Por Julio César Vera, especial para Asteriscos.Tv

Boca se despidió del Mundial de Clubes con una imagen preocupante, Empaté 1 a 1 ante Auckland City, un equipo semi profesional cuyos
jugadores son docentes, barberos y ferreteros fuera del campo.

El conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo volvió a mostrar su peor cara: sin ideas, sin alma, sin juego.

El Xeneize se puso en ventaja gracias a un gol en contra de Nathan Kyle Garrow, tras un cabezazo de Luciano Di Lollo.

A pesar de eso, Boca nunca supo manejar el partido: abusó de los centros, tuvo un mediocampo estático, y perdió por lesión a Zeballos,
que había arrancado como titular.

A los 10 minutos del segundo tiempo, el encuentro fue interrumpido por tormentas eléctricas, y tras el reinicio, Merentiel marcó un gol
que fue anulado por el VAR por mano previa de Zenón.

Pero lo más increíble llegó a los 52' del ST, cuando el defensor Cristian Gray —docente en Nueva Zelanda— marcó el empate.

Fue el primer gol de Auckland en el torneo, y lo hizo nada menos que ante Boca.

La figura indiscutida del partido fue el arquero Nathan Kyle Garrow, que se redimió de su gol en contra con una actuación monumental:
tapó todo y sostuvo a su equipo en los peores momentos.

Mientras tanto, Benfica venció 1 a 0 al Bayern Múnich, eliminando cualquier posibilidad de clasificación.

Boca quedó afuera, superado por un rival semi amateur y con un cierre que deja muchas más preguntas que respuestas.