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20 de abril de 2024
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Inversores analizan un 2009 complicado para la Argentina
Los analistas del mundo prevén para nuetsro país en 2009, una caída de la economía y un déficit financiero. Qué recomiendan para enfrentar la crisis financiera
30 de marzo de 2009
Los analistas, reunidos en seminarios paralelos a la asamblea de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), prevén para la Argentina, en 2009, una caída de la economía y un déficit financiero, pero el default se evitaría con las reservas del Banco Central o los depósitos que el sector público tiene en el Banco Nación.

En un seminario del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, según sus siglas en inglés), que agrupa a 375 bancos de 70 países, la directora general de investigación de mercados emergentes de JP Morgan Chase, Joyce Chang, advirtió que esta crisis mundial será peor para los países en desarrollo que la de Rusia de 1998, y en América latina sólo crecerán este año Colombia y Perú, mientras que decrecerán la Argentina (-3%), Brasil (-1,4%) y México (-4%). Chang aclaró que no ve en la región una crisis de la deuda o bancaria, sino económica y del empleo.

La economista destacó que México, Brasil y la Argentina fueron los países latinoamericanos que menos dependieron de las materias primas para los superávits de balanza comercial (exportaciones e importaciones) de 2004/2008, en contraposición a Venezuela, Ecuador y Perú. Sin embargo, advirtió que la Argentina sufrirá un déficit financiero (resultado fiscal después del pago de intereses de la deuda y antes de las amortizaciones del capital) del 1% del producto bruto interno (PBI), frente al superávit del 1,3% del año pasado. Brasil y México sufrirán rojos mayores, pero cuentan con una línea disponible y sin condicionamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI), entre varias alternativas, informó el diario La Nación.

Un informe del IIF, que siempre ha criticado a los Kirchner -solía pronosticar crecimientos menores en los tiempos de bonanza o el fracaso del canje de deuda de 2005-, comenta que "el Gobierno podría buscar financiamiento adicional no ortodoxo, como tomar prestado de los bancos Central o Nación, para evitar el default". Además, puso en duda cómo se financiará el plan de infraestructura que lanzó la presidenta Cristina Kirchner a fines de 2008.

El IIF, que dirige Charles Dallara, presume una caída del PBI del 1,2%. "Más allá del debilitamiento del crecimiento, las expectativas de inflación se mantienen altas", advirtió el instituto. Por último, señaló el riesgo de estanflación (recesión más inflación) en la Argentina, Ecuador y Venezuela, que sufrirían una fuerte salida de capitales, al tiempo que Brasil, México, Perú y Chile estarían en la mejor posición para afrontar la "tormenta" y liderar la recuperación.

El colombiano Guillermo Perry, ex economista jefe del Banco Mundial que expuso en un seminario de JP Morgan, advirtió que la Argentina, Venezuela y México son los que estarán "menos bien". Aclaró que México sufre porque su economía está integrada a la de Estados Unidos, mientras que los otros dos países padecerán los "errores de las políticas hechas en los últimos años". No obstante, dijo que podrán evitar una crisis grave si la recesión en Estados Unidos y Europa no se prolonga demasiado y si China e India mantienen un crecimiento del 7% y 6%, respectivamente.

Guillermo Mondino, que integró el equipo de Domingo Cavallo en la debacle de 2001 y actualmente es analista de Barclays (después de su paso por el quebrado Lehman Brothers), volvió a criticar a la Argentina de los Kirchner. "La Argentina es el país más riesgoso e incierto de América latina", disparó en el IIF.

En una exposición en inglés, el ex funcionario de la Alianza dijo: "Kirchner es un tipo difícil. Ha dado muestras de saltar la línea y es capaz de meterse en la propiedad de las empresas y los bancos".

Mondino dijo que la Argentina no podrá responder a la crisis con una expansión del gasto, como lo hacen Chile o Perú, y ni siquiera mantenerlo, como Brasil o México, porque se excedió en las erogaciones durante los tiempos de bonanza. También descartó que pueda emprender una política monetaria expansiva, como la mayoría de los países latinoamericanos, porque correría el riesgo de sufrir una fuga de depósitos bancarios.