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13 de diciembre de 2025
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Crimen de Coghlan: la justicia sobreseyó a Cristian Graf
La decisión judicial sostiene que la formación del proceso no afecta el buen nombre y honor del imputado. La causa está prescripta
27 de octubre de 2025
En una resolución que despertó debate en el ámbito judicial, el juez nacional en lo criminal y correccional Alejandro Litvack resolvió sobreseer a Norberto Cristian Graf, de 58 años, quien estaba imputado por encubrimiento agravado y supresión de evidencia en el marco del caso por el hallazgo de los restos de Diego Fernández Lima, un joven desaparecido en 1984 y encontrado 41 años después en el fondo de la casa de Graf, en el barrio porteño de Coghlan.

La decisión judicial sostiene que la formación del proceso no afecta el buen nombre y honor del imputado, al entender que el delito de encubrimiento no puede ser perseguido debido a la prescripción del delito precedente, es decir, el homicidio.

La resolución, firmada el pasado viernes, desató una ola de reacciones tanto en el ámbito judicial como entre los allegados a la víctima, que todavía intentan comprender cómo un caso tan grave puede quedar sin posibilidad de sanción penal.

El juez Litvack explicó que, aunque el hallazgo de los huesos confirma un asesinato ocurrido hace más de cuatro décadas, la acción penal prescribió hace muchos años, lo que invalida cualquier posibilidad de imputar encubrimiento. Según la resolución, “si el delito anterior no puede ser perseguido por causas objetivas —como la prescripción— tampoco podrá serlo el delito posterior”.

El fiscal Martín López Perrando, encargado de la investigación, adelantó que apelará la medida. “El Ministerio Público Fiscal va a agotar todas las instancias”, señalaron fuentes cercanas a la causa, dejando entrever que la Fiscalía considera que aún hay margen legal para revisar la decisión del juez.

La historia comenzó a reescribirse en mayo de 2024, cuando un grupo de albañiles que trabajaba en una obra en la avenida Congreso 3748, en el barrio de Coghlan, encontró restos óseos mientras excavaban los cimientos.

El hallazgo se produjo en el terreno contiguo a la casa de Norberto Graf, en el número 3742. Los trabajadores alertaron a la Policía de la Ciudad, y de inmediato intervino el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), conocido por su labor en la identificación de víctimas de la dictadura.

En un principio, nadie podía imaginar que esos huesos correspondían a Diego Fernández Lima, un joven desaparecido en julio de 1984. Había sido compañero de Graf en la escuela secundaria, aunque este último aseguró no recordarlo.

“No me acuerdo de él ni de ninguno de mis compañeros. No era sociable. Si estuve con él, fue solo en segundo año”, dijo durante su declaración indagatoria.

El EAAF, tras una exhaustiva “intervención arqueológica”, confirmó que los restos correspondían a un hombre joven, con lesiones cortopunzantes y signos de desmembramiento. Según Mariela Fumagalli, directora del EAAF en Argentina, el cuerpo presentaba “una lesión cortopunzante a la altura de la cuarta costilla derecha y cortes en extremidades, compatibles con un intento de manipulación post mortem”.