Uruguay inició este lunes el cierre de sus fronteras aéreas, marítimas y terrestres así como la entrada en vigencia de la ley que limitará, y en casos de desobediencia, multará el derecho de reunión por el aumento de casos de covid-19 en ese país en las últimas semanas.

A lo largo de las zonas limítrofes se han desplegado 500 efectivos militares en 25 puestos de control. El ingreso al país vecino estará autorizado únicamente para el transporte de carga y la ayuda humanitaria.

En conferencia de prensa, los ministros de defensa Javier García y de interior, Jorge Larrañaga comunicaron la decisión de endurecer las restricciones y controles para evitar aglomeraciones de personas y por ende facilitar el contagio de coronavirus.

“Queremos decir que esta disposición nadie la adopta con alegría, en ninguna circunstancia”, destacó en la conferencia y dio los motivos: “Hay que preservar derechos muy importantes y diría que sagrados como el derecho a la vida y a la salud”.

Al llegar a las fronteras con Uruguay, los efectivos (que estarán dispuestos en 25 puestos de control) estarán solicitando documentos de identidad y se revisarán los movimientos migratorios.

El gobierno de dicho país también ha informado que se aplicarán multas por desacata que oscilarán entre 30 y 1.000 Unidades Reajustables (de unos 922 a 30.700 dólares).

rob