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Enfermedad renal crónica e hipertensión arterial
9 de marzo de 2009
La hipertensión arterial no sólo es una de las dos causas más frecuentes de deterioro irreversible de la función de los riñones, sino que además acelera la progresión de la enfermedad renal crónica, condición que afecta según las estimaciones internacionales a más de un 10 por ciento de la población adulta, y que en sus estadíos más avanzados requiere para sobrevivir la sustitución de la función renal mediante la diálisis o, en los casos en que es posible, el trasplante de riñón.

“En los países que tienen programas de control más estrictos de los factores de riesgo como la dieta, los lípidos, los hábitos de vida y, sobre todo, la hipertensión arterial, está disminuyendo el crecimiento de la cantidad de nuevos pacientes que entran a diálisis cada año”, asegura el doctor Felipe Inserra, médico nefrólogo miembro de la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN).

Inserra da como ejemplo a los Estados Unidos y países europeos, donde la cifra de personas que ingresaban cada año a tratamiento de diálisis venía aumentando “entre un 6 y un 8 por ciento cada año”, mientras que “desde hace cuatro o cinco años la curva de crecimiento tiende a aplanarse, y el año pasado sólo fue menos de la mitad”.

La novedad es que la Argentina también participa ya de esta buena noticia: según cifras del Incucai, el organismo que rige a nivel nacional todo lo relacionado con registros de diálisis y trasplantes, ingresaron a diálisis entre 2007 y 2008 unas 500 personas menos que en el período 2006-2007, cuando la cifra antes siempre crecía año tras año.

“Una de las causas es el mejor control de los factores de progresión, entre ellos la hipertensión arterial, a través de estrategia de tratamiento más consolidadas”, señaló el representante de la SAN. En el país hay actualmente 25.109 personas en tratamiento de diálisis renal, lo que significa una incidencia de 630 pacientes por millón de habitantes.

Inserra integra el Comité Permanente de esa sociedad científica para el Día Mundial del Riñón, que se celebra cada segundo jueves de marzo, éste año el 12 de marzo, jornada para la cual organizan una serie de actividades de información y prevención para concienciar a la población sobre el cuidado de la función renal.

Los tratamientos sustitutivos de la función renal, son de alto costo, tanto se hable en términos económicos para el sistema de salud, como en términos humanos para el paciente, que debe acudir tres veces por semana a un centro de diálisis para someterse a un tratamiento del cual dependerá su expectativa y calidad de vida.

La única posibilidad de recuperar parte de la función de los riñones cuando está muy deteriorada es el trasplante, y no en todos los pacientes (más bien en pocos) es posible. Uno de los factores limitantes para ello es la escasez de donantes.

“Muchas menos personas llegarían a esa instancia si fueran diagnosticados tempranamente”, asegura el doctor Eduardo dos Ramos Farías, presidente de la SAN. La detección temprana es la que permite al médico controlar a tiempo los grandes factores de riesgo –la obesidad, el sedentarismo, la diabetes y la hipertensión arterial– que son los que pueden llevar al empeoramiento del paciente renal.

El diagnóstico de enfermedad renal crónica consiste sólo en incluir, cada vez que el médico clínico ordena a un paciente, con factores de riesgo para la enfermedad, análisis de laboratorio simples. Las dos pruebas necesaria para detectar la enfermedad renal, y que cualquier laboratorio del país puede realizar son: el análisis de creatinina en la sangre y la proteinuria, es decir, la medición de la cantidad de proteínas presentes en la orina.

La pérdida de proteína por la orina significa daño renal y el exceso de creatinina en la sangre indicaría un mal funcionamiento del filtrado glomerular, un proceso que es la base de la función vital que los riñones cumplen en el organismo.

Con los resultados de estas dos pruebas, cuyo costo total no excede los 5 pesos, el médico puede conocer el estado renal del paciente, y de esa manera, cuando es necesario, implementar un sencillo programa de control de los factores de progresión que evitará que el paciente llegue a estadíos avanzados de enfermedad renal.

“El problema es que al no detectar mediante esos sencillos análisis se llega tarde, con enfermedades cuyo control clínico es posible”, coincidió la doctora Telma Domínguez, médica nefróloga coordinadora del comité estable de la SAN por el Día Mundial del Riñón, quien a la vez advierte que “hay muchos otros riesgos, como la mayor predisposición a desarrollar enfermedad cardiovascular, a los que la gente se expone por no conocer el estado de su función renal”.

Los análisis preventivos no están tan incorporados en la práctica clínica como su óptima relación costo-beneficio lo sugeriría, y es ése justamente el gran problema que señalan los nefrólogos: “Como la enfermedad no da síntomas y no todos se preocupan por el chequeo periódico de su función renal, los pacientes con enfermedad renal crónica finalmente terminan siendo diagnosticados en estados muy avanzados de la enfermedad, cuando esta ya presenta complicaciones o cuando se hace necesario recurrir al tratamiento de sustitución por diálisis, que no cura pero que le permite al paciente sobrevivir”, explica la Dra Susana Roperto, tambien integrante del Comité Permanente de la Sociedad Argentina de Nefrología.

Para el jueves 12 de marzo están programadas varias actividades relacionadas con el cuidado de la salud renal en todo el país, promovidas y coordinadas por la Sociedad Argentina de Nefrología y con la participación de entidades relacionadas con el tema y otras de la sociedad civil.

“El propósito es fomentar el conocimiento de la importancia de los riñones y difundir el concepto de que las enfermedades renales son comunes y riesgosas pero tratables”, señaló la Dra. Rosa Scuteri del mismo Comité Permanente.

Ese día, de 10 a 19, en la Plaza San Martín de Retiro, habrá un puesto permanente donde enfermeros y médicos especialistas difundirán material didáctico, atenderán consultas del público para aclarar las dudas que surjan respecto del cuidado renal y tomarán gratuitamente la presión arterial.

Actividades similares se realizarán en muchos otros lugares del país, organizados por las distintas fiiliales regionales de la Sociedad Argentina de nefrología, según se puede consultar en la página web de la SAN (www.san.org.ar). También adhieren a distintas actividades por el Día Mundial del Riñón la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA), el Club Estudiantes de La Plata y otras entidades deportivas.