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Osteoporosis: huesos, menopausia y envejecimiento
19 de noviembre de 2009
La osteoporosis es un problema de salud pública mundial, es la enfermedad metabólica ósea más común. La incidencia de esta enfermedad, prevalente en mujeres menopáusicas, continúa en aumento con el progresivo envejecimiento de las poblaciones.

El 30% a 40% de las mujeres y el 10% a 13% de los varones que viven más de cincuenta años sufrirá una fractura por fragilidad ósea y aproximadamente 1 de cada 2 mujeres experimentará una fractura por osteoporosis en algún momento de su vida. En la Argentina de cada 4 mujeres mayores de 50 años, una tiene densitometría normal, dos tienen osteopenia y una osteoporosis. De qué hablamos y qué tener en cuenta.

La osteoporosis es una enfermedad sistémica caracterizada por disminución de la masa ósea y deterioro del tejido óseo, con un consecuente aumento en la fragilidad ósea y la susceptibilidad a fracturas. La pérdida de masa ósea ocurre en forma “silenciosa” y progresivamente. Inicialmente no presenta síntomas, pero más adelante puede ser dolorosa, deformante y causar la mayoría de las fracturas en las personas mayores de 50 años. Afecta principalmente a las mujeres después de la menopausia, durante esta etapa 1 de cada 4 mujeres sufre osteoporosis.

“El proceso de remodelado óseo que mantiene un esqueleto saludable puede considerarse como un mecanismo preventivo ya que continuamente se remueve hueso viejo y se reemplaza por hueso nuevo. Ocurre pérdida ósea cuando este balance se altera, resultando en mayor resorción sin formación de hueso nuevo. Este disbalance sucede en la menopausia y en el envejecimiento. En la menopausia existe un aumento de la frecuencia de reabsorción ósea, más del doble que en la etapa premenopaúsica, y un incremento de la porosidad en el hueso cortical. Estos cambios se deben a la falta de acción de los estrógenos sobre las células óseas, no hay que perder de vista que durante la menopausia hay un descenso de los estrógenos, hormonas que estimulan la regeneración ósea. La masa ósea en el adulto equivale al pico de masa ósea alcanzado a los 25-30 años de edad menos la pérdida ósea subsecuente. El pico de masa ósea esta determinado mayormente por factores genéticos, con contribución del estado nutricional y endocrinológico, la actividad física y la salud durante el crecimiento. La pérdida de tejido óseo lleva a una arquitectura ósea alterada y a aumento de fracturas en esta etapa”, expresa la Dra. Virginia Busnelli, a cargo del departamento de Endocrinología de Halitus Instituto Médico.

Factores de riesgo más importantes
Ø Menopausia temprana.
Ø Antecedentes familiares de osteoporosis.
Ø Delgadez.
Ø Operaciones com extirpación de ovários.
Ø Vida sedentaria.
Ø Dieta pobre em calcio y vitamina D.
Ø Tabaquismo, consumo de alcohol y café.
Ø Enfermedades de La tiroides y paratiroides.
Ø Diabetes insulino-dependiente.
Ø Artritis reumatoidea.
Ø Anorexia.

Detección y diagnóstico
“El diagnóstico incluye evaluación clínica, bioquímica, radiológica y densitométrica. En algunos casos avanzados la pérdida de masa ósea se refleja en una simple placa radiográfica de columna vertebral o de la cadera. El examen médico y la realización de una adecuada historia clínica, permitirán detectar en forma precoz los factores de riesgo relacionados con la osteoporosis. La realización de análisis de sangre y orina nos permitirán llevar a cabo estudios de diversos marcadores bioquímicos, útiles en el seguimiento y control de la enfermedad y su tratamiento”, dice la médica.

La densitometría ósea es la metodología especializada para diagnosticar la osteoporosis, es totalmente inocuo y detecta el grado de mineralización del esqueleto, a la vez que lo compara con el promedio general de la población, de acuerdo con el sexo y la edad.

Además, estima si el grado de pérdida de mineralización implica riesgo de padecer fracturas. “Actualmente existen densitómetros instalados en todo el país. Basados en la densidad mineral ósea (DMO) y comparándola con la de la población con la de la población jóven del mismo sexo, se obtiene un valor matemático, que tiende a disminuir con la edad, nos permite a los médicos evaluar la pérdida de masa ósea y establecer el diagnóstico de osteoporosis” agrega Busnelli.

