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EEUU pronostica que América Latina crecerá pese a la crisis
Según un análisis realizado por el think tank estadounidense, Brookings Institute, Latinoamérica crecerá a pesar de la aguda recesión que afectará al país del norte
4 de febrero de 2009
Desde Estados Unidos, sostienen que a pesar de la aguda recesión en los Estados Unidos, las economías latinas crecerán y los movimientos de los flujos de capitales, los recursos domésticos, el consumo y las inversiones estarán entre las claves para combatir la crisis.

En tanto, "las cuentas corrientes asiáticas y el crecimiento de la deuda americana serán las variables de riesgo", según adelantó un informe de la agencia Telam.

Lo "sorprendente" es que a pesar de la aguda recesión en los Estados Unidos (la contracción económica en ese país rondará entre el 1 y 2 por ciento) y la disminución en los precios de las commodities (cerca del 50% desde mediados de 2008), las economías latinoamericanas serán capaces de crecer, sostiene el análisis realizado por el think tank estadounidense, Brookings Institute.

Según sus autores, Mauricio Cárdenas y Arturo Galindo, ese crecimiento vendrá a través de recursos domésticos, del notable consumo y de las inversiones.

"La recesión de Estados Unidos no va a ser una sorpresa para nadie, todo el mundo anticipa que esto va ocurrir", mencionó Cárdenas a Télam.

La clave se encuentra en que un significativo cambio en la dirección de los flujos de capital puede modificar el escenario económico dramáticamente.

Bajo grandes salidas de capitales será casi imposible mantener el consumo y la inversión a sus niveles actuales, advierten en el reporte denominado "Perspectivas económicas latinoamericana para el 2009: sin tiempo para optimismo".

"Es difícil de predecir qué va a pasar con esos flujos de capitales para Latinoamérica. Nadie sabe realmente qué rumbos van a tomar esos capitales", reflexiona el director para la región del Brookings Institute.

Una de las incógnitas planteadas, es si combinadas con las propias vulnerabilidades de la región, los eventos en Estado Unidos podrían liderar a una fuerte paralización de los flujos.

Según los analistas, las evidencias sugieren que una paralización repentina de los flujos de capitales depende críticamente del tamaño del déficit de la cuenta corriente y del monto de las reservas, entre otras variables.

Reservas, que a pesar de la reciente caída, son significativamente más altas que aquellas de fines de los años 90.

Aunque las cuentas corrientes estarán más susceptibles a volverse negativas dado el colapso de exportaciones, los déficits serán significativamente más bajos que los de la crisis del 98.

Una reducción en los flujos financieros en tales casos, llevará a ajustes domésticos pero no necesariamente a mayores contracciones económicas, afirma el reporte.

Entre las principales variables de riesgo que podrían afectar a la región, se encuentran los posibles cambios en las cuentas corrientes de las economías asiáticas, especialmente la China, así como el riesgo que la deuda de Estados Unidos pueda aumentar y llevar a tasas de interés mayores en ese país, y por lo tanto, a una subida en los costos de financiamiento para la Latinoamérica y otras regiones emergentes.

Por otro lado, mientras la liquidez global escasea, varios países latinoamericanos fueron capaces, semanas pasadas, de vender bonos de deuda internacional, a costos financieros relativamente bajos, como Brasil, México y otros países del hemisferio.

Sin embargo, la región debería estar relativamente preparada a soportar el daño colateral de los altos niveles de préstamos del Tesoro americano y a un ahorro global menor, advierten.

Es improbable que la política fiscal en los Estados Unidos afecte la demanda privada en esa nación pero puede dañar significativamente el crecimiento en Latinoamérica, aclaran.

Para Cárdenas, las medidas fiscales tomadas por Estados Unidos, pueden plantear un escenario bueno "al estimular la economía americana" y otro malo "ya que no tienen tanto efecto en Estados Unidos, representándole un gran endeudamiento y quitándole, a su vez, esa capacidad de endeudamiento a Latinoamérica".

Si bien "cada país mantendrá su propia dinámica", una de las mejores alternativas para la región en el 2009, será "que los capitales (extranjeros) sigan llegando", concluye el ex ministro de Desarrollo Económico colombiano.