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Por Nino Fernández
Trabajo en equipo: una formula de éxito
4 de julio de 2005
Hace ya un tiempo que directores técnicos y periodistas vienen coincidiendo que el logro de resultados en los deportes grupales pasa por privilegiar el funcionamiento del equipo. Una conclusión que rápidamente suscribieron y adoptaron los profesionales en gestión de Recursos Humanos, urgidos por mejorar la competitividad de las organizaciones.

“Para trabajar en equipo hay que saber delegar, confiar en los compañeros y tener claro que el todo es más importante que las partes”, dijo hace un tiempo en un evento empresario, el ex técnico de Las Leonas, Sergio Vigil, quien al igual que el ex futbolista Jorge Valdano, ha expuesto infinidad de veces sobre el tema en empresas y seminarios.

“El trabajo en equipo es conveniente por muchas razones, por caso, para realizar más eficientemente y en forma simultanea diversas tareas. El sistema permite hacer sinergias permanentemente, lo que significa que el resultado final es más que la simple suma de los aportes individuales”, afirma Gustavo Tondi, director del Centro de Estudios de la Pequeña y Mediana Empresa de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

Trabajar en equipo no es lo mismo que equipo de trabajo, afirman los especialistas. Y subrayan que el trabajo en equipo puede perseguir distintos objetivos, según se busquen soluciones eficientes o creativas. Pero un punto fundamental en la búsqueda de coincidencias en el grupo es la figura del líder, que actúe amalgamando criterios y administrando los conflictos.

Dice Daniel Tristezza Coloma, profesor de Management y director de ALITUS Consultores, que “absolutamente todas las organizaciones que quieran ser eficientes, efectivas y competitivas, deben impulsar el trabajo en equipo, porque es el fundamento para alcanzar las metas propuestas”.

Sin embargo la modalidad parece escasamente arraigada entre las empresas locales.

El problema del individualismo

Según Joaquín Sorondo, consultor de RRHH y presidente de la ‘Asociación Civil INICIA - Emprender para el futuro’, el individualismo que prima como valor social, es uno de las grandes razones que explican la falta de una cultura del trabajo en equipo en el país. A esta problemática, agrega, no escapa ninguna organización, incluyendo las empresas sin fines de lucro.

“Cambiar este estado de cosas requiere superar el ‘discurso’ y que principalmente los líderes lideren con el ejemplo y "premien" el verdadero trabajo en equipo. Hablar de favorecer el trabajo en equipo cuando la dirección premia las acciones y los resultados individuales es doble discurso y la gente ‘lee’ rápidamente lo que realmente se espera de ella”, afirma Sorondo.

Por eso Luis Antún titular de LEX-Recursos Humanos y Organización y director del Posgrado de Conducción de Recursos Humanos de la UCA, dice que antes que nada es fundamental alinear criterios y conocer los objetivos e intereses de los accionistas.

“El propósito es generar un vínculo con la totalidad de los empleados que los convierta en colaboradores, mediante un buen proceso de comunicación. De ese modo se puede conformar un equipo que genere: innovación, compromiso, clima de trabajo favorable y por ende mejores resultados actuales y futuros”, sostiene Antún

Es que el cambio de paradigmas (del individual al grupal) presenta distintas ventajas, como poner la iniciativa individual en función del grupo, pasar de competir a colaborar, de la motivación personal a la autoresponsabilidad y de obedecer ordenes a comprometerse.

Pero el cambio también desafíos y conflictos derivados generalmente de las competencias del líder y de su capacidad para delegar y trasmitir información y conocimientos, o de factores ambientales o económicos.

Los expertos reconocen dos grandes formas de trabajar en equipo. El modelo conocido como Síndrome del Clon Cómodo, en el que los integrantes del equipo tienen una formación parecida y formas de pensar similares, una fórmula que evita conflictos o rispideces, permitiendo alcanzar resultados en términos de eficiencia.

El segundo modelo denominado de Abrasión Creativa, resulta bastante más traumático pero también más creativo, por tratarse de equipos multidisciplinarios capaces de aportar distintas visiones sobre un mismo problema.

“La importancia del trabajo en equipo aumenta en los tiempos de crisis, con la posibilidad de que el conjunto advierta y ayude a evitar errores, además de propender al mejoramiento e innovación continuos”, dice Tristezza Coloma.

Al hablar sobre la utilización de esta modalidad entre las Pymes, el consultor afirma que “sin dudas se trata de una asignatura pendiente”, aunque aclara que no se puede generalizar.

“Es posible que muchas no sepan de que se trata o como aplicarlo, pero para ello tienen que conocer el valor de la capacitación o la alternativa que resulta de contratar especialistas que ayuden a poner en práctica el trabajo en equipo”, dice.

La situación en las Pymes.

Para Gustavo Tondi, en cambio, la mayoría de las PyMES son conscientes de la necesidad de trabajar en equipo, pero “no todas lo ponen en práctica porque están corriendo ‘detrás de la zanahoria’. No les queda otra alternativa dada su situación financiera y su posición dentro del mercado”.

También suele pesar el carácter familiar de muchas de estas empresas, que generalmente supone la aceptación incondicional a lo que dice el dueño y junto a ello una fuerte resistencia al cambio. Esto es: ¿cómo cambiar un "modelo" que en algún momento dio resultados?.

“He conocido empresarios que ‘murieron con las botas puestas’ sosteniendo los modelos en otros tiempos exitosos pero que ya no servían”, recuerda Joaquín Sorondo. Aunque admite que hay un cambio en marcha en la mentalidad de mucha gente, Sorondo asegura que de acuerdo a su experiencia los cambios en las organizaciones se producen por necesidad, o sea solo ante la inminencia de la catástrofe y aceptando el mal menor.

“Nadie, ni el mejor director del mundo, puede atribuirse el éxito por sí solo”, dispara por último Joaquín Sorondo.

Ni más ni menos la explicación que encuentran hoy en día los grandes éxitos en los deportes colectivos.