Este �movido� inicio del año con el conflicto de poderes desatado en el Banco Central no es lo mejor que podía ocurrirle a los argentinos. El verano ya está muy caliente, las altas temperaturas no cesan ni siquiera por suerte para quienes disfrutan de las vacaciones en lugares de playa, sierra y montaña.

Fundamentalmente la misión del Banco Central es preservar la moneda y esta crisis genera gran incertidumbre en los mercados y el inmobiliario, no es ajeno; no sólo porque utiliza el dólar para casi todas sus transacciones.

La incertidumbre, es la gran enemiga del Real Estate, en todo el mundo y no hace falta hacer profundos análisis para prever sus consecuencias; el ejemplo más cercano es lo que pasó a partir de la caída del Lehman Brothers en octubre de 2008 y su efecto cascada.

La persistente falta de seguridad jurídica en Argentina aparece otra vez en la prensa internacional, flaco favor para el país frente a los inversores internacionales que ya habían optado por elegir a Uruguay y Brasil desde hace unos pocos años.

Ahora están más lejos de revertir sus decisiones y lo que es más grave es que en el mercado inmobiliario las inversiones no son nunca a corto plazo como en el caso de acciones, bonos u otras opciones del mercado financiero.

Por el contrario, la estrategia de inversión inmobiliaria es a largo plazo; en la práctica, nunca menor a tres, cuatro años, clásico ejemplo del tiempo que se requiere para adquirir un terreno, obtener las aprobaciones y construir un edificio, entre 18 y 24 meses.

También existen muchísimos casos de terrenos comprados hace una o dos décadas, las variantes son diversas y la construcción del emprendimiento se comienza cuando se considera apropiado.

Difícil saber cómo continuará éste y otros temas tan sensibles para el sector de Real Estate, a menos de quince días de comenzado el 2010 y cuando todavía no se tienen datos de cómo resultó el 2009.

Cómo siempre habrá que ser muy muy pacientes, no queda otra, cualquier análisis estará más cercano a la futurología que de certezas.