26 de abril de 2024
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Por Sofía Wachler
¿Poco interés inmobiliario en el blanqueo?
7 de septiembre de 2009
Es el medio vaso lleno o el medio vaso vacío. Depende de cómo se mire.
Pero según fuentes oficiales, apenas el 10% del monto blanqueado tuvo como destino la compra de inmuebles.
El cálculo es fácil: si lo que se blanqueó fueron 4.404 millones de dólares -aproximadamente el 3% del total del dinero que se estima que los argentinos tienen "en el colchón" o en el extranjero– 440 millones de dólares fueron al sector inmobiliario.
Serían aproximadamente unas 3.500 propiedades si el cálculo se realiza en base a departamentos en promedio de 100.000, que tendrían que reflejarse en las escrituras en el último trimestre del año y en los primeros meses del 2010.
Pero tanto brokers inmobiliarios como desarrolladores comentaron que sobre todo, en la última quincena de agosto se notó un aumento de las consultas, también se concretaron muchas operaciones, en un marco desconocido desde octubre de 2008, ya que la toma de decisiones fue muy rápida por parte de los inversores.
Se compraron tanto unidades nuevas, como usadas, pero también, una situación escasamente difundida fue que se adelantaron cuotas en fideicomisos al costo, que no se verán reflejados en las escrituras.
Es un dato muy positivo porque algunos venían registrando moras significativas y peligraban su continuidad.
Se adquirieron propiedades en todo tipo de proyectos: unidades terminadas, en edificios en construcción, lotes en muchos barrios cerrados y countries.
Casi todos los adquirentes fueron inversores locales, no hubo del exterior porque prácticamente desaparecieron del mercado inmobiliario local cuando comenzó la crisis subprime el año pasado.
Importa destacar que la ley de blanqueo prohíbe expresamente vender la propiedad adquirida antes de trascurridos dos años, y por esta razón las obras en boca de pozo tuvieron una buena performance entre los inversores.
Como el tiempo de finalización y entrega es de entre 18 y 24 meses, representa el tiempo justo para poder vender la propiedad a estrenar, cuando está recién terminada.
También, esta preventa tendrá un impacto positivo en algunas construcciones demoradas o que habían bajado el ritmo de obra por esta inyección de dinero en efectivo.
La pregunta que cabe hacerse es cuánto representa para el mercado inmobiliario 3.500 propiedades, dato estimativo ya que los definitivos se conocerán más adelante.
Equivalen a las escrituras de compraventa de julio de 2002 en la Ciudad de Buenos Aires, según el Colegio de Escribanos porteño.
O sea que el blanqueo de capitales le aportó en materia inmobiliaria el equivalente a uno de los meses más bajos de la década, ya que en promedio se escrituran 5.500.
Un respiro al alicaído sector desde octubre de 2008, crisis del campo mediante, adelantamiento de las elecciones, crisis de confianza.
¿Significará una señal de cambio de tendencia o simplemente es la sumatoria de un deseo de muchos?
Pero según fuentes oficiales, apenas el 10% del monto blanqueado tuvo como destino la compra de inmuebles.
El cálculo es fácil: si lo que se blanqueó fueron 4.404 millones de dólares -aproximadamente el 3% del total del dinero que se estima que los argentinos tienen "en el colchón" o en el extranjero– 440 millones de dólares fueron al sector inmobiliario.
Serían aproximadamente unas 3.500 propiedades si el cálculo se realiza en base a departamentos en promedio de 100.000, que tendrían que reflejarse en las escrituras en el último trimestre del año y en los primeros meses del 2010.
Pero tanto brokers inmobiliarios como desarrolladores comentaron que sobre todo, en la última quincena de agosto se notó un aumento de las consultas, también se concretaron muchas operaciones, en un marco desconocido desde octubre de 2008, ya que la toma de decisiones fue muy rápida por parte de los inversores.
Se compraron tanto unidades nuevas, como usadas, pero también, una situación escasamente difundida fue que se adelantaron cuotas en fideicomisos al costo, que no se verán reflejados en las escrituras.
Es un dato muy positivo porque algunos venían registrando moras significativas y peligraban su continuidad.
Se adquirieron propiedades en todo tipo de proyectos: unidades terminadas, en edificios en construcción, lotes en muchos barrios cerrados y countries.
Casi todos los adquirentes fueron inversores locales, no hubo del exterior porque prácticamente desaparecieron del mercado inmobiliario local cuando comenzó la crisis subprime el año pasado.
Importa destacar que la ley de blanqueo prohíbe expresamente vender la propiedad adquirida antes de trascurridos dos años, y por esta razón las obras en boca de pozo tuvieron una buena performance entre los inversores.
Como el tiempo de finalización y entrega es de entre 18 y 24 meses, representa el tiempo justo para poder vender la propiedad a estrenar, cuando está recién terminada.
También, esta preventa tendrá un impacto positivo en algunas construcciones demoradas o que habían bajado el ritmo de obra por esta inyección de dinero en efectivo.
La pregunta que cabe hacerse es cuánto representa para el mercado inmobiliario 3.500 propiedades, dato estimativo ya que los definitivos se conocerán más adelante.
Equivalen a las escrituras de compraventa de julio de 2002 en la Ciudad de Buenos Aires, según el Colegio de Escribanos porteño.
O sea que el blanqueo de capitales le aportó en materia inmobiliaria el equivalente a uno de los meses más bajos de la década, ya que en promedio se escrituran 5.500.
Un respiro al alicaído sector desde octubre de 2008, crisis del campo mediante, adelantamiento de las elecciones, crisis de confianza.
¿Significará una señal de cambio de tendencia o simplemente es la sumatoria de un deseo de muchos?