26 de abril de 2024
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Por Nino Fernández
Los partidos políticos y las pymes
4 de octubre de 2005
Las Pymes han recuperado protagonismo en los últimos años. Y aunque para algunos es sólo una ‘moda’, lo cierto es que el desempeño y la problemática del sector ganan espacio en los medios, y cada vez merecen más atención de autoridades de gobierno y grandes empresas.
También algunos candidatos a las elecciones de octubre han puesto el ojo en la realidad de esta comunidad empresaria, descuidada y abandonada a su suerte hasta ayer nomás.
Un rápido paneo permitió descubrir que en algunos casos el interés es de vieja data y en otros bastante más reciente.
Es que las Pymes no sólo representan más del 90% de las empresas del país, sino que además proveen el 82% del empleo privado nacional, razón por la cual constituyen un bocado electoral demasiado interesante como para no atender.
Pero lo importante es que haya interés y programas de acción para el sector, que en algunos partidos mereció la conformación de equipos de trabajo para el estudio y diseño de políticas específicas.
La que sigue es una apretada síntesis del pensamiento y las propuestas de algunas de las alternativas que estarán en juego en las próximas elecciones, extraídas tanto de opiniones reflejadas en los medios de comunicación como de las plataformas o documentos publicados en los sitios oficiales.
Del tipo de cambio y el financiamiento
Aunque en general los candidatos ‘preocupados’ por el sector han centrado sus propuestas en temas como el impositivo, crediticio o laboral, algunos también se han manifestado en materia de política macroeconómica. Así, Ricardo López Murphy, de Propuesta Republicana (PRO), propone mantener “un tipo de cambio competitivo, para ayudar al desarrollo de las Pymes, que son las grandes utilizadoras de mano de obra”.
Por su parte, desde las Bases Programáticas del ARI –liderado por Elisa Carrió- se menciona la necesidad de contar con “una política monetaria consistente con el desarrollo productivo” y propone avanzar en la reforma del sistema financiero, a fin “de reducir el cortoplacismo y la dolarización de las transacciones”. Habla, además, de promover la banca social y cooperativa y reconstruir el esquema de garantías.
Norberto La Porta, del Partido Socialista, sostiene la idea aprovechar “el fuerte superávit fiscal de la actualidad para subsidiar créditos destinados a la adquisición de tecnología y capacitación de la fuerza de trabajo”.
De equidad tributaria, además de lucha contra la corrupción e igualdad de oportunidades, habla la propuesta de Unión por todos, que encabeza Patricia Bullrich. “Promoveremos la recaudación impositiva justa que facilite el acceso a la solución de los conflictos entre consumidores y pequeñas empresas por un lado, y las grandes corporaciones por el otro”, se puede leer en el portal de la agrupación, donde también se pide por un Banco Ciudad “despolitizado” y cercano a la gente.
En el oficialista Frente por la Victoria, se propone continuar los lineamientos de política macroeconómica vigente y profundizar algunos instrumentos puntuales para las Pymes. Favorecer el acceso de estas empresas al mercado de capitales, a través de Obligaciones Negociables, descuentos de cheques o fideicomisos; impulsar el alargamiento del plazo de los créditos y líneas de préstamos para capital de trabajo a tasas subsidiadas, por el equivalente a la nómina salarial, son algunas de las promesas en este sentido.
Tributarias
Desde la Unión Cívica Radical (UCR) se afirma que los incentivos fiscales a la producción no funcionan si no están atados al desempeño exportador de las empresas beneficiadas.
Es por ello que se propone una Reforma Tributaria ‘pro competitiva’, a fin de evitar que el desarrollo del país dependa únicamente del tipo de cambio y de los precios de los commodities. “Es necesario sustituir gradualmente los impuestos distorsivos para las empresas por impuestos que graven de manera progresiva las ganancias y eviten que la carga tributaria alimente la tasa de inflación”, afirma el Programa de Acción Legislativa 2005-2007 del radicalismo porteño, que lidera Facundo Suárez Lastra.
En la misma línea se expresa el Partido Socialista, con el agregado de disminuir el IVA para fortalecer el consumo y continuar con la “política de retenciones para garantizar precios racionales en el mercado interno”.
Mientras tanto, desde el Frente para la Victoria, que lleva como candidatos a Rafael Bielsa y a Cristina Fernández de Kirchner, prometen impulsar el desgravamiento de las ganancias de las PyMEs, que reinviertan utilidades en bienes de capital ya sea a través de compra, fabricación o importación definitiva. Y la “ampliación de los incentivos fiscales para las firmas que inviertan, complementando lo impulsado por la Ley de Promoción de Inversiones” Allí también se afirma que se estudiarán alternativas para reducir la carga tributaria que pesa sobre estas empresas, así como a facilitar la reestructuración de la deuda tributaria y previsional.
