26 de abril de 2024
Seguinos en
Últimas noticias
Por Sofía Wachler
Suipacha también será peatonal desde el 2010
19 de octubre de 2009
En la actualidad, al igual que Buenos Aires, la mayoría de las urbes más importantes del mundo atraviesan problemas similares en lo referente a la movilidad: colapso de los sistemas de transporte, tanto público como privados, uso excesivo de los automóviles, que además de la gran contaminación ambiental, colapsan autopistas, carreteras y avenidas.
Las soluciones urbanísticas no siempre son sencillas de implementar, por sus elevados costos y dificultades de instrumentación.
“En realidad, la ciudad es la solución y no el problema, ya que cuestiones como la segregación funcional, la discontinuidad de actividad urbana, el reciclaje de instalaciones o edificios obsoletos, el abuso del transporte privado, con los canales adecuados se pueden revitalizar”, afirma el reconocido urbanista y ex intendente de Curitiba, Jaime Lerner, en su libro “Acupuntura Urbana”.
“El planeamiento es un proceso. Por bueno que sea, no consigue transformaciones inmediatas. Casi siempre es una chispa que inicia una acción y la consecuente propagación de esa acción. Es lo que llamo buena acupuntura. Una verdadera acupuntura”, señala.
Uno de los conceptos clave de Lerner es que no hacen falta grandes intervenciones urbanas ni planes de desarrollo temporal diferido, la acción tiene que ser rápida y concreta, aplicada sobre una región específica, como la propia acupuntura.
Por eso, luego de la peatonalización de la calle Reconquista, ahora el Gobierno porteño quiere convertir también a Suipacha, entre Libertador y Rivadavia, en peatonal, dónde sólo podrán pasar vehículos de emergencias, de recolección de basura, los de emergencias y los residentes, es decir los que vayan a las cocheras de la calle.
Es una iniciativa importante, aunque parezca de poco alcance, ya que sumada a la peatonalización de Reconquista y otras intervenciones urbanas suman y, en conjunto, tal como dice Lerner, “contribuyen a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”.
Para los críticos probablemente sea más fácil practicar el deporte nacional: poner en marcha la máquina de impedir, respondiendo a otros intereses que no siempre incluyen el bienestar común, sino particulares.
Desconocen la modernidad y obviamente los ejemplos de ciudades como Viena, Praga, Curitiba y tantas otras.
La peatonalización de Suipacha se extenderá a lo largo de 15 cuadras, tendrá una duración aproximada de cuatro meses y un costo de 4 millones de pesos.
Fue incluida en el presupuesto 2010 del Gobierno porteño y deberá ser tratada en la Legislatura. De ser aprobada, las obras comenzarían el año próximo, en enero o febrero a más tardar.
Esta iniciativa forma parte del programa Prioridad Peatón que lleva adelante el Ministerio de Desarrollo Urbano y se enfoca sobre un polígono de 220 manzanas, desde Plaza San Martín hasta Parque Lezama y entre las avenidas Alem-Paseo Colón y 9 de Julio, abarcando el micro y macrocentro y el casco antiguo.
Carabelas y Reconquista fueron convertidas en peatonales, pero en Defensa se repuso solamente el empedrado y no se avanzó en la peatonalización por la negativa de los vecinos.
En el caso de Suipacha, el Gobierno porteño está reuniéndose con los vecinos, para acordar aspectos como el ingreso y egreso de los autos o en qué veredas los bares podrán instalar mesas.
El propósito es que el 70% de su superficie esté dedicada a peatones y ciclistas, mientras que el otro 30% sea una acera mucho más angosta de una sola mano por donde podrán transitar automóviles de vecinos de la zona, ambulancias, bomberos y el camión recolector de la basura.
Suipacha es una de las siete arterias que atraviesan el microcentro porteño de norte a sur, pero guarda 187 años de historia argentina.
