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Prevención de la rabia, una zoonosis presente
11 de julio de 2008
La aparición de murciélagos con rabia en la ciudad de Buenos Aires volvió a poner el alerta sobre esta zoonosis que siempre está presente. Toda mascota puede ser transmisora de enfermedades a los hombres, por lo que es importante estar informados y tener en cuenta la implementación de medidas sanitarias como la vacunación y los controles periódicos de los animales domésticos por parte de los veterinarios.

Las mascotas pueden contraer enfermedades como la rabia, y pueden transmitirla a los seres humanos. La rabia es una enfermedad viral con distribución casi mundial. Se trata de una zoonosis (enfermedades que se transmiten del animal al hombre o viceversa) producida por un virus que ataca al sistema nervioso central de las personas o animales, al que llega a través de los nervios de la zona de mordedura o contacto. La rabia es una enfermedad mortal para la que no existe tratamiento.

El virus de la rabia se encuentra en la saliva y es el factor de transmisión en un animal infectado que al morder contagia la enfermedad. El virus puede estar presente en la saliva muchos días antes de la aparición de los signos clínicos y puede ser secretado de manera constante o intermitente hasta justo antes de la muerte del animal infectado.

Un agente portador común es el murciélago y consecuentemente donde la población de éstos aumenta, aumenta el riesgo de casos de rabia.

Tanto en la Capital Federal como en las principales ciudades del interior se considera un mal latente, ya que la rabia puede transmitirse no sólo a través de perros, sino también de gatos, ratones, conejos y murciélagos, entre otros animales de sangre caliente.

En el año 2003 se registraron 157 casos de rabia en las provincias de Salta y Jujuy en la frontera con Bolivia. Entre noviembre de 2006 y febrero de 2007 hubo 9 casos más en Jujuy.

En el 2004, se encontró un murciélago con rabia en el fondo de una vivienda en La Plata pero no generó graves consecuencias. El año pasado apareció uno de estos mamíferos infectados en Bahía Blanca y tres especies en Santa Fe, lo que generó preocupación en ambas provincias.

Este año, luego de 27 años, murió un gato a causa de rabia, que podría haber sido contagiado por un murciélago en localidad porteña de Caballito. Impulsan la vacunación.

A su vez en julio se comenzó la campaña de vacunación en la provincia de Jujuy, iniciativa impulsada por el área de Epidemiología, el Departamento de Zoonosis y de Atención Primaria de la Salud del Ministerio de Salud provincial, junto con el Instituto Pasteur.

La primera evidencia de la enfermedad en los animales suele notarse en el cambio de conducta (un perro manso puede pasar a ser un perro violento y mordedor) así como cambios en el sonido de voz (ladridos, maullidos, etc.).

En el caso de los murciélagos, es importante tener en cuenta que cuando vemos uno que vuela de día o se encuentra en el piso, es muy probable que haya contraído la enfermedad y es riesgoso su contacto con el hombre o animales domésticos ya que pueden ser mordidos y contagiados.

En caso de que se detecte un animal mordedor, el propietario tiene 48 hs. para presentarlo a realizar la Observación Antirrábica. Si no lo hace, se debe denunciar ante la policía quien lo obligará a hacerlo o derivará el animal al Instituto Antirrábico local.

Especialistas sostienen que la vacunación anual de perros y gatos es la única herramienta efectiva para la prevención de la rabia.

Teniendo en cuenta que en el 2007 el SENASA ha aprobado un total de 1.300.000 dosis de vacuna antirrábica, y considerando que se estima existen alrededor de 8 millones de perros y 2,5 millones de gatos en el país que deben ser vacunados anualmente para ser protegidas, se refleja la baja cobertura vacunal que existe en la Argentina. Sin embargo, la industria veterinaria nacional posee la capacidad para producir las vacunas suficientes para inmunizar a la totalidad de las mascotas existentes en el país.

La vacunación antirrábica es obligatoria en todo el país, y cada propietario de mascotas debe recurrir a su veterinario a fin de que anualmente se proteja a su animal de la enfermedad. Sin embargo, uno de los grandes problemas de la rabia es la cantidad de animales callejeros.