la excamarista había cesado en sus funciones cuando cumplió 75 años sin haber obtenido un nuevo acuerdo del Senado para continuar ejerciendo su magistratura.

La confirmación de la nueva embestida contra el máximo tribunal estuvo a cargo del jefe del bloque de senadores oficialistas, José Mayans (Formosa), al señalar la intención del oficialismo de sesionar la semana próxima para sancionar los cambios en el impuesto a las ganancias que impulsa el ministro de Economía, Sergio Massa, en medio de la campaña electoral.

“Hay que tener en cuenta que tenemos, además, despacho de la ley de alquileres y otros temas pendientes, como por ejemplo los acuerdos para 75 pliegos, que han pasado por audiencia pública en el Senado, no tuvieron objeciones y no tuvieron impugnaciones”, afirmó Mayans en declaraciones a la prensa. Entre esos nombramientos se encuentra el de Figueroa.

Fuentes oficialistas aseguraban, además, que la jugada está acordada con la Casa Rosada, ya que el presidente Alberto Fernández -otro a quien parece no preocuparle que el 40% de la gente está en la pobreza- se habría comprometido a firmar de manera inmediata el decreto confirmando la designación de la jueza una vez conseguido el acuerdo a su pliego. En su cegada -¿y última?- ofensiva, Kirchner decidió plantear un conflicto de poderes y desobedecer la decisión de Corte Suprema al darle acuerdo a la exjueza de la Sala I de la Cámara de Casación Penal, a pesar de que el tribunal consideró que cesó en sus funciones por haber alcanzado la edad constitucional para que los magistrados pasen a retiro.

Figueroa ocupó hasta principios de agosto una poltrona en la Sala I de la Cámara de Casación Penal y tuvo en sus manos el expediente en el cual el tribunal debía decidir si la vicepresidenta afrontaría un juicio oral y público por la causa Hotesur-Los Sauces, en la que se la investiga por lavado de dinero junto a sus hijos, Máximo y Florencia. Tras la decisión de la Corte de considerarla jubilada al no haber obtenido el acuerdo del Senado para continuar en el cargo, los otros dos integrantes de la sala, Daniel Petrone y Diego Baorretaveña, firmaron el fallo que ordenó dar marcha atrás con el sobreseimiento de la vicepresidenta y su hijo, dictado por un tribunal oral federal, aunque desvincularon del caso a Florencia Kirchner.

Hasta ahora, el kirchnerismo había fracasado en dos oportunidades en reunir el quorum para habilitar una sesión para darle un nuevo acuerdo a Figueroa, como consecuencia del rechazo de Juntos por el Cambio a permitirle a un gobierno en retirada seguir nombrando jueces.

Además, el oficialismo se encontró con un escollo inesperado en las diferencias planteadas por dos senadores del bloque de peronistas disidentes Unidad Federal, Guillermo Snopek (Jujuy) y Edgardo Kueider (Entre Ríos), y por el provincial y habitual aliado del oficialismo Alberto Weretilneck (Río Negro). Sin embargo, la resistencia a dar quorum de peronistas disidentes y aliados quedaría saldada con la convocatoria a una sesión con un temario que incluirá proyectos de fuerte impacto social, como lo son la eliminación del pago del impuesto a las ganancias para 800.000 asalariados y la modificación a la ley de alquileres.

Aún cuando algunos de ellos, como Weretilneck, voten en contra del pliego de Figueroa, si el oficialismo cuenta con toda su tropa, tendría asegurado el quorum a la hora de aprobar los pliegos judiciales. Las sesiones de acuerdo siempre se hacen al inicio de cada reunión y 36 respaldos que le garantizarían el voto de desempate a Cristina Kirchner o a la presidenta provisional del Senado, la ultra K Claudia Ledesma (Santiago del Estero).