26 de abril de 2024
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Por Sofía Wachler
Casa propia, un logro sólo para muy pocos
19 de abril de 2010
Siempre son bienvenidos los financiamientos que posibilitan el acceso a la vivienda propia, pero en los últimos años parecen ser para pocos.
El lanzamiento de la nueva línea Casa Propia del Banco Nación que anunció la presidenta Cristina Kirchner y que estarán disponibles a partir de hoy en todas las sucursales del país es oportuna, pero no está al alcance de los verdaderos necesitados.
La casa está impresa en la memoria genética de la humanidad con significados muy profundos que van más allá de lo psicológico por eso a veces no se entiende la desesperación de contar con una propia.
Tema complejo si los hay y en el que simplemente los slogans no funcionan. Tampoco sirve generar expectativas que no se puedan cumplir.
Los argentinos hemos aprendido mucho sobre créditos hipotecarios y las nefastas consecuencias de no poderlos pagarlos, a partir del 2001.
Todavía quedan muchos casos sin resolver de aquella época y los afectados viven en la cuerda floja todo el tiempo y con serios deterioros en la salud familiar, producto de la incertidumbre de no saber a ciencia cierta el futuro de su propiedad y si quedarán definitivamente en la calle.
Sin entrar en el hilado fino de tasas, plazos, montos de esta línea de créditos de la que ya se ha escrito mucho en estos días, algunas reflexiones.
El mercado inmobiliario argentino sigue operando en dólares y al contado; además en el interior del país, por lo general, las propiedades valen menos que en la ciudad de Buenos Aires pero también la gente gana menos.
¿Cuánto tiene que ganar en blanco la familia que quiere acceder a su vivienda propia? Dependerá del monto solicitado y en ningún caso podrá superar el 30% del ingreso familiar.
Para solicitar el máximo establecido de $ 360.000, una familia tendrá que demostrar un ingreso mensual cercano a los $ 20.000. No comments.
El Programa Casa Propia cuyo factótum fue el recordado ingeniero Edgardo Slemenson, cuando transitó como funcionario por la ex Comisión Municipal de la Vivienda señalaba que “ los planes oficiales deberían respaldar al comprador de ingresos medios y medios-bajos para permitirle el acceso a la vivienda. Hay que apoyar la demanda y menos a la empresa constructora.
Con el costo de una vivienda se financian las cuotas de 20 familias que podrían comprar eligiendo dónde vivir”.
Infaltable conferencista en congresos y eventos nacionales de la temática de la vivienda y un referente clave del Centro Argentino de Ingenieros, Slemenson siempre evocaba a su maestro, ingeniero Ernesto García Olano, en un memorable postulado, nunca más vigente que en estos días.
“Cada cama en una vivienda digna -por modesta que fuere- es una cama menos en un hospital o en una cárcel".
El lanzamiento de la nueva línea Casa Propia del Banco Nación que anunció la presidenta Cristina Kirchner y que estarán disponibles a partir de hoy en todas las sucursales del país es oportuna, pero no está al alcance de los verdaderos necesitados.
La casa está impresa en la memoria genética de la humanidad con significados muy profundos que van más allá de lo psicológico por eso a veces no se entiende la desesperación de contar con una propia.
Tema complejo si los hay y en el que simplemente los slogans no funcionan. Tampoco sirve generar expectativas que no se puedan cumplir.
Los argentinos hemos aprendido mucho sobre créditos hipotecarios y las nefastas consecuencias de no poderlos pagarlos, a partir del 2001.
Todavía quedan muchos casos sin resolver de aquella época y los afectados viven en la cuerda floja todo el tiempo y con serios deterioros en la salud familiar, producto de la incertidumbre de no saber a ciencia cierta el futuro de su propiedad y si quedarán definitivamente en la calle.
Sin entrar en el hilado fino de tasas, plazos, montos de esta línea de créditos de la que ya se ha escrito mucho en estos días, algunas reflexiones.
El mercado inmobiliario argentino sigue operando en dólares y al contado; además en el interior del país, por lo general, las propiedades valen menos que en la ciudad de Buenos Aires pero también la gente gana menos.
¿Cuánto tiene que ganar en blanco la familia que quiere acceder a su vivienda propia? Dependerá del monto solicitado y en ningún caso podrá superar el 30% del ingreso familiar.
Para solicitar el máximo establecido de $ 360.000, una familia tendrá que demostrar un ingreso mensual cercano a los $ 20.000. No comments.
El Programa Casa Propia cuyo factótum fue el recordado ingeniero Edgardo Slemenson, cuando transitó como funcionario por la ex Comisión Municipal de la Vivienda señalaba que “ los planes oficiales deberían respaldar al comprador de ingresos medios y medios-bajos para permitirle el acceso a la vivienda. Hay que apoyar la demanda y menos a la empresa constructora.
Con el costo de una vivienda se financian las cuotas de 20 familias que podrían comprar eligiendo dónde vivir”.
Infaltable conferencista en congresos y eventos nacionales de la temática de la vivienda y un referente clave del Centro Argentino de Ingenieros, Slemenson siempre evocaba a su maestro, ingeniero Ernesto García Olano, en un memorable postulado, nunca más vigente que en estos días.
“Cada cama en una vivienda digna -por modesta que fuere- es una cama menos en un hospital o en una cárcel".