Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
23 de abril de 2024
Seguinos en
Paulson: "El plan de rescate financiero no es la panacea"
El secretario del Tesoro de los EE.UU. lo aseguró en su defensa del salvataje ante la Cámara de Representantes. "La crisis ya se ha extendido al resto de nuestra economía", dijo
18 de noviembre de 2008
El secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, y el presidente de la Reserva Federal, Bern Bernanke, defendieron hoy su plan de auxilio financiero del 700.000 millones de dólares ante la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, días después que el Gobierno abandonara la estrategia de rescate original al advertir que no se comprarían deudas "tóxicas" a los bancos, como se había dicho previamente.

Paulson se sinceró ante los congresistas, y reconoció que el plan de rescate del sistema financiero "no es la panacea para todas nuestras dificultades económicas".

"La crisis en nuestro sistema financiero ya se ha extendido al resto de nuestra economía y la afecta. Llevará un tiempo para restablecer el crédito y reparar nuestro sistema financiero, que es esencial para la recuperación de la economía", sostuvo.

En la presentación, el secretario del Tesoro consideró que "concentrar el programa en la inyección de miles de millones de dólares en los bancos y posiblemente compañías de otro tipo para reforzar su capital y alentar los préstamos a clientes" era más conducente a la estabilización del sistema financiero que la compra de deudas incobrables de las instituciones financieras.

La compra de deudas tóxicas que se proponía el plan original, hubiera requerido una "inyección masiva de los fondos del rescate, según sostuvo Paulson. Y agregó que "con el rápido deterioro de las condiciones financieras, se hizo claro que la primera entrega de dinero, 350.000 millones de dólares, para ese fin era insuficiente".

En una entrevista con The Wall Street Journal publicada hoy, Paulson afirma que probablemente no se usaría lo que queda del fondo de rescate de 700.000 millones de dólares para lanzar nuevos programas, sino que se orientará a mantener el dinero para alguna emergencia y aumentar el margen de maniobra del nuevo Gobierno del presidente electo, Barack Obama.