Una polémica de proporciones se desató en Brasil luego de que la justicia de Río de Janeiro determinó hoy el cierre de todas las actividades comerciales y turísticas en la ciudad balnearia de Buzios, ante la suba de casos de coronavirus.
Hubo una protesta con aglomeraciones y cacerolazos de los empresarios del sector frente a la intendencia de uno de los destinos más importantes del turismo de Brasil.

La decisión del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro dio plazo de 72 horas a que todos los turistas abandonen la ciudad, a la que pide retornar a la "bandera roja", es decir, a un cierre casi total de actividades no esenciales.

La intendencia aceptó el fallo pero prepara una apelación.

Comerciantes y empresarios hoteleros, entre ellos decenas de argentinos radicados en esta ciudad, fueron esta mañana a la plaza de Armação dos Buzios, en el centro de la villa turística, para protestar contra la medida.
Los restaurantes solo podrán ofrecer delivery y no podrán abrir los hoteles, justo en temporada alta entre Navidad y Año Nuevo.

Desde el inicio de la pandemia murieron en Buzios 21 personas, mientras en todo el estado de Río de Janeiro los fallecidos suman 24.109.