19 de abril de 2024
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Por Sebastián Martínez
"Thor": dios del trueno y la franquicia Marvel
27 de abril de 2011
La compañía de comics Marvel, devenida ahora en productora de cine, y sus socios de la Paramount avanzan a paso ligero hacia el lanzamiento de “Los vengadores”, ese filme que el año próximo reunirá a varios superhéroes de la casa, como Iron Man, Thor, el Capitán América y Hulk.
Con ese objetivo en mente, ahora lanzaron “Thor”, una nueva posta en el camino hacia la meta final, que funciona adecuadamente sin deparar grandes sorpresas y sin decepcionar del todo.
El superhéroe es conocido mundialmente: Thor, el del martillo, el que fue expulsado de su tierra divina y se dedica a hacer el bien en la Tierra. Justamente ésa es la historia que quiere contar este filme, adornado con figuras de la talla de Anthony Hopkins, Natalie Portman y Stellan Skarsgard, sumados al protagonista Chris Hemsworth, que curiosamente no desentona.
Si bien el guión no pasó por sus manos, pareciera que fue hecho a medida para Kenneth Brannagh, el ya veterano actor y director especializado en Shakespeare, que ahora ha resuelto dar el salto al cine más comercial al ponerse tras las cámaras de este proyecto. Y es que el argumento de “Thor” tiene sus pinceladas de los dramas más afamados de Shakespeare: la lucha por el poder, los enfrentamientos dentro de las familias, las intrigas palaciegas. Quizás por eso Brannagh resolvió sumarse al proyecto.
La historia se cuenta en paralelo. Por un lado, lo que ocurre en la Tierra, donde Thor (Hemswoth) cae desde su reino de dioses y se encuentra que sus mejores amigos ahora son un grupo de científicos que está cerca de lograr un descubrimiento conmocionante, con Natalie Portman a la cabeza y Skarsgard cuidando las espaldas.
Del otro lado, conoceremos lo que ha ocurrido en Asgard, el lugar de las deidades nórdicas. Allí se juega una disputa de poder: Odin (Anthony Hopkins) deberá dejarle en algún momento su cetro a uno de sus hijos. Ambos lo desean. Pero Thor, pese a su arrogancia y su carácter, lo busca con armas nobles. En cambio, Loki (Tom Hiddleston) hará lo que sea por apoderarse del reino. En ese contexto, Thor se equivoca, enfrenta a su padre y es desterrado. Ahora deberá ver cómo regresa a su lugar.
No es necesario contar mucho más sobre la trama. Sí señalar que el filme funciona correctamente, como un dispositivo orientado a entretener y a abrir el camino de cara al estreno de “Los vengadores”. Que la película cumpla con todos los formularios, no quiere decir que sea una gran película. De hecho, parece un filme hecho “con el manual”. Nada falla, pero tampoco nada sorprende. Y la presencia de Brannagh detrás de las cámaras apenas si se nota.
De hecho, podría decirse que “Thor” funciona por momentos mejor que otros filmes de la franquicia, como “Hulk”. Pero también es inferior a la primera parte de “Iron Man”, donde se pusieron en juego mayor cantidad de sutilezas. Y, desde ya, Hemsworth no es Robert Downey Jr.
Quienes quieran disfrutar pirotecnia visual digital correctamente realizada y un argumento sólido, aunque previsible, no se decepcionará con este “Thor”. El que espere algo más, deberá seguir esperando.
Con ese objetivo en mente, ahora lanzaron “Thor”, una nueva posta en el camino hacia la meta final, que funciona adecuadamente sin deparar grandes sorpresas y sin decepcionar del todo.
El superhéroe es conocido mundialmente: Thor, el del martillo, el que fue expulsado de su tierra divina y se dedica a hacer el bien en la Tierra. Justamente ésa es la historia que quiere contar este filme, adornado con figuras de la talla de Anthony Hopkins, Natalie Portman y Stellan Skarsgard, sumados al protagonista Chris Hemsworth, que curiosamente no desentona.
Si bien el guión no pasó por sus manos, pareciera que fue hecho a medida para Kenneth Brannagh, el ya veterano actor y director especializado en Shakespeare, que ahora ha resuelto dar el salto al cine más comercial al ponerse tras las cámaras de este proyecto. Y es que el argumento de “Thor” tiene sus pinceladas de los dramas más afamados de Shakespeare: la lucha por el poder, los enfrentamientos dentro de las familias, las intrigas palaciegas. Quizás por eso Brannagh resolvió sumarse al proyecto.
La historia se cuenta en paralelo. Por un lado, lo que ocurre en la Tierra, donde Thor (Hemswoth) cae desde su reino de dioses y se encuentra que sus mejores amigos ahora son un grupo de científicos que está cerca de lograr un descubrimiento conmocionante, con Natalie Portman a la cabeza y Skarsgard cuidando las espaldas.
Del otro lado, conoceremos lo que ha ocurrido en Asgard, el lugar de las deidades nórdicas. Allí se juega una disputa de poder: Odin (Anthony Hopkins) deberá dejarle en algún momento su cetro a uno de sus hijos. Ambos lo desean. Pero Thor, pese a su arrogancia y su carácter, lo busca con armas nobles. En cambio, Loki (Tom Hiddleston) hará lo que sea por apoderarse del reino. En ese contexto, Thor se equivoca, enfrenta a su padre y es desterrado. Ahora deberá ver cómo regresa a su lugar.
No es necesario contar mucho más sobre la trama. Sí señalar que el filme funciona correctamente, como un dispositivo orientado a entretener y a abrir el camino de cara al estreno de “Los vengadores”. Que la película cumpla con todos los formularios, no quiere decir que sea una gran película. De hecho, parece un filme hecho “con el manual”. Nada falla, pero tampoco nada sorprende. Y la presencia de Brannagh detrás de las cámaras apenas si se nota.
De hecho, podría decirse que “Thor” funciona por momentos mejor que otros filmes de la franquicia, como “Hulk”. Pero también es inferior a la primera parte de “Iron Man”, donde se pusieron en juego mayor cantidad de sutilezas. Y, desde ya, Hemsworth no es Robert Downey Jr.
Quienes quieran disfrutar pirotecnia visual digital correctamente realizada y un argumento sólido, aunque previsible, no se decepcionará con este “Thor”. El que espere algo más, deberá seguir esperando.