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3 de mayo de 2024
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Las principales vacunas en estudio contra el Covid
Los investigadores están probando 54 en ensayos en humanos y decenas de vacunas preclínicas están bajo investigación activa en animales
28 de noviembre de 2020
Tras descifrar el genoma del SARS-CoV-2 en enero último, que provoca Covid-19, los investigadores están probando 54 vacunas en ensayos clínicos en humanos y decenas preclínicas están bajo investigación activa en animales.

Cómo son las fases:

Pruebas preclínicas. Los científicos prueban una nueva vacuna en células y luego se la administran a animales como ratones o monos para ver si produce una respuesta inmune. Hay al menos 87 vacunas en esta etapa de desarrollo. Pruebas de seguridad de Fase 1. Los científicos administran la vacuna a un pequeño número de personas para probar la seguridad y la dosis, así como para confirmar que estimula el sistema inmunológico.

Ensayos ampliados de Fase 2. Los científicos administran la vacuna a cientos de personas divididas en grupos, como niños y ancianos, para ver si la vacuna actúa de manera diferente en ellos. Estos ensayos prueban aún más la seguridad y la capacidad de la vacuna para estimular el sistema inmunológico.

Pruebas de eficacia de la Fase 3. Los científicos administran la vacuna a miles de personas y esperan ver cuántas se infectan, en comparación con los voluntarios que recibieron un placebo. Estos ensayos pueden determinar si la vacuna protege contra el coronavirus. En junio, la FDA advirtió a los fabricantes de vacunas que querría ver pruebas de que las vacunas pueden proteger al menos al 50% de quienes las reciben. Además, los ensayos de Fase 3 son lo suficientemente grandes como para revelar evidencia de efectos secundarios relativamente raros que podrían haberse pasado por alto en estudios anteriores.

Aprobación anticipada o limitada. China y Rusia han aprobado vacunas sin esperar los resultados de los ensayos de Fase 3. Los expertos dicen que el proceso apresurado tiene serios riesgos.

Aprobación. Los reguladores de cada país revisan los resultados del ensayo y deciden si aprueban o no la vacuna. Durante una pandemia, una vacuna puede recibir una autorización de uso de emergencia antes de obtener una aprobación formal. Una vez que se autoriza una vacuna, los investigadores continúan monitoreando a las personas que la reciben para asegurarse de que sea segura y efectiva.

Fases combinadas. Una forma de acelerar el desarrollo de vacunas es combinar fases. Algunas vacunas contra el coronavirus se encuentran ahora en ensayos de Fase 1/2, por ejemplo, en las que se prueban por primera vez en cientos de personas. (Aquí, una vacuna que está en una fase que combina la 1 y la 2 se señala como "Fase 1 / Fase 2").

En pausa. Si los investigadores observan síntomas preocupantes en los voluntarios, pueden poner un ensayo en pausa. Después de una investigación, el ensayo puede reanudarse o abandonarse.

En qué está cada vacuna Vacunas-genéticas

Moderna y NIH (Fase 3)

Moderna desarrolla vacunas basadas en ARN mensajero (mRNA) para producir proteínas virales en el cuerpo. Todavía no ha llevado una vacuna al mercado. En enero, comenzó a desarrollar una vacuna para el coronavirus. La vacuna contiene instrucciones genéticas para construir una proteína de coronavirus, conocida como spike (punta o clavo, en inglés). Cuando se la inyecta en las células, la vacuna hace que generen proteínas spike, que luego se liberan en el cuerpo y provocan una respuesta del sistema inmunitario.

El Gobierno de los Estados Unidos financió los esfuerzos de Moderna, aportando casi mil millones de dólares de ayuda. En sociedad con los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la empresa concluyó que la vacuna protege a los monos del coronavirus. En marzo, los científicos fueron los primeros en someter una vacuna contra el covid-19 a ensayos con seres humanos. Luego de que esos estudios dieran resultados prometedores, se iniciaron las pruebas de Fase 3 en 30.000 voluntarios el 27 de julio.

El 16 de noviembre, Moderna anunció que un análisis preliminar del ensayo indicaba que la vacuna tenía una eficacia del 94,5 por ciento.

De los 95 participantes que tuvieron covid-19, 90 habían recibido el placebo y solo cinco la vacuna. Los resultados se conocieron solo una semana después que Pfizer hiciera un anuncio similar sobre su propia vacuna, que también se basa en una molécula de mRNA que codifica la proteína spike.

Otro resultado prometedor del ensayo de Moderna fue el hallazgo de que la vacuna parece proteger a las personas de una enfermedad grave. De los once voluntarios que tuvieron una enfermedad grave, ninguno estaba vacunado. El ensayo seguirá reuniendo más resultados; Moderna informa que planea presentar una solicitud de autorización de uso de emergencia en las próximas semanas.