La evaluación se realiza de acuerdo con la siguiente escala:
Valor positivo y hasta -1:NORMAL
Valor entre -1 y -2.5: OSTEOPENIA (pérdida de masa ósea que no ha llegado a constituir una osteoporosis).
Valor Si está por debajo de -2.5:OSTEOPOROSIS. Y si a este último valor se le agrega un antecedente de fractura, consideramos que presenta una OSTEOPOROSIS SEVERA.

¿Quiénes deben realizarse una densitometría?
- Mujeres mayores de 65 años.
- Mujeres menores de 65 con presencia de por lo menos un factor de riesgo
- Adultos con una fractura por fragilidad.
- Adultos con enfermedades o condiciones asociadas a baja masa ósea o pérdida ósea.
- Hombres mayores de 70 años.
- Asimismo debe efectuarse el estudio en todo paciente que necesite ser tratado.
- Paciente en tratamiento para monitorear los resultados.

Prevención
“La dieta y la actividad física juegan un rol preponderante en la prevención de la osteoporosis. Una ingesta adecuada de calcio durante toda la vida es fundamental para mantener una buena masa ósea y huesos sanos. Además, el calcio no sólo es necesario en la formación y mantenimiento de los huesos, sino también en otras funciones metabólicas del organismo y, si no lo obtiene de la dieta, requiere del calcio de los huesos, descalcificándolos gradualmente”, explica la especialista.

Ø Dieta: Aunque los huesos parezcan estructuras permanentes, se renuevan en proceso de formación y destrucción que normalmente debe mantenerse en equilibrio y que llega a ser completa luego de 7 años en un adulto normal. La carencia de calcio altera este equilibrio y aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis. Diariamente con la dieta deberían ingerirse por lo menos 1200 mg. Y no hay que perder de vista que más del 80% del calcio consumido en la dieta proviene de productos lácteos cuyo calcio no presenta la misma absorción intestinal por lo que su importancia en la dieta es relativa.

Ø Ejercicio Físico: Según la Dra. Busnelli, “Los ejercicios son necesarios con una frecuencia diaria por períodos de una hora por vez, y tienen un efecto beneficioso sobre la masa ósea fijando calcio y también sobre la salud en general. Uno de los ejercicios recomendados es la caminata a paso rápido, una cuadra por minuto, usando calzado cómodo que facilite la caminata -amplio y de taco bajo- y evitando los terrenos accidentados. Otros ejercicios recomendables son la práctica de algunos deportes como la gimnasia, el ciclismo o puede ser bicicleta fija, o la natación. Aquellas personas con dificultades para caminar o realizar deportes puede llevar a cabo ejercicios simples y evitar posturas incorrectas. En todos los casos es conveniente la supervisión por personal profesional especializado -kinesiólogos o terapistas físicos-”.

Los objetivos de realizar ejercicios físicos son:
ü Mantener la movilidad articular.
ü Mejorar la fuerza muscular.
ü Mejorar la coordinación.
ü Corregir la postura.
ü Reducir el dolor.
ü Prevenir la pérdida de masa ósea.
ü Evitar la fractura.

Tratamientos
“Existen muchas intervenciones que pueden recomendarse a la población general para reducir el riesgo de fracturas. Estas incluyen una ingesta adecuada de calcio y vitamina D, realización durante toda la vida de actividad física (con levantamiento de peso y ejercicios de fortalecimiento muscular), evitar el consumo de tabaco, tratamiento del alcoholismo, y tratamiento de otros factores de riesgo para fracturas como las alteraciones de la visión. El efecto de la vitamina D sobre el riesgo de fracturas se produce además de por su rol importante en la absorción de calcio y en la salud del hueso por su influencia en la performance muscular, en el equilibrio, y por disminuir el riesgo de caídas. Se recomienda la realización de ejercicio regular a todas las edades (con carga y ejercicios de fortalecimiento de músculos, incluye caminatas) para reducir el riesgo de fracturas y caídas. Se recomienda fuertemente abandonar el hábito tabáquico. El consumo de tabaco deteriora el esqueleto así como la salud global.”, especifica la médica.

Y continúa: “Todos los pacientes en los que se considere iniciar el tratamiento de la osteoporosis deben también implementar las medidas de reducción de factores de riesgo. Previo a la iniciación del tratamiento deben descartarse causas secundarias de osteoporosis y tener medida de la densidad mineral ósea por Densintometría”.