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25 de abril de 2024
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Por Leonardo Coscia
"Temores" sexuales ante una nueva pareja
Impotencia o disfunción eréctil son algunos problemas que pueden surgir al conocer a una persona y pensarla como pareja estable. Muchos piensan que el desafío es tener un “gran” desempeño sexual. Puede ser un error
24 de enero de 2013
A menudo sucede que luego de terminar un vínculo con una pareja estable, el hombre debe iniciar un vínculo con otra persona que conocerá su rendimiento sexual, tanto en lo positivo como en lo negativo.

Será alguien con quien tendrá que ingresar al mundo de las intimidades, descifrar lo que le agrada y lo que no, respetando los deseos del otro pero sin renunciar a los propios, y esto a veces trae inconvenientes en lo que refiere a los problemas sexuales masculinos.

“La consulta sexológica de hombres de todas las edades que están empezando una relación de pareja es muy frecuente”, indicó Néstor Daffinoti, asesor del Boston Medical Group en Argentina.

Matías M. (35 años), después de haber estado 15 años de novio se separó. A los pocos meses conoció a una mujer y luego de unas salidas se produjo el encuentro sexual, en el cual por primera vez tuvo un episodio de eyaculación precoz.

Creyendo que fue solo un incidente aislado debido a los nervios, encaró confiado el segundo encuentro sexual, en el cual se repitió el problema. Angustiado y preocupado, tuvo un tercer encuentro, y al ver que las cosas no mejoraban decidió realizar una consulta.

“Muchos problemas sexuales surgen en estos casos porque son hombres que ya estaban acostumbrados a una mecánica sexual conocida y acordada durante largos períodos con sus parejas estable, y ahora deben enfrentarse a una situación nueva en cuanto a pudores, costumbres, periodicidad, frecuencia, escenarios, etc.”, explica Daffinoti.

La situación de conocer a una nueva persona puede tornarse compleja porque debe superarse el tiempo de “conocimiento” del otro, a sabiendas que al mismo tiempo lo están “conociendo” a uno. En este marco, toda la relación sexual queda expuesta, tanto en los acuerdos como en los desacuerdos, y del resultado de esta ecuación se deducirá la “calidad” de la nueva relación.

Los riesgos de buscar ser un “gran” amante

Muchos de los hombres que se sienten frustrados por no haber rendido como ellos querían en esa primera relación sexual con otra persona buscan “soluciones mágicas” para ser, en futuros encuentros, considerados “grandes amantes” y mejorar la imagen anterior.

“Lo curioso -explica Daffinoti- es que en muchos casos no hay problema alguno, y simplemente se autoimponen “metas” a veces imposibles de alcanzar. Algunos intentan solucionar estos problemas –reales o inventados por ellos mismos- tomando medicamentos no recetados, lo cual es absolutamente desaconsejable y puede tener graves consecuencias en la salud”.

En otros casos, hay quienes intentan lidiar con la cuestión sin ayuda alguna, y generalmente el resultado es que esta presión tiene efectos adversos que derivan en un “circulo vicioso”.

Esto consiste, explica el asesor para Argentina del Boston Medical Group, en que “al haber tenido problemas en las primeras relaciones y no haber consultado con un especialista, al próximo encuentro se llega más presionado, al próximo más, y así se forma una cadena interminable que solo agrava las cosas”.

En la otra vereda están aquellos hombres que aceptan que tuvieron inconvenientes y se acercan a realizar una consulta, como Carlos G. (53 años), que luego de haberse divorciado tras 25 años de casado, inició una relación con una mujer de su misma edad.

El problema surgió al momento de concretar el encuentro sexual, dado que no pudo conseguir una erección firme, algo que jamás le había pasado.

Al respecto, Daffinoti afirma que “este tipo de pacientes suelen llegar al consultorio ansiosos y con urgencia de soluciones farmacológicas, por un lado entusiasmados por la nueva relación, pero al mismo tiempo con la necesidad de “obtener altas calificaciones” en sus encuentros sexuales.

Así, se plantean “puntajes” en cuanto a la rigidez en la erección, al control de la eyaculación más allá de los límites fisiológicos, cuestionamientos sobre el tamaño de sus penes, e incluso temas como la calvicie, adiposidades, dentaduras imperfectas, entre otras”.

Estos autocuestionamientos terminan agravando un problema sexual que tal vez en la relación anterior no existía, pero que apareció con la nueva pareja.

Por último, Daffinoti aclara que “estos problemas tienen solución, y deben ser abordados desde lo orgánico -sin descuidar el equilibrio con lo psico-emocional- por un médico especializado. Son pacientes a los cuales podemos ayudar para que disfruten de su nueva pareja plenamente en lo que al sexo respecta, y eso seguramente ayudará en otras áreas”.