En el aspecto empresarial, Moderna perdió en julio una disputa por patentes referidas a parte de su tecnología de vacunas. Al mes siguiente, la compañía declaró que no podía estar segura de ser la primera en crear los inventos que se planteaban en sus patentes, entre ellos la vacuna contra el coronavirus. Entretanto, la empresa firó contratos con varios países para proveer la vacuna si es aprobada. El 11 de agosto, el Gobierno estadounidense asignó a la compañía otros 1.500 millones de dólares a cambio de 100 millones de dosis si la vacuna resulta ser segura y eficaz. Moderna firmó acuerdos similares con Canadá, Japón y Catar.

Pfizer y BioNTech (Fase 2 / Fase 3)

El 9 de noviembre, Pfizer, que tiene su sede central en Nueva York, y la empresa alemana BioNTech hicieron historia al presentar datos preliminares que indicaban que su vacuna contra el coronavirus tenía una eficacia superior al 90 por ciento. Fue la primera vez que alguien encontraba esas evidencias. Una semana después, Moderna informó conclusiones similares con una vacuna similar.

En mayo, Pfizer y BioNTech lanzaron un ensayo de Fase 1/2 de dos versiones de una vacuna de mRNA. Concluyeron que ambas versiones hacían que los voluntarios produjeran anticuerpos contra el SARS-CoV-2, así como células inmunitarias conocidas como linfocitos T, que reaccionan al virus. Observaron que una versión, llamada BNT162b2, producía efectos secundarios significativamente menores, como fiebre y fatiga, y en consecuencia la eligieron para pasar a los ensayos de Fase 2/3.

El 27 de julio, las empresas anunciaron el inicio de un ensayo de Fase 2/3 con 30.000 voluntarios en los Estados Unidos y otros países, entre ellos la Argentina, Brasil y Alemania. En un análisis intermedio, las compañías informaron que, tras recibir la primera dosis, los voluntarios experimentaron efectos secundarios mayoritariamente leves a moderados. El 12 de septiembre, Pfizer y BioNTech anunciaron que apuntarían a ampliar el ensayo estadounidense a 43.000 participantes. Al mes siguiente, obtuvieron permiso para iniciar las pruebas de la vacuna en niños de tan solo 12 años: fue el primer ensayo estadounidense en hacerlo. En septiembre, Albert Bourla, CEO de Pfizer, dijo que el ensayo de Fase 3 ya en octubre daría resultados suficientes para demostrar si la vacuna funcionaba o no. El presidente Donald Trump destacó sus avances, insinuando que se dispondría de una vacuna antes de las elecciones. Pero el 27 de octubre, Bourla anunció que los voluntarios del ensayo todavía no habían experimentado suficientes casos de covid-19 como para determinar si las vacunas funcionan. Finalmente, el 8 de noviembre, Pfizer dio a conocer análisis preliminares de los primeros 94 casos. Diez días después, sumaron los resultados finales, sobre la base de 164 casos.

Pfizer y BioNTech concluyeron que la vacuna tiene una eficacia del 95 por ciento. Entre las personas mayores de 65 años, que a menudo tienen respuestas débiles a las vacunas, tuvo una eficacia del 94 por ciento.

Además, el ensayo no detectó ningún efecto secundario grave. El 20 de noviembre, la empresa presentó una solicitud de autorización de uso de emergencia. Se prevé que la Administración de Alimentos y Fármacos de los EE.UU. (FDA) se tomará varias semanas para revisar la solicitud.

En el verano boreal, las compañías comenzaron a firmar acuerdos para entregar grandes cantidades de vacunas a países de todo el mundo. La administración Trump en julio adjudicó un contrato de 1.900 millones de dólares por 100 millones de dosis para ser entregadas en diciembre, y la opción para adquirir otros 500 millones de dosis. Entretanto, Japón firmó un acuerdo por 120 millones de dosis y la Unión Europea arregló la compra de 200 millones de dosis. Si su vacuna es autorizada, Pfizer y BioNTech prevén fabricar más de 1.300 millones de dosis de su vacuna en todo el mundo para fines de 2021.

Llevar la vacuna de la planta de elaboración al brazo de las personas podría plantear importantes desafíos. Al igual que la vacuna de Moderna, la de Pfizer y BioNTech se basa en mRNA, que se desintegra a menos que se mantenga en congelamiento profundo.

Por lo tanto, la vacuna tendrá que ser enfriada a -70° hasta que esté lista para ser inyectada. Pfizer está construyendo cajas que mantendrán frías las vacunas mientras se las transporta. Además, al igual que la mayoría de las vacunas actualmente en ensayo, necesita dos dosis. Asegurarse de que las personas regresen después de tres semanas para recibir la segunda inyección sumará más complejidad a la distribución de la vacuna. Zydus (Fase 2)

En julio, el fabricante indio de vacunas Zydus Cadila comenzó a probar una vacuna basada en ADN que se administra mediante un parche cutáneo. Inició un ensayo de Fase 2 el 6 de agosto y planea el comienzo de un ensayo de Fase 3 en diciembre.

