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Por José Calero
Reservas en U$S 45.000 millones, "objetivo octubre"
15 de abril de 2007
El récord de reservas le sirvió al presidente Néstor Kirchner para calmar el malhumor ocasionado por el paso en falso que dio otra vez el equipo económico en el espinoso tema INDEC.

Además, nuevamente una semana con excelentes datos en materia económica fue salpicada por polémicas y choques con el Fondo Monetario Internacional, que parece no darse por vencido con la Argentina y sigue metiendo púa cada vez que puede.

En la noche del jueves el presidente llegó apurado a la Casa Rosada tras participar de un acto en la provincia de Buenos Aires. Allí lo esperaba el titular del Banco Central, Martín Redrado, quien estaba exultante.

Antes, ambos habían acordado la estrategia de difusión de uno de los datos más importantes en lo que lleva esta administración, el récord de reservas.

Primero Kirchner hizo el anuncio en el acto y recién después el BCRA difundió el comunicado completo con la información.

Pero lo que más entusiasmó al presidente en su encuentro con Redrado fue que el mandamás del Central le confirmó que, a este paso, no habrá inconvenientes en alcanzar el objetivo de llegar a las elecciones presidenciales de octubre con reservas en el orden de los 45.000 millones de dólares.

Es la meta que Kirchner se fijó hace meses porque, junto con la caída de la pobreza y el desempleo, el gobierno quiere utilizar ese dato como ariete para consolidar un triunfo que permita continuar con el "proyecto" otros cuatro años.

Desde la óptica oficial, la estrategia de acumulación de reservas está dirigida a brindar a la economía un seguro contra escenarios adversos, en ausencia a nivel internacional de un prestamista de última instancia, un rol que el FMI ya no cumple.

En la reunión en la Rosada, Kirchner y Redrado coincidieron en que un escenario de solvencia y previsibilidad que repercute positivamente en la tasa de riesgo país incentivará la inversión, pero el problema es que todavía los capitales se
muestran renuentes a recalar en estas pampas.

Un paper elaborado por Redrado que quedó en el escritorio de Kirchner refleja hasta qué punto el tema reservas es clave para el escenario electoral.

Allí se advierte: "En una sociedad que se caracteriza por una alta aversión al riesgo, tras sufrir dos fuertes crisis financieras en menos de quince años, el rol del seguro anticrisis tiene un valor adicional, ya que los costos de una
nueva crisis serían irrecuperables en términos de confianza e instituciones".

Traducido en lenguaje político, si el gobierno no logra convencer a la gente de que hay estabilidad a largo plazo, será muy difícil sostener el ritmo de consumo y crecimiento.

Kirchner coincide con este diagnóstico, y por eso está convencido de la necesidad de profundizar este modelo, impidiendo que se enfríe el consumo.

No fue casual que en las últimas horas hablara de seguir aumentando las jubilaciones, ya que prevé anunciar un nuevo ajuste en los haberes de la clase pasiva semanas antes de los comicios de octubre.

Tiene los suficientes ingresos fiscales para hacerlo y, con el cambio en el régimen de jubilación, la ANSeS tendrá más recursos para el sistema provisional.

El gobierno espera un aluvión de traspasos del régimen de AFJP al de reparto, y en algunos despachos gubernamentales hasta se entusiasman y hablan de que serán millones los que se cambien.

En las AFJP hacen otras cuentas y ya hablan de la "calidad" de esos traspasos: creen que la mayoría de los que se cambiarán son aquellos que hacen aportes esporádicos, porque especulan con que estar en el Estado les permitirá cobrar igual la jubilación aunque no lleguen a la cantidad de años aportados.

Pero entre las administradoras hay motivos para preocuparse y por eso prevén salir con una campaña de publicidad con el fin de retener a los afiliados que son la "crema" del negocio, aquellos que tienen sueldos altos y aportan todos los meses.

En la Unión de AFJP todavía hay un tema interno por saldar y está vinculado con fuertes discusiones por un intento de las compañías que responden a bancos extranjeros de tratar de poner freno a los traspasos intrasistema.

En Nación AFJP, la más beneficiada por esos traspasos, pusieron el grito en el cielo y hasta advirtieron con dar un portazo, pero el flamante presidente de la UAFJP, el ex lavagnista Sebastián Palla, parece haber calmado las aguas.

INDEC, dolor de cabeza

Felisa Miceli y Guillermo Moreno recibieron una reprimenda presidencial por la difusión de un dato de la canasta básica que luego se debió corregir.

Kirchner apeló al sentido común y trató de poner las cosas en su punto justo, cuando les dijo que si bien cree que en el INDEC hay técnicos que "patean en contra" del gobierno, ellos no deberían haber permitido la difusión de un dato supuestamente
erróneo.

Es que primero se dijo que la canasta alimenticia había subido 3,6 por ciento, y luego se aclaró que en realidad había bajado 0,2.

Por eso, la extraordinaria performance de las reservas sirvió como bálsamo para que el presidente olvidara el mal trago del INDEC, pero de ahora en más Miceli y Moreno deberán andar con pies de plomo en el organismo de estadística.

Tal vez por ese reto presidencial, la ministra de Economía llegó a la reunión de Gobernadores del FMI y el Banco Mundial en Washington con un discurso duro y toreó al Fondo en su propia casa.

Le explicó al número uno del organismo, Rodrigo Rato, que este año será imposible que el Fondo examine a la Argentina, como correspondería por estatuto.

Así, al menos hasta después de las elecciones el FMI no enviaría una misión a la Argentina para auditar las cuentas.

Igual, el economista español no dejó pasar la oportunidad de criticar los controles de precios en la Argentina y advertir sobre un desmadre de la inflación.

Kirchner lo paró en seco y sin diplomacia. "Señor Rato, no hable más de la Argentina, no lo necesitamos", disparó el presidente, casi al mismo tiempo en que Miceli tenía que verse cara a cara con el mandamás del Fondo.

Así, la relación amor-odio entre la Argentina y el FMI sigue siendo un clásico de las finanzas internacionales.