El Gobierno decretó el aislamiento total para frenar la pandemia del coronavirus.

Y aunque hubo controles en rutas y accesos, también se registraron largas colas en supermercados y mucha gente circulando. Solo en la Ciudad de Buenos Aires, hubo 20 detenidos y ocho demorados por quebrar la cuarentena. El presidente Alberto Fernández instruyó a sus colaboradores a reforzar los controles a partir de este sábado o, a más tardar, el lunes, para cumplir con las medidas de aislamiento.

“Vamos a ajustar las marcas”, explicó uno de los funcionarios que visitó ayer la residencia de Olivos, desde donde el jefe de Estado monitoreó el desarrollo del operativo.

“Vamos a poner más policía en la calle, a detener a los que violen la cuarentena y a mostrarlos, para que sirva de ejemplo“, agregó, según consigna La Nación.

Luego de reconocer que en algunas zonas del país el confinamiento no se cumplió como hubiesen querido, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, volvió a contactarse con sus pares provinciales para afinar el operativo conjunto de las fuerzas encargadas de controlar las calles.

Los efectivos de la Policía Federal, la Prefectura y la Gendarmería intensificaron su tarea desde el atardecer, después de una primera fase de despliegue en el territorio. “En la situación de conmoción social que vivimos, no tuvimos incidentes graves en ningún lado”, evaluó un colaborador de la ministra.

Además, las autoridades de Nación, de la Ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires acordaron reforzar los anillos de seguridad en los ingresos y egresos de la Capital, así como también en puntos neurálgicos del conurbano.

En cuanto a las largas filas que se formaron en algunos supermercados, desde Casa Rosada esperan que las aglomeraciones vayan menguando con el correr de los días.

Argentinos en el exterior y el riesgo de la cuarentena

El foco principal de preocupación en el Gobierno son los argentinos que intentan volver desde el exterior.

Al respecto, Fernández conversó con el ministro de Defensa, Agustín Rossi , y con los jefes militares, con quienes almorzó ayer, en Olivos.

El ministro se comprometió a gestionar vuelos de emergencia de aviones Hércules, a Lima, Perú.