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Uruguay propone un monitoreo conjunto de Botnia
El ministro de Medio Ambiente uruguayo dijo que en las verificaciones de contaminación del Río Uruguay "todo está dentro de los parámetros esperados"
16 de noviembre de 2007
El ministro de Medio Ambiente de Uruguay, Mariano Arana, aseguró hoy que los monitoreos al Río Uruguay sobre la pastera Botnia, están "dentro de los parámetros y estándares" esperados, y celebró que Argentina también los realice, aunque destacó que prefiere un "monitoreo conjunto".

"En el Río Uruguay, todo está dentro de los parámetros y estándares esperados, por debajo de los límites fijados a nivel internacional", dijo el funcionario en una entrevista con Radio América.

Arana, que se encontraba en Fray Bentos visitando el laboratorio tecnológico en el que se realizan las verificaciones, aseguró que los controles se hacen "día a día" y que toman en cuenta los "efluentes atmosféricos" en distintos puntos de observación, así como también los "efluentes a nivel del río".

Si bien en la actualidad, es un sólo laboratorio el que realiza los controles ambientales, en un predio ubicado a 10 kilómetros de Fray Bentos, "entre diciembre y enero" se sumará otro que estará ubicado en el centro de esa ciudad uruguaya donde funciona la planta de Botnia.

Según explicó, los resultados que se obtienen del monitoreo diario se transfieren a los laboratorios de Montevideo, donde son controlados por técnicos de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama).

"Los monitoreos y resultados van a estar en nuestra página web, para que los pueda verificar cualquier gobierno y cualquier ciudadano", dijo.

En referencia a los controles que realizan técnicos argentinos al Río Uruguay, Arana dijo que "si se hacen con seriedad, bienvenido sean", porque se "puede cruzar información" y de esta forma se "benefician todos".

Reconoció, sin embargo, que el gobierno uruguayo aspira a que "los monitoreos sean en forma conjunta".

Recordó que una comisión de seguimiento viene trabajando en los alrededores de la planta, antes de que se ponga en marcha, y que la misma continuará "ahora que ya está funcionando".

Según dijo, "el ajuste del complejísimo mecanismo industrial demorará unas seis o siete semanas, y para ponerse enteramente en el ritmo deseado por la empresa, posiblemente lleve un proceso de entre 10 a 11 meses".