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29 de marzo de 2024
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China celebró el 60º aniversario de la revolución comunista
El país comunista festejó con una fastuosa exhibición de su poderío militar en la histórica plaza de Tiananmen y participaron al menos 200.000 personas
1 de octubre de 2009
Con un imponente desfile cívico-militar, del que participaron cerca de 200.000 personas, se realizaron hoy los festejos en la capital china por las seis décadas de mandato del Partido Comunista, bajo un estricto control militar.

Los más modernos tanques, misiles, y cazas del Ejército de Liberación Popular chino (ELP), el más grande del mundo con 2,3 millones de efectivos, desfilaron por la avenida Chang An en el centro de Pekín, frente a la plaza de Tiananmen.

Junto a la puerta de Tiananmen, donde Mao Zedong proclamó el 1 de octubre el nacimiento del estado socialista, 8000 soldados de elite, 150 cazas de última generación y cerca de 500 vehículos armados formaron ante los líderes comunistas.

Antes de comenzar el desfile, el presidente chino, Hu Jintao, vestido con un traje mao azul oscuro, pronunció un discurso tras pasar revisión a las tropas. "El desarrollo y el progreso de la Nueva China en los últimos 60 años demuestran plenamente que sólo el socialismo puede salvar China y sólo la reforma y la apertura puede garantizar el crecimiento del país", dijo Hu.

También indicó que el partido gobernante continuará con sus políticas de desarrollo económico sobre "el camino del socialismo con caracterísiticas chinas".

Tras la desfile militar, un apabullante espectáculo con 180.000 personas (entre ellas 80.000 niños que han sido los primeros del mundo en recibir programas de vacunación contra la gripe A) presentó un mosaico de color, bailes tradicionales, Kung Fu y otras muestras de la cultura china.

Cerrado al público. Autoridades prohibieron cometas y palomas, desplegaron guardias de seguridad voluntarios y emitieron alertas para que las personas se abastezcan de comida, provocando dudas entre los ciudadanos sobre para quién son realmente las festividades.

El centro de Pekín fue cerrado al público la noche anterior y sólo los invitados, entre ellos los diplomáticos, pudieron llegar hasta la Plaza de Tiananmen.

El gobierno alentó a los 15 millones de ciudadanos de Pekín a quedarse en casa a mirar las celebraciones, que fueron emitidas en vivo por la televisión nacional.

La ceremonia, preparada desde hace meses, también ha sido marcada por las crecientes trabas a Internet y a la labor de los periodistas extranjeros, que no obtuvieron sus pases para llegar a plaza de Tiananmen, sino unas horas antes del inicio de las festividades.