25 de abril de 2024
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Nuevos permisos de construcción caen un 41%
4 de mayo de 2009
La superficie otorgada para la construcción alcanzó 346.855 metros cuadros. Esta tendencia negativa ya se había observado en el primer trimestre de 2008, cuando la superficie permisada se había retraído un 34,5% respecto de los datos de 2007. Pero ahora, las cifras de 2009 muestran una retracción aun mayor.
Por lógica el comportamiento es distinto en cada zona y lo que se observa es que la caída afectó a 23 de los 49 barrios de la Ciudad de Buenos Aires, con resultados que conviene tomar en cuenta porque resultan oportunidades a considerar.
Los datos desagregados de los distintos barrios de la ciudad señalan que sólo en cinco barrios se proyecta construir el 45% de la superficie total de la ciudad. Así lo demuestran los permisos solicitados en Puerto Madero, Palermo, Villa Urquiza, Recoleta y Caballito.
Pero, la realidad es distinta en cada una de estas áreas y la evolución de los últimos años muestra un cambio de tendencia.
Por un lado, en Caballito y Palermo el área otorgada en el primer trimestre de 2009 ha sufrido una reducción de más del 60% con respecto a 2008.
En Puerto Madero la baja es algo menor pero igualmente importante, ya que llega a 43%. En este último caso debe considerarse que los permisos del primer trimestre de 2008 habían más que duplicado a los del año anterior y los niveles actuales son más semejantes a los de 2007.
Por su parte, mientras que en Villa Urquiza se registra un alza de sólo el 4%, el área solicitada en Recoleta supera en un 50% a la del primer trimestre de 2008. Ambas, sin embargo, se observan por debajo de las del primer trimestre de 2007.
Sin embargo, la superficie a construir registrada por los permisos de edificación para obras privadas en una nómina representativa de 42 municipios de todo el país registró una recuperación en el mes de marzo pasado, con aumentos del 5% con respecto a igual mes del año anterior.
Este cambio de tendencia se debe a varios factores: inversores locales que aguardan a tiempos mejores, otros que prefieren mantenerse líquidos y van al dólar y la desaparición creciente de inversores extranjeros.