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24 de abril de 2024
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"Gordo, cuando digas 'es de Uberti', va a explotar todo"
Se lo dice un venezolano a Antonini en una cinta del FBI. Hablaba de la valija que se intentó ingresar en forma ilegal a la Argentina. El escándalo crece y complica a Cristina
13 de septiembre de 2008
Va a llegar un momento en la Argentina que el 'peo' (problema) va a explotar cuando tu digas: eso no era mío... eso era de Claudio Uberti", le advierte Franklin Durán a Antonini y agrega: "Van a decir 'no eso no era de Uberti, que era tuya. Y en Venezuela nos van a poner con los narcos...".

Preocupado porque Antonini se resistía a nombrar un abogado en la Argentina para poder presentarse ante la Justicia y cerrar el caso de los 800.000 dólares que le habían incautado en la aduana de Aeroparque, Durán le dice a Antonini: "Te lo pedí, Gordo. Gordo confía en mí ¿con quién has trabajado toda la vida? Conmigo. El daño colateral ya esta hecho. Olemos a mierda... Nadie quiere hacer nada con nosotros. Me cuesta que atiendan el teléfono".

Durante la audiencia en la Corte Federal de Miami, la defensa del acusado Franklin Durán retomó las grabaciones realizadas por Antonini en un restaurante de Fort Lauderdale, a 45 minutos de Miami el 23 de agosto del 2007, para demostrar que su cliente intentó ayudar a Antonini para salvar los negocios que tenían en Venezuela y no para impedir que revelara el origen y el destino del dinero.

Fue una jornada tediosa. Las cuatro venezolanas que regularmente se sientan en la segunda fila vestidas impecablemente con tacos altísimos y carteras de Louis Vuitton, bostezaban todo el tiempo. Una de ellas, la que todo indica que es la novia de Duran, tenía la mirada totalmente perdida mientras que las objeciones de la Fiscalía al interrogatorio que minuciosamente le hizo la defensa a Moisés Maionica, uno de los acusados que se declaró culpable, se sucedían una detrás de las otras.

La objeción más importante, sin embargo, tuvo lugar al principio cuando el abogado defensor Ed Shohat le preguntó a Maionica si él creía que su cliente Franklin Durán, lejos de haber participado en una conspiración para esconder el origen y el destino del dinero, lo único que había intentado hacer era impedir que el escándalo siguiese estropeando sus negocios.

"¿Piensa usted que Durán tenía miedo de que PDVSA dejara de venderle materia prima a su empresa Venoco?", preguntó Shohat. "Objeción", grito el fiscal Tom Mulvihill. Shohat explicó que no veía por qué no podía hacer esa pregunta ya que el objetivo de la misma era revelar las motivaciones de Durán.

Fue entonces que Mulvihill aprovechó para decir que si la jueza le permitía a Shohat plantear ese tipo de preguntas sobre las motivaciones de Durán, tenía que permitirle también a él introducir evidencia sobre todos los negocios corruptos que Durán hizo en Venezuela por millones y millones de dólares, que según él explican la manera en que reaccionó ante el problema de la valija.

La jueza todavía no se ha expedido al respecto. Pero ya ha anticipado que de la lista de 14 negocios sucios que Duran hizo con funcionarios del gobierno venezolano, los únicos que estaría dispuesta a admitir son tres, la más relevante, las coimas de cientos de miles de dólares que Duran y su socio Carlos Kauffmann le pagaron a funcionarios del gobierno venezolano.