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Por Sofía Wachler
Plan Federal de Vivienda: ¿amesetado o en extinción?
13 de octubre de 2008
¿El Plan Federal de Vivienda está amesetado o en vías de extinción?. Por ahora vale la primera afirmación pero va camino de la segunda, aceleradamente, aún antes de las crisis de los mercados internacionales.

Para el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios todo va de maravillas, hay 4.000 obras públicas en ejecución, no hay pérdidas de empleo, el índice de inflación es el que elabora el INDEC, los insumos de la construcción no aumentaron el 57% este año, en fin, no hace falta reconocer mayores costos, pero si no queda remedio, con un 10 o 20% alcanza.

Pero, la realidad es totalmente diferente, como lo señaló la semana pasada Ambito Financiero en una nota “en la actualidad 60 mil de los 450 mil obreros vinculados a la construcción en todo el país están "suspendidos" por la falta de avance, producto de que no llegan los fondos estatales, de los planes de obra pública. La parálisis se percibe más en algunas provincias que en otras”.

En simultáneo, fuentes del sector empresario, afirmaron que hay un atraso de $4.000 millones en los giros del gobierno nacional, consecuencia de la demora en los pagos y por la variación de los precios, producto de una inflación que la Casa Rosada se niega a admitir.

En cambio, según los registros del INDEC, en el segundo período del 2008 de registraron 417.914 empleos formales en ese rubro, lo que significa unos 7.548 empleos más que en el mismo período del 2007, también transcribió el matutino económico.

El área de vivienda específicamente, hecho que se conoce poco, atraviesa en este contexto, enormes dificultades financieras, pero desde el 2007.

La Secretaria de Vivienda de la Nación que depende del Ministerio de Planificación, adeuda a las provincias del financiamiento del Plan Federal de Vivienda, $ 1.227 millones del presupuesto actual, 2008.

Las más perjudicadas son: Salta con más de $ 157 millones, Chubut $ 115 millones, Córdoba $ 82 millones y Tierra del Fuego con $ 24 millones.

Las cifras previstas para el Presupuesto 2009 hablan concretamente de la disminución del financiamiento previsto, inclusive se extiende hasta el del 2010.

Para Desarrollo Urbano y Vivienda se ha destinado $ 2.904,2 millones en el presupuesto del 2009. Es exactamente el mismo monto que para el 2008, cifra que se repite también para 2010.

Si para el presupuesto 2007 fue de $ 2.881 millones, la diferencia con el actual es ínfima, tan sólo $ 23 millones.

Yendo más específicamente a las metas físicas a cumplir, para el 2009 se prevé la asistencia técnica para vivienda básica a 1.000 viviendas y 529 soluciones habitacionales, para dar dos ejemplos, en un país que sigue teniendo un gran déficit habitacional.

Si para el 2009, a Tierra del Fuego se le destinó del Plan Federal de Vivienda, $ 54 millones, pero se le adeuda $ 24 millones de este año, cómo continúan la construcción de viviendas nuevas, las soluciones habitacionales y otros programas de nombres pomposos y que siempre cambian, lo que no los hace estrictamente comparables en el seguimiento de su ejecución.

El tema es mucho más complejo y serio. Las provincias no cesan de reclamar, pero el manejo del presupuesto es discrecional y los montos adeudados aparecen, efectivamente, como devengados (comprometidos) pero no llegan a sus beneficiarios.

Por otra parte, el tan vapuleado FONAVI que para el 2009 ascenderá a $1.302.647.004 es el que “soporta” las deudas contraídas en vivienda, al no llegar los fondos de los planes federales a sus destinatarios.

Muchas provincias para no parar o demorar más las obras, pagan insumos, mano de obra con estos fondos, que si bien también son para vivienda, corresponden a fondos de la coparticipación federal.

El Fondo Nacional de la Vivienda – FONAVI fue creado en 1972 recibiendo como recurso fundamental el 2,5% de la nómina de salarios pagados que sólo podían destinarse a financiar total o parcialmente, con garantía real hipotecaria, la construcción de viviendas individuales o colectivas, obras de urbanización, infraestructura, equipamiento social y obras complementarias.

Tuvo muchas idas y venidas en estos 26 años de existencia, cambios en la obtención de recursos, pero siempre permitió construir unas 35 a 40.000 viviendas año, en promedio, en todo el país.

Todo indica que con los distintos Planes Federales de Viviendas que se anunciaron una y otra vez desde el 21 de junio del 2004, se avanzó muy poco en la materia y lo que es peor es que se creó una gran expectativa en la población de menores recursos que no tiene acceso a una vivienda, por otra vía.

Lo cierto, es que, no hay datos ciertos de cuántas viviendas nuevas se han construido en estos años y de los pocos existentes y algunos entrecruzamientos se llega a la conclusión que nunca se superó la misma cantidad del FONAVI.

Algunas fuentes sostienen que “por el contrario, en promedio, jamás se superaron con los planes federales, las 30.000 viviendas/año.

¿Volvemos al FONAVI? Todo indica que más pronto de lo esperado…. Pero en las condiciones actuales, lo único que sí se puede adelantar es que los fondos van a alcanzar para construir muchísimas menos viviendas, por las razones conocidas, lo que inexorablemente en lugar de paliar el déficit habitacional existente, lo va a agravar aún más y muy seriamente.