Mientras el presupuesto de Reconquista implicó una inversión de 850 mil pesos por cuadra, en Suipacha será de 300 mil pesos por cuadra.
Según datos del Ministerio de Desarrollo Urbano porteño, la revalorización de las propiedades de la calle Reconquista a raíz de la obra fue del 12%.
Las soluciones urbanísticas no siempre son sencillas de implementar, por sus elevados costos y dificultades de instrumentación.
“En realidad, la ciudad es la solución y no el problema, ya que cuestiones como la segregación funcional, la discontinuidad de actividad urbana, el reciclaje de instalaciones o edificios obsoletos, el abuso del transporte privado, con los canales adecuados se pueden revitalizar”, afirma el reconocido urbanista y ex intendente de Curitiba, Jaime Lerner, en su libro “Acupuntura Urbana”.
“El planeamiento es un proceso. Por bueno que sea, no consigue transformaciones inmediatas. Casi siempre es una chispa que inicia una acción y la consecuente propagación de esa acción. Es lo que llamo buena acupuntura. Una verdadera acupuntura”, señala.
Uno de los conceptos clave de Lerner es que no hacen falta grandes intervenciones urbanas ni planes de desarrollo temporal diferido, la acción tiene que ser rápida y concreta, aplicada sobre una región específica, como la propia acupuntura.
Por eso, luego de la peatonalización de la calle Reconquista, ahora el Gobierno porteño quiere convertir también a Suipacha, entre Libertador y Rivadavia, en peatonal, dónde sólo podrán pasar vehículos de emergencias, de recolección de basura, los de emergencias y los residentes, es decir los que vayan a las cocheras de la calle.
Es una iniciativa importante, aunque parezca de poco alcance, ya que sumada a la peatonalización de Reconquista y otras intervenciones urbanas suman y, en conjunto, tal como dice Lerner, “contribuyen a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”.
Para los críticos probablemente sea más fácil practicar el deporte nacional: poner en marcha la máquina de impedir, respondiendo a otros intereses que no siempre incluyen el bienestar común, sino particulares.
Desconocen la modernidad y obviamente los ejemplos de ciudades como Viena, Praga, Curitiba y tantas otras.
La peatonalización de Suipacha se extenderá a lo largo de 15 cuadras, tendrá una duración aproximada de cuatro meses y un costo de 4 millones de pesos.
Fue incluida en el presupuesto 2010 del Gobierno porteño y deberá ser tratada en la Legislatura. De ser aprobada, las obras comenzarían el año próximo, en enero o febrero a más tardar.
Esta iniciativa forma parte del programa Prioridad Peatón que lleva adelante el Ministerio de Desarrollo Urbano y se enfoca sobre un polígono de 220 manzanas, desde Plaza San Martín hasta Parque Lezama y entre las avenidas Alem-Paseo Colón y 9 de Julio, abarcando el micro y macrocentro y el casco antiguo.
Carabelas y Reconquista fueron convertidas en peatonales, pero en Defensa se repuso solamente el empedrado y no se avanzó en la peatonalización por la negativa de los vecinos.
En el caso de Suipacha, el Gobierno porteño está reuniéndose con los vecinos, para acordar aspectos como el ingreso y egreso de los autos o en qué veredas los bares podrán instalar mesas.
El propósito es que el 70% de su superficie esté dedicada a peatones y ciclistas, mientras que el otro 30% sea una acera mucho más angosta de una sola mano por donde podrán transitar automóviles de vecinos de la zona, ambulancias, bomberos y el camión recolector de la basura.
Suipacha es una de las siete arterias que atraviesan el microcentro porteño de norte a sur, pero guarda 187 años de historia argentina.
Mientras el presupuesto de Reconquista implicó una inversión de 850 mil pesos por cuadra, en Suipacha será de 300 mil pesos por cuadra.
Según datos del Ministerio de Desarrollo Urbano porteño, la revalorización de las propiedades de la calle Reconquista a raíz de la obra fue del 12%.