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2 de mayo de 2024
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Japón tardaría 40 años en desmantelar Fukushima
El Gobierno japonés dijo que tardaría 40 años en desmantelar la central atómica de Fukushima y presentó un plan al respecto
21 de diciembre de 2011
El Gobierno de Japón presentó este miércoles una hoja de ruta para la central nuclear de Fukushima (noroeste) en la que explica que el desmantelamiento de la planta se hará en varias etapas que tardarían hasta 40 años, por el mal estado de las instalaciones.

La retirada de combustible de la planta nuclear, afectada por el terremoto y tsunami el pasado 11 de marzo, se iniciará dentro de unos dos años, mientras tanto se reforzarán los sistemas de enfriamiento para reactores y piscinas, según el programa de trabajo presentado por el Ejecutivo nipón.

La hoja de ruta estipula que la extracción del combustible en los reactores 1 a 3 "será por su parte realizada en diez años y durará más de dos décadas".

El ministro de Medio Ambiente de Japón, Goshi Hosono, explicó en una conferencia de prensa que para el desmantelamiento de Fukushima "serán necesarias técnicas nuevas (porque) Fukushima no tiene precedentes: edificios destruidos, un nivel de radiactividad alto y combustible derramado sobre la plataforma de cemento del recinto de confinamiento en tres de los seis reactores del complejo".

Por su parte, el ministro japonés de Industria, Yukio Edano, señaló que los trabajos "tenemos que realizarlos evitando generar nuevos riesgos".

El pasado viernes, el Gobierno de Japón declaró que los tres reactores de la planta nuclear han sido apagado en frío, lo que permitirá que la temperatura se estabilice y las emisiones radiactivas se puedan controlar para abrir el periodo de preparación para el desmantelamiento.

La parada en frío, que significa el mantenimiento de la temperatura en el interior de los reactores bajo 100 grados Celsius y el control de las emisiones radiactivas, era unos de los objetivos claves de la etapa 2 del plan de trabajo establecido por la compañía Tokyo Electric Power (Tepco) con el fin de controlar la catástrofe.

Paralelamente al desmantelamiento progresivo, las autoridades deberán ocuparse de los alrededores contaminados y de la población evacuada.

La semana pasada, el primer ministro japonés Yoshihiko Noda, detalló que para el próximo mes se formará un equipo de administración de 200 personas para preparar la descontaminación de las viviendas en la zona de exclusión en torno a la central, a las que otras 200 se unirán en abril de 2012.

El pasado mes de julio, el Gobierno japonés había anunciado el fin de la primera etapa del programa de control de la central nuclear, que consistía en instalar medios de enfriamiento autónomos.

Desde el terremoto de magnitud 9 en marzo pasado, la central de Fukushima ha vivido incontables réplicas, más de medio millar de ellas superiores a los 5 grados, y al menos tres tifones que obligaron a los operarios, en condiciones precarias, a tomar medidas extraordinarias y que aumentaron el volumen de agua contaminada en la planta.