El comité Nobel distinguió a María Corina Machado con el premio anual de la Paz. Se la premió por su lucha a favor de la democracia, por vías pacíficas, pese a todos los atropellos y actos de violencia del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Lamentablemente, pese a todas las especulaciones a favor, la líder de la oposición al régimen chavista no pudo llegar hasta la capital de Noruega para recibir personalmente el premio.

Estuvieron sí, su madre, su hermana y sus hijos. También dirigentes del mundo entero que la han apoyado se encontraban el presidente argentino, Javier Milei.

El mandatario libertario recibió en Buenos Aires, hace meses, a González Urrutia, el presidente electo al que Nicolás Maduro no lo permitió asumir en Venezuela. Viajó especialmente a Noruega para estar presente en esta ceremonia especial para las democracias del mundo.

La hija, de 34 años, fue quien recibió el diploma y la medalla del Comité Nobel. En su sentido discurso, habló de los valores que tuvo la democracia en Venezuela hasta la llegada del chavismo.

Exalto el carácter de refugio para perseguidos por dictaduras en la región y en el mundo. Así fue que citó a portugueses, españoles, chilenos y argentinos.

Y luego enfatizó en el valor de la democracia. Dijo que se creyó que el carisma - por la figura de Hugo Chávez - podía reemplazar al estado de derecho y a la democracia.

Pero todo se pervirtió en ese país, con las persecuciones, las amenazas, los crímenes y la persecución a todos los opositores, incluida el periodismo.

Habló de la situación de su madre, que hace dos años que no puede abrazarse con sus dos hijos o con su madre. En Venezuela se manipuló a las elecciones y sus resultados, a tal punto que hoy más de 9 millones de venezolanos se fueron de su país por las persecuciones del régimen.

"Dos mil quinientas personas fueron secuestradas y asesinadas, sin importar su filiación o trabajo en Venezuela", expresó Ana Corina Sosa y recibió una ovación ante esa descripción. Pese a la descripción de todos los padecimientos, la hija de la galardonada con el Nobel de la pPaz dijo: "Nada de estas privaciones doblegó al pueblo de Venezuela. El pueblo no se rinde y sigue su lucha por la libertad".

"Es por esto que la causa venezolana trasciende las fronteras. Es una lucha por la libertad. Confrontamos la verdad, por duro que sea. La libertad es nuestra elección", dijo.

Esta es una marcha por la libertad que nos ha ayudado a prepararnos para la paz en Venezuela. "Vamos a abrir las puertas de los prisioneros y encarcelados. Volveremos a abrazarnos con quienes llevamos años sin poder hacerlo", comentó trasladando el mensaje de su madre.

"Pronto el mundo presenciará una de las imágenes más conmovedoras: el regreso de los nuestros. Allí estaré en el puente Simón Bolívar, donde una vez lloré al verlos irse. Esta vez, estaré para volver a reunirnos".