En el ARI la idea es impulsar una reducción progresiva del impuesto a la Renta Presunta y al IVA, y apuntar a la sustitución del impuesto a los Ingresos Brutos de las provincias por un IVA provincial.
En cuanto al impuesto a las Ganancias, se sugiere incorporar a su base tributaria todos los ingresos, diferenciar entre ganancias distribuidas e invertidas en las empresas y eliminar las exenciones injustificadas.
También se menciona la aplicación de un impuesto a la remesa de utilidades al exterior, durante la emergencia y restituir el impuesto al enriquecimiento patrimonial no oneroso proveniente, por ejemplo de herencias, legados y donaciones. Y en materia arancelaria, el ARI se manifiesta partidario de mejorar la protección efectiva de los sectores/etapas productivas que elaboran bienes con mayor valor agregado, así como promover la producción de bienes de capital en el país, encareciendo la importación de plantas “llave en mano”.
En Unión por Todos se preparan para impulsar cambios en el cálculo del impuesto al Alumbrado, Barrido y Limpieza; tender a una eliminación progresiva de Ingresos Brutos; avanzar hacia un sistema simplificado de habilitaciones para comercios minoristas y hacia el fomento tributario del empleo con topes nominales reducidos.
Por su parte, desde Propuesta Republicana se promete impulsar la exención de impuestos para los salarios inferiores a 800 pesos, como “una forma de incentivar el trabajo en blanco y la generación de puestos de trabajo”.
Empleo y otros
Un subsidio de 200 pesos para las empresas que tomen trabajadores a partir de los 40 años y de 300 para las compañías que contraten empleados de más de 50, también figuran en los planes del PRO en materia de política laboral.
Promocionar el “empleo privado directo en el contexto de asociaciones regionales y de acuerdos tripartitos” y “formalizar las relaciones laborales”, con medidas como la disminución del período de prueba, son algunas de las propuestas del ARI en este terreno. También se propone mejorar las condiciones del empleo rural y reconvertir la subocupación en el sector rural.
Desde el sector que encabeza Carrió también se enfatiza en la necesidad de aplicar ‘efectivamente’ el régimen de Compre Trabajo Argentino, iniciativa compartida por Unión por Todos que promete impulsar una Ley de Compras y Contrataciones, que dé “participación a las pymes”.
También algunos candidatos a las elecciones de octubre han puesto el ojo en la realidad de esta comunidad empresaria, descuidada y abandonada a su suerte hasta ayer nomás.
Un rápido paneo permitió descubrir que en algunos casos el interés es de vieja data y en otros bastante más reciente.
Es que las Pymes no sólo representan más del 90% de las empresas del país, sino que además proveen el 82% del empleo privado nacional, razón por la cual constituyen un bocado electoral demasiado interesante como para no atender.
Pero lo importante es que haya interés y programas de acción para el sector, que en algunos partidos mereció la conformación de equipos de trabajo para el estudio y diseño de políticas específicas.
La que sigue es una apretada síntesis del pensamiento y las propuestas de algunas de las alternativas que estarán en juego en las próximas elecciones, extraídas tanto de opiniones reflejadas en los medios de comunicación como de las plataformas o documentos publicados en los sitios oficiales.
Del tipo de cambio y el financiamiento
Aunque en general los candidatos ‘preocupados’ por el sector han centrado sus propuestas en temas como el impositivo, crediticio o laboral, algunos también se han manifestado en materia de política macroeconómica. Así, Ricardo López Murphy, de Propuesta Republicana (PRO), propone mantener “un tipo de cambio competitivo, para ayudar al desarrollo de las Pymes, que son las grandes utilizadoras de mano de obra”.
Por su parte, desde las Bases Programáticas del ARI –liderado por Elisa Carrió- se menciona la necesidad de contar con “una política monetaria consistente con el desarrollo productivo” y propone avanzar en la reforma del sistema financiero, a fin “de reducir el cortoplacismo y la dolarización de las transacciones”. Habla, además, de promover la banca social y cooperativa y reconstruir el esquema de garantías.
Norberto La Porta, del Partido Socialista, sostiene la idea aprovechar “el fuerte superávit fiscal de la actualidad para subsidiar créditos destinados a la adquisición de tecnología y capacitación de la fuerza de trabajo”.
