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19 de abril de 2024
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Por José Calero
Candidatos y recta final: ¿Gradualismo o Shock?
Hacen eje en qué hacer con el tipo de cambio confirmando que el cepo cambiario, vigente hace 4 años, es uno de los principales desafíos que dejará Cristina Fernández, aunque no el único
8 de noviembre de 2015
Los candidatos presidenciales comenzaron a definir posiciones en materia económica con más claridad en el tramo final de la campaña rumbo al balotaje del 22 de noviembre próximo.

Hacen eje en qué hacer con el tipo de cambio, confirmando que el cepo cambiario, vigente hace cuatro años, es uno de los principales desafíos que dejará la administración de Cristina Fernández, aunque no el único. Tanto Daniel Scioli como Mauricio Macri designaron a distintos referentes para "adelantarle" al electorado las medidas en estudio.

Ambos decidieron cambiar el eje de la etapa previa a las elecciones del 25 de octubre último, cuando más que hablar de medidas anticiparon nombres para un eventual gabinete, en especial el candidato del oficialismo.

Ahora, de cara a la segunda vuelta del 22 de noviembre, quienes aspiran a la presidencia prefirieron volcarse a contarle a la gente qué pasará con sus bolsillos si llegan a la Casa Rosada.

Haciendo eje en su propuesta de "continuidad con cambios", Scioli busca transmitir la idea de que será capaz de mantener las "bondades" del modelo kirchnerista, en especial las políticas asistenciales, y dar una señal a los mercados para atraer capitales, a razón de 30.000 millones de dólares anuales.

Scioli dijo que el tipo de cambio lo va a fijar el Banco Central, no el mercado, y sostuvo que su rival de Cambiemos pretende forzar una megadevaluación que bajará salarios y hará subir precios.

Gustavo Marangoni, uno de los referentes sciolistas, señaló que el mercado no puede establecer el valor del dólar y advirtió que llevarlo a $14 tendría "implicancias serias en la inflación".Desde enfrente le responden que la devaluación ya la hizo este gobierno y es necesario liberar el tipo de cambio porque la multiplicidad de cotizaciones de la moneda norteamericana sirvió sólo para trabar la economía e impedir la llegada de inversiones.

El macrista Carlos Melconian recordó que Cristina Kirchner asumió el gobierno en diciembre 2007 a una relación nominal de 3,16 pesos por dólar.

"Hoy, con un dólar de $9,60 –que se dice atrasado– es una de las devaluaciones récord con una inflación del 30% en la Argentina", disparó ese referente económico del PRO que viene provocando revuelo con sus declaraciones.

También dijo que "este Gobierno llegó con U$S 50.000 millones en reservas y se va con cero. Y nos quieren dar lecciones de política económica".

Macri -al fin de cuentas el candidato- decidió que también debía salir a fijar postura, y dijo que su eventual administración buscará llevar el tipo de cambio a un nivel intermedio entre el oficial y el paralelo: "Un dólar debajo del blue", dijo Macri.

Ambas posiciones encierran múltiples interrogantes en un tema sensible si los hay para los argentinos, cuya memoria histórica está cincelada por devaluaciones, hiperinflaciones y pérdidas patrimoniales que arruinaron a familias y empresas.

Es que el acomodamiento "gradual" del tipo de cambio que parece proponer Scioli ya lo intentó el ministro Axel Kicillof en enero del 2014 y el mercado se lo llevó puesto, a tal punto que las reservas del Banco Central llegarán exhaustas a diciembre.

Pero la devaluación que propone Macri, en línea con la expectativa de los mercados, las grandes empresas y los sectores agropecuarios, podría llegar a trasladarse a precios y, sobre todo, encarecerá la importación en sectores muy sensibles.

Por ejemplo toda la cadena de productos importados, sino también los insumos para actividades fabriles y rubros como medicamentos, donde la mayoría de los fármacos de mayor precio, para enfermedades complejas, ingresan desde el exterior.

Si bien es cierto que la mayoría de las compras que realizan los argentinos afuera ya pagan recargo del 35%, lo cual lleva el dólar a unos 13 pesos, es incierto cuál puede ser el nivel final al que se iría la divisa estadounidense.

En el macrismo responden que la devaluación "ya la hizo este gobierno", y lo único que hizo fue "maquillarla" con medidas como los recargos para la compra de dólar ahorro, del 20%, y turístico, del 35%.

La cuestión de la inflación se convirtió en otro foco de campaña, a tal punto que la propia presidenta decidió abordar ese tema espinoso.

Con Scioli a su lado, dijo que dejará un nivel de inflación incluso por debajo del que informan las consultoras privadas, del 23%.

La oposición viene machacando duro también con esa cuestión central para el bolsillo: "Es muy costoso para el país tener nueve años consecutivos de inflación de dos dígitos", lastimó Melconian.

Este escenario da pie a otra pregunta que inquieta a muchos: si con tarifas subsidiadas la inflación se mantuvo en niveles tan altos, qué podría ocurrir en caso de que se decida avanzar con la eliminación de ese costo que ya es faraónico para el Estado.