CureVac (Fase 2)

En marzo, la administración Trump trató sin éxito de convencer a CureVac de trasladar su investigación sobre una vacuna de mRNA de Alemania a los Estados Unidos. La empresa siguió avanzando con su trabajo en Alemania y observó respuestas prometedoras en ratones.

En julio, lanzó un ensayo clínico de Fase 1. El 2 de noviembre CureVac anunció que un estudio preliminar de los voluntarios había revelado una respuesta alentadora de su sistema inmunitario. En septiembre, la compañía inició un estudio de Fase 2 y espera seguir con uno de Fase 3 a fines de 2020.

En noviembre, la firma negoció un contrato para proveer a la Unión Europea hasta 225 millones de dosis de su vacuna. Proyecta fabricar hasta 300 millones de dosis en 2021 y hasta 600 millones de dosis al año siguiente. CureVac ha colaborado con la compañía de Elon Musk, Tesla, en la creación de “microplantas” de mRNA, que potencialmente podrían instalarse en todo el mundo para elaborar miles de millones de dosis de la vacuna. El 12 de noviembre, la compañía anunció que su vacuna puede conservarse en una heladera a 5°. Otras vacunas de ARN elaboradas por Pfizer y Moderna deben mantenerse congeladas a temperaturas más bajas.

Imperial College London (Fase 1 / Fase 2)

Investigadores del Imperial College London desarrollaron una vacuna de ARN “auto-amplificado”, que fomenta la producción de una proteína viral para estimular el sistema inmunitario. Iniciaron ensayos de Fase 1/2 el 15 de junio y se han asociado con Morningside Ventures para fabricar y distribuir la vacuna a través de una nueva compañía llamada VacEquity Global Health. Los investigadores esperan saber si la vacuna es eficaz a fin de año.

AnGes (Fase 1 / Fase 2)

El 30 de junio, la empresa japonesa de biotecnología AnGes anunció haber iniciado ensayos de Fase 1 para una vacuna basada en ADN, desarrollada en sociedad con la Universidad de Osaka y Takara Bio.

La compañía presentará los primeros resultados de los ensayos en noviembre y planea iniciar un ensayo de Fase 3 a fin de año.

Arcturus y Duke-NUS (Fase 1 / Fase 2)

La empresa con sede en California Arcturus Therapeutics y la Escuela de Medicina de Duke-NUS en Singapur han desarrollado una vacuna de mRNA. Tiene un diseño “autorreplicante” que lleva a una mayor producción de proteínas virales. Las pruebas en animales mostraron que los protegía de la infección. En agosto, Arcturus lanzó un ensayo de Fase 1/2 en el Hospital General de Singapur.

El 9 de noviembre, la compañía anunció que un análisis intermedio del ensayo había mostrado que la vacuna producía una respuesta inmunitaria que está en el rango de respuestas observadas en personas que se habían recuperado de covid-19. Singapur llegó a un acuerdo con Arcturus para invertir hasta 175 millones de dólares para adquirir vacunas cuando estén listas.

Inovio (Fase 2)

La empresa estadounidense Inovio ha desarrollado vacunas basadas en ADN que se introducen en la piel con los impulsos eléctricos de un dispositivo manual. Tiene en ensayos clínicos vacunas para una serie de enfermedades, y en junio anunció los datos intermedios de un ensayo de Fase 1 de una vacuna para el covid-19. No observó efectos adversos graves y midió respuesta inmunitaria en 34 de 36 voluntarios. Sin embargo, Inovia aún no publicó los resultados detallados de esos estudios y está envuelta en varios juicios con accionistas y una empresa asociada.

El 28 de septiembre, la FDA puso la vacuna en suspenso parcial debido a dudas sobre el dispositivo de administración. El 16 de noviembre, Inovio anunció que la FDA le había dado autorización para que avanzara con su ensayo de Fase 2.

Otras vacunas genéticas

Tienen vacunas genéticas en Fase 1 de experimentación la coreana Genexine; La Academia de Ciencias Médicas de China junto a Suzhou Abogen Biosciences y a Walvax Biotechnology; la Universidad Tailandesa de Chulalongkorn; la firma canadiense Entos Pharmaceuticals; la también canadiense Symvivo y la firma basada en New Jersey, EE.UU., OncoSec Immunotherapies.

A la vez, ​en Fase Preclínica, trabajan en vacunas genéticas la farmaceútica francesa Sanofi asociada con Translate Bio; Applied DNA Sciences; EvviVax con Takis Biotech; DIOSynVax; Elixirgen Therapeutics; ETheRNA; HDT Bio; Infectious Disease Research Institute con Amyris; Mediphage Bioceuticals; Opencorona Consortia; Scancell y el Centro Nacional de Biotecnología con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.