De equidad tributaria, además de lucha contra la corrupción e igualdad de oportunidades, habla la propuesta de Unión por todos, que encabeza Patricia Bullrich. “Promoveremos la recaudación impositiva justa que facilite el acceso a la solución de los conflictos entre consumidores y pequeñas empresas por un lado, y las grandes corporaciones por el otro”, se puede leer en el portal de la agrupación, donde también se pide por un Banco Ciudad “despolitizado” y cercano a la gente.
En el oficialista Frente por la Victoria, se propone continuar los lineamientos de política macroeconómica vigente y profundizar algunos instrumentos puntuales para las Pymes. Favorecer el acceso de estas empresas al mercado de capitales, a través de Obligaciones Negociables, descuentos de cheques o fideicomisos; impulsar el alargamiento del plazo de los créditos y líneas de préstamos para capital de trabajo a tasas subsidiadas, por el equivalente a la nómina salarial, son algunas de las promesas en este sentido.
Tributarias
Desde la Unión Cívica Radical (UCR) se afirma que los incentivos fiscales a la producción no funcionan si no están atados al desempeño exportador de las empresas beneficiadas.
Es por ello que se propone una Reforma Tributaria ‘pro competitiva’, a fin de evitar que el desarrollo del país dependa únicamente del tipo de cambio y de los precios de los commodities. “Es necesario sustituir gradualmente los impuestos distorsivos para las empresas por impuestos que graven de manera progresiva las ganancias y eviten que la carga tributaria alimente la tasa de inflación”, afirma el Programa de Acción Legislativa 2005-2007 del radicalismo porteño, que lidera Facundo Suárez Lastra.
En la misma línea se expresa el Partido Socialista, con el agregado de disminuir el IVA para fortalecer el consumo y continuar con la “política de retenciones para garantizar precios racionales en el mercado interno”.
Mientras tanto, desde el Frente para la Victoria, que lleva como candidatos a Rafael Bielsa y a Cristina Fernández de Kirchner, prometen impulsar el desgravamiento de las ganancias de las PyMEs, que reinviertan utilidades en bienes de capital ya sea a través de compra, fabricación o importación definitiva. Y la “ampliación de los incentivos fiscales para las firmas que inviertan, complementando lo impulsado por la Ley de Promoción de Inversiones” Allí también se afirma que se estudiarán alternativas para reducir la carga tributaria que pesa sobre estas empresas, así como a facilitar la reestructuración de la deuda tributaria y previsional.
En el ARI la idea es impulsar una reducción progresiva del impuesto a la Renta Presunta y al IVA, y apuntar a la sustitución del impuesto a los Ingresos Brutos de las provincias por un IVA provincial.
En cuanto al impuesto a las Ganancias, se sugiere incorporar a su base tributaria todos los ingresos, diferenciar entre ganancias distribuidas e invertidas en las empresas y eliminar las exenciones injustificadas.
También se menciona la aplicación de un impuesto a la remesa de utilidades al exterior, durante la emergencia y restituir el impuesto al enriquecimiento patrimonial no oneroso proveniente, por ejemplo de herencias, legados y donaciones. Y en materia arancelaria, el ARI se manifiesta partidario de mejorar la protección efectiva de los sectores/etapas productivas que elaboran bienes con mayor valor agregado, así como promover la producción de bienes de capital en el país, encareciendo la importación de plantas “llave en mano”.
En Unión por Todos se preparan para impulsar cambios en el cálculo del impuesto al Alumbrado, Barrido y Limpieza; tender a una eliminación progresiva de Ingresos Brutos; avanzar hacia un sistema simplificado de habilitaciones para comercios minoristas y hacia el fomento tributario del empleo con topes nominales reducidos.
Por su parte, desde Propuesta Republicana se promete impulsar la exención de impuestos para los salarios inferiores a 800 pesos, como “una forma de incentivar el trabajo en blanco y la generación de puestos de trabajo”.
Empleo y otros
Un subsidio de 200 pesos para las empresas que tomen trabajadores a partir de los 40 años y de 300 para las compañías que contraten empleados de más de 50, también figuran en los planes del PRO en materia de política laboral.
Promocionar el “empleo privado directo en el contexto de asociaciones regionales y de acuerdos tripartitos” y “formalizar las relaciones laborales”, con medidas como la disminución del período de prueba, son algunas de las propuestas del ARI en este terreno. También se propone mejorar las condiciones del empleo rural y reconvertir la subocupación en el sector rural.
Desde el sector que encabeza Carrió también se enfatiza en la necesidad de aplicar ‘efectivamente’ el régimen de Compre Trabajo Argentino, iniciativa compartida por Unión por Todos que promete impulsar una Ley de Compras y Contrataciones, que dé “participación a las pymes”.