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26 de abril de 2024
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Por José Calero
La Justicia cada vez más ausente en la Argentina
18 de julio de 2010
La decisión de un tribunal de, primero, moderar la carátula, y luego postergar la condena contra los asesinos de Santiago Urbani por ser menores refleja que la Argentina se va quedando día tras día sin Justicia, y con sus ciudadanos a merced de una delincuencia cada vez más violenta y con desprecio por la vida.

La forma en que asesinaron a Santiago ya demostraba la gravedad de la crisis de seguridad que atraviesa un país donde llegar con el auto a una casa o equivocarse de camino puede representar la muerte.

Pero ahora, con los asesinos presos, la excusa de que son menores y debe esperarse a que cumplan los 18 años parece más un acto de escasa valentía que de cumplimiento a rajatabla del Código Penal juvenil.

¿A qué le tienen miedo los jueces? ¿Tal vez a que alguna de esas ONG dedicadas a defender a los menores delincuentes -como denunció la madre de Santiaguito- les pida el juicio político?

Los dos adolescentes que mataron a Urbani de un escopetazo en la cabeza durante un asalto en su casa de la localidad bonaerense de Tigre en 2009, debían afrontar el peso de la ley, porque de lo contrario se transmite un mensaje equivocado a la sociedad, pero sobre todo a los mismos delincuentes que creen que ser menor habilita a hacer cualquier cosa.

La Argentina se desangra ante una delincuencia cada vez más violenta y sin miramientos, mientras la clase política atiende un juego desconocido mirando para otro lado sin asumir su responsabilidad.

El martes pasado, en un fallo unánime, el Tribunal de Responsabilidad Penal Juvenil 3 de San Isidro había adelantado el veredicto condenatorio para los dos imputados, que hoy tienen 17 años, pero tenían 16 cuando cometieron el hecho.

Los jueces Alberto Villante, Mirta Ravera Godoy y Silvia Chomiez habían anunciado que este domingo a las 15 iban a dar a conocer los fundamentos del fallo en el tercer piso del edificio judicial de avenida Centenario 456 de San Isidro.

Pero no les alcanzó la valentía para condenarlos, prefirieron esperar un año, y de paso cambiar la carátula, a ver qué pasa...