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Por Leonardo Coscia
Amillia: esperanza para los bebés prematuros
22 de febrero de 2007
La noticia sobre la niña nena estadounidense que se acaba de convertir en el bebé más prematuro del mundo abrió una nueva esperanza para aquellos que se enfrentan a un nacimiento pretermino. En la Argentina nacen unos 70 mil bebés prematuros por año, por lo que ésta es la gran problemática de la perinatología, que es el área que engloba la obstetricia y la neonatología.

Se considera prematuro aquel bebé que nace entre la semana 24/25 hasta la 37. Dentro de este grupo, el 10 por ciento nace apenas iniciado el sexto mes de embarazo y en lo que se llama "el límite de la viabilidad". El caso de Amillia es único, porque la pequeña nacida en el Hospital Infantil Baptist de Miami (Estados Unidos), pasó solo 21 semanas dentro del útero y ya fue dada de alta a pesar de su diminuta apariencia (pesó 284 gramos), gracias a que superó todas las complicaciones que se presentaron. Pero no deja de tener puntos de coincidencia con todos los demás partos prematuros.

El 70 por ciento de las muertes perinatales (desde la semana 28 de embarazo a los 28 días posteriores al nacimientos) se deben a la prematurez. Además, los partos prematuros pueden producir en los bebés serios problemas intestinales, neurológicos, infecciosos y respiratorios. Los nenes pueden encontrar dificultades de crecimiento y para alimentarse. Los especialistas afirman que cuanto más precoz es el parto prematuro, más probabilidades de complicaciones y muerte. Por lo tanto, la sobrevida es función de la edad del embarazo al momento del parto. Entre los que sobreviven, cuanto menor es la edad del embarazo, mayor es la posibilidad de secuelas a largo plazo.

El problema de los partos prematuros es un llamado de atención para las autoridades sanitarias que deberían contemplar que con prevención y las medicaciones apropiadas -que hoy no están al alcance de todas las mujeres- se puede bajar la incidencia y disminuir notablemente los costos económicos. Es de suma importancia que el embarazo llegue a término. Cada día que se gana aumenta un 3 por ciento la posibilidad de supervivencia del niño. De allí la importancia de mantener todo lo posible el embarazo. Para ello, existen recursos que van desde el reposo absoluto a la medicación específica. Las nuevas drogas para aplicar demostraron no tener efectos secundarios ni para las madres ni para el bebé por nacer y que nos permiten ganar un tiempo valioso. En ese tiempo ganado, es posible indicar a la madre corticoides para apurar la maduración pulmonar del bebé, ya que los problemas respiratorios del nacido de bajo peso se cuentan entre los más difíciles de resolver.

Un niño nace antes del tiempo normal promedio por diversos motivos, a veces no identificables y otras, sí. En general, las causas más frecuentes son:

- Rotura prematura de membranas: es decir, cuando las membranas llenas de líquido amniótico que contienen al feto se rompen antes de tiempo. Esto por lo general da lugar al parto prematuro, que comienza en menos de 5 a 7 días aunque el médico intente retrasarlo. Cuando la bolsa se rompe antes de la semana 37 hay una fuerte sospecha de infección vaginal responsable del episodio. Los gérmenes provocan una serie de modificaciones en el nivel local de los tejidos, induciendo las contracciones y el parto prematuro con bolsa íntegra o ruptura de la membrana.

- Algunas causas coinciden con las del parto espontáneo; por ejemplo, un útero sobredistendido por un embarazo múltiple, (mellizos, trillizos) o por una acumulación anormal de líquido producida por el feto.

- El trauma, por ejemplo debido a un accidente automovilístico, puede adelantar el parto.

- También puede deberse a una posición anormal del feto, o a que la madre presenta defectos estructurales en el útero o el cuello uterino, hemorragia, estrés mental y físico.

- Parto iatrogénico: provocado por el médico debido a enfermedades que padece la madre, como hipertensión arterial, diabetes, problemas tiroides, o a malformaciones del bebé. Por el bien del niño y de la mamá el médico considera que el bebé va a estar mejor afuera del útero que adentro, aunque deba correr los riesgos de la prematurez.

- Idiopático o espontáneo: se produce sin haber un motivo evidente.

La infección vaginal se sospecha que cada vez tiene más protagonismo en provocar rotura temprana de membrana y el parto espontáneo. En realidad se trata de la vaginosis , que no es una infección propiamente dicha, sino una modificación patógena de la flora vaginal. Es muy importante la detección precoz y control de este trastorno. Su desarrollo a veces depende de factores como la promiscuidad sexual y una inadecuada higiene durante el embarazo. Es más frecuente en poblaciones de bajos recursos económicos y educacionales.

En los extremos de las edades de las mujeres que conciben, 18 y 40 años, las infecciones suelen ser más frecuentes. En las jóvenes por cuestiones educacionales, y en las mayores que ya han pasado por varios partos, debido a una mayor predisposición, ya que el cuello del útero no es tan continente y favorece la aparición de infecciones.

Nacer antes de tiempo implica muchos riesgos para el bebé debido a que determinados órganos y sistemas no completaron su madurez. El más crítico es el pulmón, que ocasiona el síndrome de dificultad respiratoria, principal causa de mortalidad del prematuro. Para que el bebé pueda respirar por sí mismo, los sacos de aire (alvéolos) de los pulmones deben ser capaces de llenarse de aire en el momento de nacer y permanecer abiertos. Esto lo logra en gran medida gracias a una sustancia llamada surfactante , cuya producción suele ser insuficiente en los prematuros. La enfermedad resultante es el síndrome de dificultad respiratoria que requiere tratamiento con oxígeno, o colocar al bebé en un respirador artificial y administrarle por vía exógena surfactante.

Otros órganos comprometidos por su inmadurez son:

- El cerebro: existe una mayor incidencia de hemorragia intracerebral (con o sin lesión grave). Su desarrollo prematuro puede impedir que el bebé succione y trague normalmente, por lo que inicialmente se le administrará alimento por vía intravenosa.

- El hígado: es el caso de los niños amarillos que presentan acumulación de bilirrubina en sangre. La hiperbilirrubinemia leve no requiere tratamiento, las más severas pueden tratarse con fototerapia (se coloca al niño bajo las llamadas lámparas de bilirrubina).

- Los intestinos: su funcionamiento inadecuado puede producir enterocolitis necrotizante , por la cual la superficie interna del intestino sufre lesiones y se inflama. Es posible reducir el riesgo retrasando la alimentación oral durante varios días. El tratamiento médico, y en casos extremos la cirugía, mejoran mucho el pronóstico.

La asepsia tiene un valor muy importante en el prematuro, porque la infección que provocó el parto pretérmino puede pasar al bebé. Si la infección pasa al cuello uterino luego produce una inflamación de la capa interna del útero, y finalmente pasa al líquido amniótico, por eso a veces el prematuro nace con una neumonía por aspiración. En cuanto a las secuelas a largo plazo debido a la prematuridad, existe una mayor incidencia de parálisis cerebral, mal desarrollo neurológico, sordera, defectos visuales, alteraciones crónicas pulmonares.