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28 de marzo de 2024
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Los diarios, ante la tarea de editar secretos de Estado
Sobre los cables secretos filtrados por Wikileaks trabajaron más de 120 periodistas de El País, Le Monde, Der Spiegel, The New York Times y The Guardian. Cómo fue esa reconstrucción clave
30 de noviembre de 2010
Los diarios armaron equipos especiales de periodistas para analizar una inmensa cantidad de datos, adoptaron medidas adicionales de seguridad física e informática, consultaron a todas las fuentes involucradas y resistieron las presiones del gobierno de Estados Unidos y de los de sus respectivos países.

Así trabajaron los cinco diarios que anteayer comenzaron a difundir la información que se desprende de 251.287 cables diplomáticos del Departamento de Estado norteamericano y sus embajadas. En esa tarea, participaron alrededor de 120 periodistas.

El País, Le Monde, Der Spiegel, The New York Times y The Guardian , los diarios que difundieron los cables conseguidos por WikiLeaks, estuvieron en contacto entre sí y con WikiLeaks durante las semanas previas a la mayor difusión de secretos de Estado de la historia. "Nos pusimos de acuerdo sobre un programa de publicación. Se hizo por mail, por teléfono y también con algunas reuniones presenciales", contó Sylvie Kaufmann, directora de redacción de Le Monde . "Pero cada medio decide si publica o no, con qué extensión y con qué relevancia", agregó el director de El País , Javier Moreno.

Acuerdo total
Ninguna de las partes involucradas publicó nada sin que las otras estuvieran de acuerdo. "Son documentos revisados por los diarios, que luego son publicados en Internet por WikiLeaks, organización que decidió plegarse a este método", agregó Kaufmann. Ninguno de los medios aceptó revelar cuándo accedieron a la información. "Fueron contactos extensos, no fáciles de realizar. WikiLeaks y su fundador, Julian Assange, no se mueven con la misma seguridad que la mayoría de ciudadanos, incluso en países de nuestro entorno", advirtió Moreno.

El gran volumen de información obligó a los diarios a construir un buscador interno. "No resulta fácil rastrear información relevante en 250.000 documentos, lo que significa seguramente más de un millón de páginas. Hemos construido un buscador para localizar cables por nombres, fechas, países y relacionarlos entre sí, etc. Pero al final son los periodistas los que han tenido que leer miles de documentos. Su magnífico trabajo es el que ahora comienza a ver la luz", agregó Moreno.

"El Times ha tenido cuidado de excluir en sus artículos y en el material complementario, en sus ediciones impresa y on line, la información que podría poner en peligro a informantes confidenciales o comprometer la seguridad nacional", explicó el diario.

"Para el caso de los países donde existe pena de muerte o no rige el Estado de Derecho, los diarios hemos aplicado serias restricciones: no se nombran fuentes o contactos a los que consideramos en riesgo y los cables correspondientes se publican convenientemente editados o censurados", explicó Moreno.